Tao Geoghegan Hart, el alivio a un mal año del Ineos estaba en casa

DEPORTES

FABIO FERRARI | EFE

El joven ciclista tuvo que tomar el relevo de Geraint Thomas como líder y se coronó en Milán como ganador del Giro

25 oct 2020 . Actualizado a las 20:58 h.

Tras las retiradas de Egan Bernal y Pavel Sivakov a las primeras de cambio en el pasado Tour de Francia y asistir durante la temporada a una explosión constante de jóvenes talentos en otros equipos, el conjunto Ineos se apresuró tras la ronda gala a anunciar cuatro fichajes de peso para la próxima campaña. Eran De Plus, Pidcock, Richie Porte y Daniel Felipe Martínez, una mezcla de nueva hornada y veteranos punteros. El anuncio pudo interpretarse como que desde los despachos se miraba más al futuro que a Italia y España, lo que quedaba por delante.

Con la retirada de Thomas tras su caída, Tao Geoghegan Hart se convirtió automáticamente en el hombre de la general. No tanto por méritos, sino porque el británico, de tan solo 25 años, era el que más que se ajustaba al perfil de todoterreno. Salvatore Puccio es un corredor de clásicas, Ben Swift un esprínter, Narváez una joven promesa y tanto Jonathan Castroviejo como Rohan Dennis eran dos contrarrelojistas de élite —igual que Ganna—, pero el español y el australiano funcionan también como trabajadores fieles para un líder en los puertos. Solo quedaba Tao. Era, en definitiva, el que había.

Nacido a cinco kilómetros de Londres en 1995, Geoghegan Hart es otro producto del programa ciclista olímpico inglés, potenciado a raíz de los Juegos del 2012, que tantas alegrías dio en el pasado al conjunto Sky.

El corredor formaba parte del equipo desde el año 2017. Oficialmente, porque ya trabajaba con la formación desde el 2015 como stagiaire, otra palabra francesa que se usa en el ciclismo para definir a un novato a prueba.

Graduado en Milán

Tao Geoghegan Hart pisó Palermo como gregario, pero en Catania, ya como teórica baza del Ineos antes de la salida de la cuarta etapa, su currículo se convirtió en escaso. Llegaba de un tercer puesto en la Vuelta a la Comunidad Valenciana en el 2020, que se sumaba a un segundo puesto en el Tour de los Alpes en el 2019, un quinto en la Vuelta a Polonia ese mismo año y otros dos quintos puestos en California y Burgos en el 2018.

En Italia no le fue demasiado bien la pasada campaña. Se cayó de camino al Lago Serrú, en los Alpes, cuando formaba parte de una fuga y se rompió la clavícula. Tuvo que abandonar la competición. Sí había logrado acabar las dos veces que disputó la Vuelta a España. Estuvo cerca de obtener una victoria en el alto de la Cubilla, pero Jakob Fuglsang no le dio opción a disputar aquella victoria. Llegó 22 segundos por detrás del danés. Su gran papel no le valió ni siquiera para unos segundos de televisión, que se centraba en cómo Valverde se quedaba ante el empuje de Superman López.

En el Giro más extraño, las cámaras son para él. Se le vio brillar en el Stelvio acompañado de un Dennis magistral y un Hindley al que hay que aplaudir. Se le ha visto imponerse en Sestriere en el día en el que se debía haber subido el Izoard. A lo grande, ganando antes de coronar en Milán.