El coronavirus se ha cobrado la primera víctima directamente relacionada con el deporte gallego. La enfermedad propició el domingo la muerte del exportero y antiguo segundo entrenador del Deportivo Benito Joanet (Esplugues de Llobregat, 1935). El catalán, de 84 años, sufrió un ictus hace dos semanas y finalmente el COVID-19 terminó con su vida, tal como adelantó Información.
Joanet defendió la portería del Deportivo durante una muy intensa etapa entre los años 1965 y 1971. Llegó a Riazor con 29 años, y con el escudo coruñés consiguió los ascensos de 1966, 1968 y 1971. Tuvo una pegada muy relevante en aquel equipo ascensor, en el que jugó 146 partidos repartidos en seis temporadas. A continuación, pasó a ser el principal ayudante de Arsenio, que le había dirigido en su última temporada bajo palos.
Joanet se convirtió en su segundo entrenador durante dos campañas en Primera. Fue aquella la primera experiencia de Arsenio como entrenador. Después del descenso de 1973, Joanet y Arsenio se fueron al Hércules. Fue entonces cuando el equipo de Alicante disfrutó de su mejor etapa de su historia, en una época en la que permaneció ocho temporadas en Primera. Aquel aprendizaje permitió a Joanet iniciar luego su trayectoria como primer entrenador, precisamente en el Hércules, meses después de que se hubiera marchado Arsenio al Zaragoza y ya con la temporada 1977-78 en marcha, en sustitución de Felipe Mesones.
Vínculo con Arsenio
Joanet se labró luego una amplia carrera como primer entrenador y dirigió, entre los años 1980 y 1992, al Antequerano, Cádiz, Mallorca, de nuevo al Hércules, Castellón, Tenerife, Espanyol, Salamanca y Las Palmas. Como jugador, Joanet se había proclamado campeón del mundo juvenil en 1954, antes de militar en el Espanyol, el Barcelona, el Tarrasa, el Europa y el Dépor. «Arsenio y él eran como dos hermanos gemelos, muy responsables y muy trabajadores», indicó Joseba Betzuen, jugador del Hércules cuando el tándem gallego catalán estaba al frente, en declaraciones a Información.