El Coruxo impuso su propuesta a la del conjunto coruñés, que buscó reaccionar tras el descanso pero queda a tiro de milagro de jugar la fase de ascenso
08 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Deportivo sigue a full en su faena. La de resucitar cualquier equipo que le salga al encuentro. Esta vez tocó un Coruxo bien plantado, que se agarró a sus opciones de permanencia mientras el visitante despedía las de ascenso en otra cita para la galería de los grandes horrores coruñeses.
«¡Las segundas jugadas!». De esta pandemia solo saldremos sabiendo qué suplentes tienen vocación de técnico. Los gritos desde las gradas de O Vao, ocupadas por los futbolistas de reemplazo, permitieron ratificar aquella teoría de que el fútbol se aprecia mejor desde las alturas que a pie de banquillo. Héctor, Bergantiños y compañía tardaron poco en apreciar que el partido estaba en los duelos y el Dépor no se llevaba uno.
El primero lo perdió de inmediato Uche, permitiendo a Silva plantarse solo en el área chica. Desde allí chutó forzando el estreno de Abad cuando aún no se había quemado un minuto de encuentro. El rechace lo estrelló Rivera en las piernas de un zaguero, y no hubo gol pero sí un anticipo. La acción retrató el desequilibrio de fuerzas, con el nigeriano incapaz de dominar la medular en solitario. Lento, limitado al pase en corto y desprotegido. Borges se plantó más arriba, a la altura de Raí, que es un medio camino entre la zona de creación y la de remate, regalando la superioridad en ambos frentes.
El Deportivo eligió masificar los costados, pero solo produjo atascos. El tico, Valín y Keko coincidieron demasiadas veces, agravando el problema de un césped en pésimo estado. Por la izquierda sucedió lo mismo con Raí, Salva y Lara. El extremo andaluz consiguió salir una vez del atasco y llegar conduciendo hasta la frontal, donde sacó un buen disparo al que respondió Alberto. En esa parada murió la única ocasión visitante antes del descanso.
Los de casa gozaron de alguna más, aprovechando mucho mejor los espacios. Mujaid impidió lanzándose al suelo un remate franco de Chabboura, pero nadie llegó a tapar poco después al hispanomarroquí cuando le cayó el mal rechace de Abad a un intento de gol olímpico. Veinte minutos y el conjunto blanquiazul presa ya de la necesidad de anotar tras cuatro encuentros sin lograrlo. No hubo quinto bueno para los coruñeses y el único que vio puerta fue de nuevo el Coruxo.
Antón de Vicente avanzó por el carril y mandó un balón llovido al área, donde no hubo quien despejara en condiciones. El cuero alcanzó a Silva y Keko lo atropelló en el área. El propio ariete de los de casa se encargó de transformar sin problema el claro penalti y dejar la cita ya claramente escorada antes del descanso.
Del vestuario salió otro Dépor, al menos por nombres. De la Barrera optó por una reforma casi absoluta, tirando de los últimos productos del mercado de invierno. Rayco y Villares saltaron al césped junto a Héctor y Miku, y los ex del Fabril le dieron otro aire al equipo. Especialmente el extremo, que se atrevió y produjo. Al poco de aparecer le regaló una asistencia a Raí que el brasileño envió fuera por un pelo.
El Coruxo se acantonó fiando la victoria a un ejercicio de resistencia, y consiguió que el dominio coruñés no se tradujera en ocasiones claras hasta que el partido estaba muriendo. Ahí encadenó tres ocasiones claras el Deportivo, todas muertas en los palos. Repelieron un remate de Granero en un córner, un centro envenenado, y un buen chut de Galán. El descalabro blanquiazul quedó grabado en la madera.
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Alberto; Ántón de Vicente, Andriu, Crespo, Aspas; Jacobo, Chevi (Manu, min 83); Rivera (Vila, min 68), Mateo (Aarón, min 68), Chabboura; Silva (Álex Ares, min 83).
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Abad; Valín, Mujaid, Granero, Salva (Héctor, min 46); Borges (Villares, min 46), Uche; Keko (Galán, min 62), Raí, Lara (Rayco, min 46); Adri Castro (Miku, min 46).
GOLES: 1-0, min 21: Chabboura; 2-0, min 36: Silva (penalti)
ÁRBITRO: Gao Aladro (comité asturiano), mostró amarilla a Jacobo, en el Coruxo y a Salva, del Deportivo.