El sueco, ya retirado del tenis profesional por una mononucleósis, quiso contar los problemas psíquicos que sufrió cuando se encontraba en la élite deportiva mundial
05 jul 2020 . Actualizado a las 12:41 h.El extenista sueco Robin Söderling, que llegó a ser número 4 mundial y fue el primero en ganar a Rafael Nadal en Roland Garros, reveló este domingo que sufrió ataques de pánico y ansiedad en su mejor etapa deportiva que provocaron su temprana retirada en 2015 a los 31 años.
Söderling, que llegó a buscar por internet distintas formas para suicidarse, abandonó el deporte profesional oficialmente por una mononucleosis, pero el exdeportista confesó a la emisora pública «Radio de Suecia» que llevaba sufriendo problemas años antes de serle diagnosticada esa enfermedad. «Tenía ansiedad constante, me roía por dentro. Me sentaba en el apartamento y miraba al vacío sin entender, el ruido más pequeño me provocaba pánico. Cuando una carta caía sobre el felpudo, me entraba tal pánico que caía al suelo. Si sonaba el teléfono, temblaba de miedo», afirmó al programa «Verano en P1».
En el 2009, después de disputar la primera de sus dos finales seguidas de Roland Garros, empezó a sentir pánico por primera vez y, con los éxitos, aumentó la presión. «Solo había tres jugadores con los que podía perder, al resto tenía que ganarles, si no me sentía mal, fracasado, un perdedor», admite.
En julio del 2011, después de ganarle a David Ferrer en la final del Abierto de Suecia, su último partido profesional, condujo de vuelta a su casa en Montecarlo y empezó a caer en «un abismo negro sin fondo», un malestar que empeoró un mes más tarde, antes de jugar el US Open. «Me entró pánico, empecé a llorar. Lloraba y lloraba. Volví al hotel y me tiré en la cama, cada vez que pensaba en salir a la pista, entraba en pánico. Por primera vez sentí que independientemente de cuanto quisiera, no podía, ni aunque me pusieran una pistola en la sien», asegura. «Llegué a buscar en Google cómo suicidarme», asegura, aunque cree que realmente no quería morir, pero «cualquier cosa era mejor que esta vida en el infierno».
El diagnóstico de mononucleosis fue lo que acabó precipitando la retirada, que no fue oficial hasta el 2015, aunque le llevó aún más tiempo recuperarse psíquicamente, revela el actual capitán del equipo de Copa Davis sueco. «Rara vez hablamos de problemas psíquicos en la élite deportiva mundial, por eso quería contarlo. A los que se dedican al deporte y a sus padres les digo que entrenen duro y se lo tomen con calma. Haz deporte y sueña, pero si tienes éxito, mantén la perspectiva y búscate una vida, algo que yo no he hecho hasta ahora», afirma.