Al clásico no le llega el depósito

DEPORTES

JuanJo Martín | EFE

10 abr 2021 . Actualizado a las 23:00 h.

Cuando llegue el día del juicio final, la sala que se encargue de los asuntos del fútbol tendrá plancha con el caso Valverde como para colapsar —también— la justicia divina. Ante el tribunal declararán en calidad de investigados Pepe Mel, Cristóbal Parralo y Clarence Seedorf. Tendrán que explicar cómo es posible que el uruguayo no tuviese sitio en aquel Deportivo aparentemente sin recursos y que daba pena ver.

El Barça tiene dos grandes vías acceso al área rival. Una es Messi y la otra es Jordi Alba. Fede Valverde se encargó ayer de secar al segundo en uno de esos marcajes al hombre que el que los sufre tiene ganas de abofetear al rival. Solo una le concedió el uruguayo, un hueco para la carrera y el centro un minuto antes de ser sustituido. Y fue el primer gol del Barcelona. En la jugada tras el cambio, llegó el segundo centro de Alba que no fue el empate de milagro

Eso de Fede en defensa, porque en ataque inició la jugada del primero del Madrid y se le fue al poste el tercero. De lado a lado constantemente. Box to box le dicen ahora.

El Madrid le dio un baño al Barcelona en la primera parte. Con Modric haciendo fútbol al primer toque hacia el espacio, Lucas Vázquez mostrando que no le queda grande el traje de titular en el Real Madrid y con Vinicius en la mejor versión que se le conoce en España. En el segundo tiempo, el baño vino del cielo y el Barça salió beneficiado.

El problema es que a este partido, no hace tanto grande, se le ven las costuras. Cuando se les acabó la gasolina a los titulares, cuando el partido entró en el culmen narrativo y debía decidirse de uno y otro lado, comenzaron a desfilar por el campo jugadores como Mariano, Braithwaite, Trincao, Isco o Marcelo. Y no están para ser cabezas de cartel a estas alturas. Un bajón.