Madre de siete hijos, cinco de ellos adoptados, con 40 años fue cuarta en su debut en Nueva York e invertirá los 28.000 dólares del premio en ampliar la escuela que fundó en 2018
04 nov 2019 . Actualizado a las 19:52 h.El Maratón de Nueva York celebrado el pasado domingo tuvo 53.805 vencedores diferentes, aunque ningún triunfo comparable al de Nancy Kiprop. Ni siquiera el segundo título de Geoffrey Kamworor, ni siquiera el estreno con récord de la prueba de Joyciline Jepkosgei aplastando a la tetracampeona Mary Keitany. Y es que con el cuarto puesto de Kiprop ganan también las futuras generaciones en Kenia. Nancy rompe con el arquetipo de atleta de élite. Lleva más de dos décadas pateándose el planeta con un dorsal en el pecho, desde el Mundial de cross en 1996 en Sudáfrica hasta recorrerse la geografía española pasando por la pista y la ruta, pero nunca había corrido tanto como ahora, con los 40 ya cumplidos. Precisamente cuando ya no lo hace solo por cumplir sus sueños, sino para ayudar a que otros más jóvenes puedan soñar. Profesora de formación, Kiprop decidió en 2018 invertir sus ahorros en construir una escuela en su Chesitek natal, una pequeña población vecina a Iten. «Siempre había querido ayudar a mejorar mi comunidad, especialmente por los jóvenes y los más desfavorecidos», señala a este medio desde Nueva York. «Por eso abrir la Nancie Cletius Academy fue un sueño hecho realidad, pero aún queda mucho que hacer, así que seguiré trabajando duro para ello», añade.
Dos victorias consecutivas en Viena, su maratón predilecto (en 2017 y 2018, antes de lograr el triplete este año con récord), una buena marca (2:22:46 horas) en Fráncfort y varios triunfos en medios maratones de segunda fila le permitieron embarcarse en un proyecto que no deja de crecer. «Cada curso construimos nuevas aulas y esperamos tener 200 alumnos el próximo año», confiesa Kiprop. Por ahora 150 niños y niñas acuden a diario a la escuela, que tiene seis profesores contratados, aunque el carrerón de Nancy en Nueva York puede dispararlo todo. La inyección económica será importante: 25.000 dólares por la cuarta posición y 3.000 más por tratarse de la mejor atleta máster (de 40 años o más) en la 'Gran Manzana'. «Este éxito nos permitirá crecer más deprisa, el próximo curso daremos un gran salto», apunta Kiprop, que en Nueva York debutaba en un 'major' a los 40. A partir de ahora le llamarán para más: «Me siento sana y fuerte, y disfruto corriendo. Espero subir al podio y ganar al menos uno de los seis grandes».
En su mejor momento
Aunque asegura estar en su mejor momento tras haber completado ya diez maratones y para ella «la edad es irrelevante en comparación con la calidad de los entrenamientos, el descanso y la alimentación», Kiprop no sabe cuánto tiempo le queda a este nivel. «Espero que al menos un par de años, si no son más. Todavía creo que puedo correr en 2:21 bajos o incluso menos», insiste. Después se dedicará a tiempo completo a dirigir su escuela en Chesitek, «sirviendo directamente a los alumnos y a la sociedad».
La devoción por los niños ha acompañado a Nancy toda su vida. Antes de casarse y de graduarse en la Tambach Teacher's College ya había adoptado cinco hijos. Luego daría a luz a dos más, que ya tienen 9 y 16 años. ¿Cómo lidia con una familia numerosísima, una escuela que dirigir y una carrera como maratoniana de élite? «Con fe y amor todo es posible, el entrenamiento y la recuperación son innegociables para ser competitiva y la familia requiere amor y dedicación para llevar una vida plena». Pese a que no siempre encuentra el equilibrio, la mayor parte del tiempo consigue «hacer todo lo necesario como madre, esposa y atleta». Y en esas tres vertientes fija sus objetivos para 2020: «Ganar un 'major', ayudar a mi hija menor en su adaptación a estudiar en un internado y lograr la estabilidad de mi escuela aun con el rápido crecimiento».