El técnico catalán, con quien la FEF prefiere no hipotecarse hasta el Mundial de Catar, será el seleccionador español en la Eurocopa salvo que el asturiano decida retomar su carrera en La Roja.
17 nov 2019 . Actualizado a las 09:33 h.A menos de siete meses de la Eurocopa, la selección menos mediática de los últimos años ofrece buenas sensaciones y un bloque cada vez más definido por el técnico Robert Moreno, pero la principal incógnita por despejar reside en su banquillo. A día de hoy, en el seno de la Federación Española de Fútbol (FEF) no existe la intención de ofrecer la renovación al catalán por dos años más, hasta el Mundial de Catar, y ni siquiera se confirma su presencia en la fase final del campeonato continental, aunque los jugadores sí la desean y la esperan.
Fuentes federativas niegan que estén a la espera de una respuesta de Luis Enrique, pero el futuro de su amigo y fiel colaborador está supeditado a lo que decida el asturiano. Si el gijonés diese un paso al frente para continuar con su carrera, rota de forma cruel por el fallecimiento de una hija, las puertas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas las tendría abiertas de par en par. El propio Moreno ya ha dicho en repetidas ocasiones que no le pone peros a la posibilidad de volver a trabajar como segundo de Luis Enrique, igual que en la Roma, el Celta, el Barça y la selección.
Tras la convincente goleada ante Malta, en las tripas del estadio Ramón de Carranza se vivió una situación paradójica. Primero, Ray Farrugia, seleccionador de fútbol de esta isla del Mediterráneo central, al sur de Sicilia, aseguró que «España es la mejor selección del mundo, superior incluso a la de hace años», y sentenció que «ganará la Eurocopa». A continuación, Moreno dijo sentirse «reforzado» por el desempeño de los jugadores y una ambición que le recordó al histórico 12-1 cosechado ante este mismo rival en 1983, con Miguel Muñoz en el banquillo. En otra zona del estadio, sin embargo, Luis Rubiales, presidente de la FEF, se mostró incómodo y despejó balones fuera al preguntarle por Robert Moreno. Con Angel Villar, había una máxima federativa: renovar a los seleccionadores para otro ciclo de dos años nada más sellar el billete para un gran campeonato. Así lo hizo con Javier Clemente, José Antonio Camacho, Iñaki Sáez, Luis Aragonés y Vicente del Bosque. También apalabró la continuidad de Julen Lopetegui hasta el final de la Eurocopa de 2020, meses antes del Mundial de Rusia 2018. Una renovación que luego firmó Rubiales, aunque destituyó al guipuzcoano horas después de que el Real Madrid anunciase su fichaje. Se produjo un terremoto en España que acabó con la derrota por penaltis ante Rusia en octavos y el adiós del interino Fernando Hierro. Con el aterrizaje de Luis Enrique y el posterior nombramiento de Moreno, cuatro inquilinos del banquillo de La Roja en un año. Un polvorín.
Tan negativa y cercana experiencia le hace ser prudente a Rubiales, reacio a hipotecarse con otro entrenador. Prefiere esperar a que los resultados en la Eurocopa dicten sentencia. «Hay normas que se mantienen en la FEF y otras que no. Hay un departamento que lidera José Francisco Molina (director deportivo), hablaremos con él y veremos lo que se hace si es que hay que hacer algo. Hay mucho tiempo para reflexionar», subrayó Rubiales al preguntarse por el futuro del banquillo. «Hemos ganado 7-0 y vamos a disfrutar del magnífico resultado y del ambiente de Cádiz. Robert está haciendo un trabajo muy bueno con todo su equipo y no hay nada más que hablar», añadió, muy escueto, al insistirle en su podía garantizar que el catalán llegará a la Eurocopa.
El capitán apoya a Moreno Rubiales se ha reunido hace días con el capitán Sergio Ramos y también ha hablado en repetidas ocasiones con Sergio Busquets. Oficialmente, para tratar temas de viajes y alojamientos. Sin embargo, fuentes federativas confirman que la plantilla no quiere más cambios antes del Europeo y prefiere que Moreno, con el que mantienen una excelente sintonía, disfrute de su oportunidad. «Si alguien no quiere que esté en la Eurocopa, será porque cree que lo estoy haciendo mal», ironizó en las radios Moreno al conocer las manifestaciones de su jefe. El técnico barcelonés asume que no le van a ofrecer renovar en breve. Querría seguir hasta el Mundial pero acepta que deberá dedicarse a otra cosa -es graduado en Comercio Internacional- si no triunfa en la Eurocopa. Acata la ley de los resultados pero cree que, todavía invicto, se ha ganado poder estar en ese campeonato. Además del hipotético regreso de Luis Enrique, Molina y Rubiales manejan otras opciones de futuro y no quieren pillarse los dedos. Les gusta Ernesto Valverde y saben que su continuidad en el Barça es difícil tras el 30 de junio; y avalan también a Marcelino García Toral, si se encontrara libre como ahora.