Un Athletic-Barça es todo un clásico de las finales de Copa y se prevé que también sea un gran partido de Supercopa, a pesar de que estamos delante de dos equipos que a priori se encuentran en plena reconstrucción de sus proyectos deportivos. Los rojiblancos, con un cambio de entrenador reciente; y los azulgranas, con un año complicado, con muchas bajas y la duda de Messi, que no sabemos si podrá llegar a tiempo de jugar la final. La recuperación del argentino es un condicionante claro a la hora de analizar lo que puede ser el partido, pues el funcionamiento de su equipo no es el mismo con o sin él.
En lo que respecta al Athletic, Marcelino sustituyó a Garitano hace poco y todavía no le ha dado tiempo a trabajar todo lo que él quiere, pero sin duda la victoria contra el Real Madrid en semifinales le ayudará a la hora de reafirmar esos primeros retoques que ha podido introducir. Por el momento, hemos podido ver algunas cosas interesantes en estos primeros días en el banquillo, como una presión alta, que es una herramienta que le gusta mucho a Marcelino y que al Athletic le permite ser más ofensivo y buscar la victoria desde el primer minuto. Seguramente, le hubiera gustado disponer de más tiempo para poder trabajar con el equipo y pulir otros detalles y por eso hablamos de que esta final llega en una situación un poco extraña para todos.
En cuanto al Barça, afronta el partido como una oportunidad para ganar un título en un año que se presentaba difícil. Eliminó con apuros a la Real y ahora se enfrenta al Athletic, con la posibilidad de recuperar a Messi, que sería un impulso anímico y también futbolístico. A favor del equipo de Koeman también está que le ha ganado a su rival de hoy las últimas tres finales de Copa que disputaron, aunque la última Supercopa cayó del lado bilbaíno. Este título ayudará mucho al que gane.