Hubo un día que les miramos a los ojitos. «Al rubio del nombre tan raro le han echado ya una vez y si somos listos le echan otra. Le decimos alguna cosita que no le guste... Esto es el fútbol, chicos. Esto es de listos. Le digo yo que ya le han echado y le echan otra vez porque se calienta como la madre que le parió». Ese día, Luis Aragonés enseñó al fútbol español que no era menos que Alemania. Lo decía él, que vio cómo los bigardos del norte le quitaron su mayor logro como jugador (la casi Copa de Europa del 74 ante el Bayern). Aquella Eurocopa del 2008 fue para España, que abriría un ciclo victorioso roto con el ridículo del Mundial de Brasil 2014, en el ocaso de una generación.
Y en esas sigue España. Intentando saber qué lugar ocupa ahora dentro del balompié internacional. Si hay para más, o toca esperar hasta juntar otra hornada de talentos. Es evidente que los Casillas, Puyol Xabi Alonso, Xavi Hernández, Iniesta, Villa o Torres son irrepetibles, pero cabría esperar que la Liga que presume de la mejor del mundo pudiera generar un grupo con el que al menos pelear en las rondas finales de los grandes eventos. Quizás hoy, Alemania, también en transición, pueda despejar esa incógnita. ¿Realmente hay para más o vivimos del pasado? Es importante dar respuesta a esta cuestión para saber hasta dónde exigirle a esta selección. ¿Da para ganar algo? ¿Solo para llegar a cuartos?
A bote pronto, cuesta creer que la actual selección esté entre las ocho mejores del mundo. Hay dudas en la portería, con De Gea eternamente cuestionado y Kepa marginado en el Chelsea. En la defensa los años pasan para Carvajal (hoy ausente) y Ramos, con Piqué ya retirado y Alba semiapartado. En la medular y en el ataque, sobran cromos repetidos. Jugadores con buen nivel, pero pocos o ninguno desequilibrantes. ¿Cuántos podrían tener un valor de mercado que se acerque a los cien millones de euros? ¿Cuántos estarían en un top-30 de un Balón de Oro? Por diferentes razones, jugadores llamados a ser pilares de la reconstrucción española se han ido cayendo inexplicablemente. Aquella sub-21 de Lopetegui que ganó el Europeo en el 2013 deberían ser ahora la que marcase el paso. Hablamos de De Gea, Montoya, Bartra, Íñigo Martínez, Alberto Moreno, Illarramendi, Koke, Thiago, Isco, Muniain, Morata, Rodrigo... Pero no lo están haciendo. Quizás hasta se les haya pasado el arroz y haya que esperar a los Ansu Fati, Pedri y compañía. El tiempo lo dirá.