Anota 42 puntos, su récord, y es el segundo más joven en hacerlo con un triple-doble
19 nov 2019 . Actualizado a las 19:04 h.«Todos los días ha estadísticas que ni pensabas que existían». Luka Doncic parecía emocionado tras otro recital con los Mavericks. Vencieron 117-110 a los Spurs de San Antonio, que ya vivieron tiempos mejores, con el esloveno como actor estelar. Anotó 42 puntos, su mejor marca encestadora como profesional. Y se encumbró, a sus 20 años y 263 días, como el segundo jugador más joven en lograr un triple-doble con al menos 40 puntos anotados. ¿Superado solo por quién? Sí, por LeBron, que en el 2005 lo logró con 20 años y 100 días. James alabó la exhibición del esloveno con un mensaje jocoso: «Es un maldito hijo de puta. Ya os lo intenté decir hace tiempo», escribió aprovechando el descanso de los Lakers.
«Siempre que me acerco a lo que hizo James cuando comezó su carrera me llena de satisfacción, de alguna manera todos mis sueños se hacen realidad, dado que él era mi ídolo de niño». Doncic no ocultaba su satisfacción. Logró también su sexto triple-doble de la temporada: aportó 12 asistencias y 11 rebotes (9 de ellos defensivos), lo que le deja como el jugador más valioso, en esa faceta, de la liga.
Doncic sigue pulverizando registros en su segunda temporada en la NBA. Ante los Spurs, disputó 35 minutos. Encestó 14 de los 27 tiros de campo, incluidos 5 de sus 13 intentos de triple. Uno de ellos, el que anotó cuando restaban 26 segundos por disputarse y situó el parcial en el luminoso en un 115-110, se llevó el mérito de la canasta más espectacular del partido. El esloveno sumó también 9 de 13 lanzamientos de personal. Perdió cinco balones -quizá su asignatura pendiente- y cometió cinco faltas personales.
«Puede hacer lo que quiera en una cancha de baloncesto. Está teniendo una de esas carreras mágicas. Es algo fenomenal, tener la oportunidad de participar de esa realidad», se rendía Rick Carlisle, técnico de los Mavericks. «Lo más impresionante es que domina todas las facetas del juego, y además hace todo de una manera fácil, sin que parezca costarle esfuerzo. Todo le fluye con una naturalidad que abruma a sus compañeros, mucho más a sus rivales», estiró el preparador de Dallas.