Marcelo contra Mendy, Modric frente a Odegaard, Asensio ante Rodrygo y el renqueante Hazard, amenazado por la explosividad de Vinicius, protagonizan las grandes disputas en el once tipo del Real Madrid
15 sep 2020 . Actualizado a las 17:09 h.Desde que tomase las riendas del Real Madrid por primera vez el 4 de enero del 2016, Zinedine Zidane se ha caracterizado por su fidelidad a un grupo que hizo historia con tres Champions consecutivas. Solo las salidas de Cristiano Ronaldo y Keylor Navas, unidas a la caída en desgracia de Bale, abrieron huecos en un once tipo que, más allá de las rotaciones puntuales, sigue reposando sobre la 'vieja guardia' que conforman Sergio Ramos, Carvajal, Varane, Casemiro, Kroos, Modric y Benzema. Pero el marsellés afronta el curso 20-21 con cuatro dilemas principales cuya resolución determinará en buena medida el rostro que luzcan los blancos en su intento por revalidar el cetro liguero y recuperar el esplendor perdido en Europa.
Con Courtois intocable bajo palos tras una soberbia campaña, el lateral diestro y el eje de la zaga retenidos por quienes detentan esos puestos desde hace más de un lustro, el rol de pivote defensivo asignado a Casemiro por méritos propios y falta de competidores, Kroos como interior izquierdo y Benzema ejerciendo de punta de lanza del flanco ofensivo, son cuatro las demarcaciones sobre las que planean interrogantes en cuanto a sus ocupantes. Y en todas ellas se libra una dura pugna que nadie quiere perder, por más que el cargado calendario prometa minutos para todos.
Marcelo y Mendy velan armas en el lateral zurdo. La irrupción del francés la temporada anterior puso contra las cuerdas al brasileño, que durante una década convirtió ese costado de la retaguardia en su latifundio particular. Las lesiones y su mal tono físico ya habían llevado al 22 al banquillo en el curso 18-19, cuando Santiago Solari apostó por el vigor de Reguilón. El regreso de Zidane le devolvió los galones. Pero el buen hacer de Mendy, apuesta personal del técnico, unido al rosario de percances que volvieron a aquejar al ex de Fluminense, hizo que la batalla se inclinase del lado del galo en su primera campaña de convivencia: 2.405 minutos para el 23, por los 1.855 del 12. Marcelo tiene una conexión especial con el preparador, al que ha descrito como «un hermano mayor», pero la necesidad de volver a poner el foco en la solidez defensiva hace que Mendy parta con ventaja.
Otro veterano en apuros es Modric. El croata recobró en la recta final de la temporada anterior su excelso manejo de la batuta. Pero a sus 35 años, tiene que cuidar más que nunca el depósito de gasolina. Zidane detectó la necesidad de aumentar el vigor de una medular justa de efectivos y por eso decidió recuperar a Odegaard. El nórdico, en una de las sensaciones de la pasada Liga con la Real Sociedad, está llamado a recoger un día el bastón de mando. El técnico mimará al balcánico para que sea protagonista en citas de máxima exigencia, pero la sucesión está en marcha y el «mago de Drammen», que ha dejado una grata impresión a sus compañeros en pretemporada, tendrá peso para seguir creciendo al igual que Valverde, otro joven cuya evolución entusiasma en la casa blanca.
Desafío a Hazard
Las incógnitas restantes afectan al tridente de ataque, donde Benzema sigue buscando escuderos. Su mejor socio debería ser Hazard, pero para ello debe recuperar la condición de futbolista diferencial que ostentó en el Chelsea. Su primera campaña en el Real Madrid fue decepcionante. Las lesiones lastraron al crack, que solo firmó un gol y siete asistencias en 22 partidos. El 7 no termina de resolver los problemas con su tobillo derecho y su silueta vuelve a arrojar dudas. Situación que contrasta con la de Vinicius, que ha regresado como un pincel de unas vacaciones en las que se ha machacado para convencer a Zidane de que está listo para empresas de altos vuelos. En el club no sentó bien que el carioca quedase inédito en la vuelta de octavos de la Champions ante el Manchester City y espera que ésta sea la temporada de su despegue definitivo. Pese a ello, Zidane lo tiene claro: si Hazard está en condiciones, no habrá mucho debate.
Más reñida anda la contienda en el extremo derecho. Con Bale apartado «de facto» y pendiente de una salida siempre complicada, son Asensio y Rodrygo quienes opositan con más fuerza. El balear es uno de los «ojitos derechos» de Zidane y respondió bien en el tramo final del pasado curso, tras su larguísima ausencia por lesión. Pero el paulista también cumplió con creces en su primer año en España y el técnico acabó dándole más carrete que a Vinicius en los últimos partidos. La competencia, como en los casos anteriores será máxima.