Argumentos a favor y en contra del Atlético, el Real Madrid y el Barça en la apasionante carrera por el título
12 abr 2021 . Actualizado a las 16:55 h.Tras constantes cambios en las sensaciones y en los pronósticos provocados por la angustia del Atlético para mantener el liderato y la pujanza de Real Madrid y Barcelona, a los que jamás se les puede enterrar antes de tiempo, sobre todo al equipo blanco de Zinedine Zidane, la Liga entra en una recta final apasionante. «Está como les gusta a todos», dijo el Cholo Simeone tras el sufrido empate de los colchoneros ante el Betis y en una de sus veladas puyas a un sistema al que le interesa que los dos grandes compitan hasta la batalla final.
A falta de ocho jornadas, la clasificación se ha comprimido al máximo. El Atlético se mantiene una semana más como líder, pero su eterno rival le pisa los talones, solo un punto por debajo, y el equipo del indignado a conveniencia Ronald Koeman, a dos. El calendario, con trampas para todos, aún tiene que deparar un duelo directo entre azulgranas y rojiblancos en el Camp Nou, con los merengues a la expectativa, que puede resultar decisivo.
El manual de resistencia de un líder en los huesos Tras dilapidar una ventaja nunca vista y dejar una Liga nueva, el Atlético aún presenta argumentos a favor de su candidatura. En la era Simeone, se doctoró en supervivencia. Y en ese manual manda Jan Oblak, todavía el Zamora de este curso. El esloveno de los nervios de acero encaja más goles que semanas atrás pero salva puntos de oro con penaltis detenidos o paradas milagrosas.
Otro dato irrefutable a su favor es que aún es líder y es el único que depende de sí mismo. Le viene bien ser el último en la mayoría de las quinielas y que se le considere ya agotado. Ese papel le encanta al Cholo y a su ejército. «Se trata de resistir, como en la sociedad», destaca el argentino, feliz con ese lema nuevo victimista de «contra todo y contra todos». Los dos próximos partidos en casa, ante Eibar y Huesca, llaman a dos triunfos que tranquilicen al personal del Metropoliltano.
En el lado negativo, asoman más argumentos para no creer en el Atlético. El fundamental, su nivel de juego actual y sus últimos resultados. Pierde renta jornada a jornada. En un mes, se ha quedado sin colchón. Aquellos 50 puntos de 57, con 16 victorias, dos empates y una derrota en la primera vuelta, ya son historia. Un líder qque suma solo 16 de los últimos 36 puntos en disputa, no es fiable. Es un claro candidato a no ganar la Liga.
Primero el coronavirus y ahora lesiones clave como las de Luis Suárez y Joao Félix, le han dejado en los huesos. Un equipo que se presenta a la final del Benito Villamarín con Gbric, Felipe, Vrsaljko, Lodi, Torreira, Vitolo y Camello en el banquillo, no tiene pinta de alirón. También le perjudica ese tendencia cholista a recular en los momentos cumbre.
Un Madrid al alza pero con la gasolina al límite El Real Madrid llega a la resolución del campeonato en el mejor momento de la temporada. Tras sumar 35 de los 39 últimos puntos en liza, la tropa de Zidane está pletórica de moral y tiene, a priori, un calendario menos exigente que sus rivales en la pelea por el título. En la notable dinámica de los blancos está desempeñando un papel fundamental el acierto de Benzema, que enlaza siete jornadas consecutivas viendo puerta, incluyendo dos dobletes.
El francés careció de escuderos en los primeros meses de competición, pero Asensio y Vinicius han elevado sus prestaciones en las últimas semanas y contribuyen ya al apartado goleador de una escuadra que no va precisamente sobrada de pólvora. La unión del grupo con Zidane es otro de los avales del vigente campeón, que superó días convulsos y se fortaleció a partir de la flexibilidad táctica del preparador marsellés y su ascendente sobre el vestuario.
En contra juega la incesante plaga de lesiones, que amenaza con pasar más factura en un tramo que el Real Madrid alcanza con la gasolina al límite. Futbolistas clave como Sergio Ramos y Carvajal siguen en la enfermería, no conviene depositar demasiadas esperanzas en Hazard cuando vuelva, dada la fragilidad física del belga, y en la cuneta se ha quedado Lucas Vázquez, un multiusos que tapa igual un roto que un descosido.
La Champions puede ser una distracción, en caso de que el conjunto de Chamartín logre superar la eliminatoria de cuartos ante el Liverpool, bien encarrilada con el 3-1 de la ida. Su continuidad en Europa supone un esfuerzo adicional que se ahorran sus competidores y divide la atención porque por mucho que a Zidane le ponga la Liga, la 'orejona' es lo que verdaderamente enciende al rey de Europa.
El Barça es tierno pero tiene a Messi
El Barça a favor tiene la inercia positiva con 19 jornadas seguidas sin perder pese a la última derrota ante el Madrid de la que rápidamente se ha hecho una lectura optimista: el equipo fue a más, con larguero final de Ilaix Moriba, y el árbitro le perjudicó. Hay fe en hacer un pleno de ocho triunfos. Nadie sabe todavía si Leo Messi seguirá, pero su motivación y pasión por el fútbol están fuera de toda duda. Se espera su mejor versión tras dos partidos sin marcar. Y si el 10 produce goles, todo va rodado.
Pero el Barça aún es tierno, incapaz de sumar en los tres pulsos ante los otros dos candidatos al título. Es la señal inequívoca de que es un equipo que se está rehaciendo tras la humillante temporada 2019-20 y que se ha metido en la lucha por la Liga por méritos propios, pero quizás demasiado pronto para sus posibilidades reales.
La final de la Copa del Rey del próximo sábado ante el Athletic en La Cartuja de Sevilla es una fecha clave también para la Liga. El Barça necesita ese título para rearmarse anímicamente, pero si no lo gana, quedará muy tocado. Y ya se ha visto esta temporada que le cuesta levantarse tras golpes como el 1-4 ante el PSG, el 0-3 contra la Juventus o, precisamente, la final de la Supercopa ante el propio Athletic (2-3). De momento, es una distracción por ese cartel que ya tiene de posible salvación de la temporada.
Los pobres partidos ante el Valladolid y el Real Madrid han demostrado que el parón de las selecciones es perjudicial para un equipo que iba lanzado. Aunque parezca contradictorio, tampoco ayuda estar fuera de Europa porque Messi y sus compañeros más expertos se han acostumbrado en su carrera a competir cada tres días.