Los Angeles Lakers se verán acompañados en la final más insólita de la NBA por los Miami Heat, equipo fuera de todos los pronósticos previos que ha logrado alcanzar la meta de las finales en la burbuja de Orlando por la puerta grande, tras batir a unos favoritos como eran Boston Celtics.
Miami, de paso, ha impedido, la más clásica y mítica confrontación del baloncesto americano. Un Lakers-Celtics siempre es recurso de buenos números de audiencia televisa. Y mucho más esta temporada tan atípica que no ha logrado atraer la máxima atención del público americano.
Pero la llegada de los Heat a la final viene precedida por unas claves sorprendentes. Han eliminado con facilidad a Indiana, Milwaukee y por último los Celtics de Boston. En esta ronda final, han sobrevivido a muchos envites de los de Brad Stevens y estuvieron atinados con una defensa en zona que provocó demasiada descompensación entre el tiro exterior y juego por dentro de los de Boston.
Jimmy Butler, figura de los Miami, ha tenido diferentes escuderos en esta final de conferencia. El último, el pívot Bam Adebayo, jugador más mejorado de la temporada y un show inesperado como el de Andre Iguodala, ausente todo el año por lesiones. Por parte de los Lakers, la omnipresencia del rey LeBron James no sorprende a nadie. En apenas un par de temporadas de color púrpura, con la llegada de Anthony Davis como lugarteniente, los angelinos reverdecen viejos laureles. Un total de 32 finales están en sus espaldas.
Y claro, esta inédita versión de la NBA tiene un olor a déjà vu muy interesante. Por una parte, se recuerda perfectamente que los mejores momentos de la historia de los Heat fueron con LeBron luciendo su camiseta. Recuerdos, títulos, MVP de finales, vendrán a la mente del jugador más diferencial de la liga americana. Serán los favoritos.
Y otro nombre que siempre será recordado en Los Ángeles es el mítico Pat Riley, mentor del showtime con Magic Johnson a la cabeza y aquella aureola que rodeaba a los míticos Lakers de los 80/90. Ahora Riley es el cerebro en los despachos del equipo de Spoelstra, entrenador con mucha capacidad y que nuevamente ha dotado de algún extra a su equipo. Veremos qué pasa. El pasado siempre vuelve.