Nombrado mejor portero del mundo en el 2012, ha debutado de modo triunfal en su nuevo reto bajo palos: detuvo dos penaltis en la tanda con Guildford Phoenix y fue nombrado MVP
18 nov 2023 . Actualizado a las 09:01 h.Petr Cech tiene un don bajo palos. Eso es innegable. Hace apenas cinco meses, el checo, mejor portero del mundo en el 2012 y uno de los más icónicos de los últimos años, anunció su retirada después de la final de la Europa League en Bakú entre el Arsenal, para el que defendió la portería, y el Chelsea, su equipo del corazón. Debutar con 17 años y estar muy joven al más alto nivel le hizo convivir en sus 20 años de carrera con el rol de futbolista veterano. Una grave lesión, que casi le cuesta la vida en el 2006, le provocó jugar con su famoso casco, habitual en el rugby, para proteger su cráneo, que se había fracturado por un violento choque con Stephan Hunt, jugador del Reading. Acostumbrado a esa nueva prenda desde hace más de una década, quizá le costó menos lanzarse a un nuevo reto que compatibilizará con su nuevo cargo de asesor técnico y de rendimiento del Chelsea.
La semana pasada y para sorpresa de todos, anunció su fichaje hasta final de temporada por el Guilford Phoenix, equipo semi profesional inglés de hockey sobre hielo. «Después de 20 años en el fútbol profesional, será una experiencia maravillosa para mí jugar en el deporte que me encantaba ver y practicar de niño. Espero poder ayudar a este equipo joven a lograr sus objetivos de esta temporada y tratar de ganar tantos partidos como sea posible cuando tenga la oportunidad de jugar», explicó. El entrenador, Andy Hemmings, le hizo debutar cuatro días después y Cech no defraudó: fue decisivo en el triunfo por penaltis de los Guildford Phoenix ante los Swindon Wildcats 2 tras finalizar el tiempo reglamentario con el resultado de empate (2-2). «@PetrCech fue nombrado MVP en su debut en el hockey hielo después de que el partido fuera a penaltis, y tú ya sabes lo que pasó después...», bromeó el Chelsea en sus redes sociales rememorando la tanda de la final de la Champions League en Múnich en la que paró dos consecutivos, horas antes de su 30 cumpleaños, para conseguir la primera 'orejona' del club.
En su debut en el hielo, deporte del que se enamoró tras la victoria de la República Checa en los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano en 1998, Cech lució el dorsal 39 y un casco con la bandera del Reino Unido junto al león azul del escudo del Chelsea en uno de los laterales pero logró -tras parar uno en la prórroga- detener dos penaltis en la tanda decisiva, uno de ellos en el último lanzamiento. Una manera de quitarse una espina ya que a los 13 años tuvo que decidir entre las porterías de los campos de fútbol o sobre el hielo. El que fue mejor guardameta de la Liga de Campeones en tres ediciones demostró que no ha perdido facultades bajo palos. Cech, que con sus paradas hizo posible la Champions milagro del Chelsea en 2012 y que la República Checa fuera semifinalista en una de las cuatro Eurocopas que disputó para sumar 124 partidos como internacional, siempre fue un personaje peculiar en el fútbol.
Admirado por rivales como Buffon, Casillas, De Gea, Valdés o Neuer, el checo logró 5 FA Cup, 4 Premier League (443 partidos y 202 'clean sheets'), 3 Copas de la Liga además de la citada Champions League en el 2012 y la Europa League en 2013. Habla cinco idiomas, entre ellos el castellano que aprendió de modo autodidacta aprovechando todos los compañeros hispanoparlantes con los que ha convivido, y toca la batería. Sus 'covers' de grupos como Nirvana, Foo Fighters o los españoles Vetusta Morla le ayudaban a mejorar su coordinación tras la lesión en el cráneo. Pero le cogió afición. Tanto que no duda montar algún día su propia banda. Si se pone...
Jordan, Roglic, Rominger o Loeb también cambiaron de deporte
Otros porteros como Tim Wiese, Santi Cañizares y Jesús Angoy buscaron nuevos retos tras dejar la portería. Dicen que cuando uno es deportista lo es para toda la vida. El caso de Petr Cech no es nuevo ya que hay otros muchos que optaron por probar en distintas disciplinas que ya habían practicado siendo niños. Otros porteros como Tim Wiese, Santi Cañizares y Jesús Angoy optaron por deportes sin porterías. El alemán se pasó a la lucha libre WWE, el ex del Valencia a los rallys -como Mariano Pernía- y el que fuera yerno de Cruyff brilló en los Barcelona Dragons cuando la NFL buscó su expansión por Europa.
Ahora mismo Primoz Roglic es uno de los mejores ciclistas del pelotón pero el esloveno no comenzó en el mundo del ciclismo hasta los 21 años. Previamente fue saltador de esquí, llegando a ser campeón por equipos júnior. Caso que recuerda al de Tony Rominger, que comenzó en las dos ruedas a los 26 años.
Michael Jordan también disfrutó de su otra pasión, el beisbol, durante su breve retiro entre octubre de 1993 y marzo de 1995. Lo hizo con Chicago White Sox aunque no pasó de las Ligas menores dejando un pobre registro de bateo que tampoco mejoró en su mes con Scottdale Scorpions.
Sébastain Loeb cambió la gimnasia por los rallys a los 21 años y Koikili Lertxundi, exfutbolista del Athletic, dejó la lucha grecorromana por el balón a los 15 años. El bahameño Donald Thomas cambió el baloncesto por el salto de altura por una apuesta... y no le ha ido mal: logró ser campeón del mundo en 2007.
Usain Bolt, leyenda del atletismo con 8 oros olímpicos y 11 campeonatos mundiales, hizo unos entrenamientos con el Borussia Dortmund en 2017 y en agosto debutó en el fútbol profesional en el Central Coast Mariners de la Liga australiana.
En España ahora está en boca de todos la capacidad que tiene Salma Paralluelo, una aragonesa que combina su pasión por el fútbol con el atletismo. Fue pieza clave de España en el Europeo sub-17 y ahora ha fichado por el Villarreal con la condición de que seguirá estudiando y siendo velocista de 200, 400 lisos y los 400 con vallas.
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