Llegan los Pirineos, primer gran test del Tour

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STEPHANE MAHE | REUTERS

Un día después de la sorprendente etapa que dejó a los ciclistas en las faldas pirenaicas, la frase típica de la carrera cobra más fuerza que nunca: «El Tour se puede perder cada día»

05 sep 2020 . Actualizado a las 11:30 h.

«En los Pirineos pasarán cosas, aunque seguramente no serán definitivas, porque queda mucha ruta hasta París». La frase la firma Julien Jurdie, director del equipo AG2R y resume bien lo se piensa en el pelotón del Tour de Francia. Un día después de la sorprendente etapa que dejó a los ciclistas en las faldas pirenaicas, la frase típica de la carrera cobra más fuerza que nunca: «El Tour se puede perder cada día».

Será más cierta que nunca en las dos jornadas pirenaicas, que los organizadores han querido suavizar, tras una primera semana muy marcada por la batalla, porque cuentan con terreno suficiente para que los favoritos empiecen a mostrar sus cartas. «No hay ningún final en alto, lo que favorece el control de los dos grandes equipos», señala el director del Groupama, Marc Madiot, que sin embargo opina que «con tantos puertos, tiene que haber espacio para las oportunidades».

Como viene sucediendo en las últimas ediciones, los Pirineos cuentan menos que los Alpes en el Tour. En esta ocasión, menos aún, porque han quedado todavía más diluidos en un recorrido marcadamente montañoso que transcurrirá por los cinco macizos del país.

¿Ataques de los gallos?

La duda reside en ver si los gallos del pelotón seguirán con su actitud conservadora, reservando fuerzas para la última semana, o comenzarán a posicionar sus peones de cara a la general.

El colombiano Egan Bernal, que aspira a renovar el primer puesto de podio que consiguió el año pasado, y el esloveno Primoz Roglic, que llegó como el ciclista más en forma, cuentan, además, con los dos equipos más fuertes, como ha quedado demostrado en la primera semana. Un dominio que, como reconoce el director del Movistar, Pablo Lastra, ha metido el miedo en el cuerpo de los otros equipos, lo que puede atenazar posibles aventuras. «Muchos preferirán esperar a que pase la jornada de descanso (prevista para el lunes). Será después cuando empecemos a ver el ciclismo del Tour», señaló el preparador español.

No opina lo mismo Madiot, convencido de que los Pirineos serán testigo de las primeras escaramuzas entre quienes aspiran a subir al podio final. «Creo que habrá cosas en los Pirineos, tiene que haberlas, porque de lo contrario se lo estaremos poniendo demasiado fácil a los dos grandes equipos», asegura el director del equipo que cuenta en sus filas con el francés Thibaut Pinot como uno de los pretendientes a la victoria. Sin final en subida, el control de la carrera aparece algo más difícil, lo que abre la puerta a que se amenace el dominio de Jumbo e Ineos.

Terreno para aventuras

«Creo que son etapas bien diseñadas para alguien con ganas de romper esa hegemonía», indica Julien Jurdie, director del AG2R, que cuenta en su equipo con uno de esos nombres, el francés Romain Bardet. El ciclista galo, que ha subido dos veces al podio de París, llega a este Tour en emboscada, puesto que su primera intención era apostar por el Giro de Italia, pero los cambios impuestos por la pandemia de coronavirus le hicieron cambiar los planes.

Entre los favoritos, los Pirineos llegan demasiado pronto. «Aprovecharemos las oportunidades si se presentan. De lo contrario, estaremos tranquilos», afirmó el colombiano Egan Bernal. La pandemia cambió las condiciones de preparación de todos los corredores, por lo que la prudencia es la norma en esta edición, sobre todo porque la tercera semana es la más dura y ninguno sabe cómo responderán las piernas tras tantos meses casi sin competición.