Aymeric Laporte, defensa de la selección española: «No pueden dudar de mí, no se cuestiona mi compromiso»

Robert Basic

DEPORTES

PABLO GARCIA / RFEF / HANDOUT

El futbolista de origen francés aspira a ganar el torneo con su país de adopción y asegura que su objetivo es «llegar lo más lejos posible»

19 jun 2021 . Actualizado a las 10:44 h.

Amable y sonriente, el hombre que hace un mes obtuvo el pasaporte español habla con pasión de la Eurocopa y de los grandes planes de selección española en el torneo continental. Quiere acabar en lo más alto, un futbolista que viene de abajo y que ha conseguido todo con mucho sacrificio. Solo era un niño cuando se marchó de casa en busca de un sueño. Lo pasó mal, hubo lágrimas y tentaciones de renunciar. Es la receta que aplica en la Eurocopa: esfuerzo, compromiso y ambición.

—Agen, Bayona, Lezama, Mánchester, Eurocopa. ¿Hasta dónde quiere llegar?

—De momento estoy aquí, pensando en disfrutar de cada momento. Lo hago con cada minuto y segundo de esta Eurocopa. Espero llegar lo más lejos posible, al igual que España. Mi debut contra Suecia fue uno de los mejores momentos y más importantes para mí. Pero no hay que emocionarse, porque un día estás arriba y otro abajo. El objetivo es estar arriba, pero no siempre se puede. Lo que quiero es estar aquí, pelear y dar mi máximo nivel. Esa es mi meta personal y también la de España.

—Siempre ha sido muy maduro, adelantado a su edad, diferente, hasta tal punto de que ni siquiera tiene agente. No es algo habitual en el fútbol.

—Sí. Me marché de casa siendo muy pequeño. Viví muchas cosas, tanto con representantes como en el mundo del fútbol. Mis padres me han educado de una manera por la que les estoy muy agradecido. Soy lo que soy gracias a ellos. Me han transmitido carácter, formas de hacer las cosas, que es lo más importante en esta vida. Intento no defraudar a ninguna persona, ser correcto y sincero al mismo tiempo.

—Aprendió a desconfiar.

—No se puede confiar tanto. El jugador debe protegerse de toda la gente que hay alrededor del fútbol porque no siempre es la correcta. Tengo la suerte de tener unos amigos y una familia extraordinarios.

—¿Se ha hartado de esperar a Francia?

—Hay momentos para todo en esta vida. Era el momento de dar el paso, pero también porque la normativa lo permitía. Antes no se podía. Se trataba de aprovechar todas las circunstancias para estar aquí en estos momentos.

—¿Le molesta que se cuestione su compromiso con la selección española?

—Creo que no se cuestiona mi compromiso...

—... sino su sentimiento.

—El sentimiento. Es algo más político que otra cosa. Lo he dicho desde el minuto uno: voy a defender a España como si fuera mi todo. No tengo otro objetivo que no sea el de España. No pueden dudar de mí. Es la realidad.

—Contra Suecia, usted trasladó la imagen de un líder sobre el terreno de juego.

—Es mi juego de siempre. Luis Enrique me da esa confianza que necesito para demostrar lo que puedo hacer, mis capacidades. Estoy cómodo en este equipo. Los jugadores son magníficos, excepcionales. Juegan al fútbol que no me lo creo. Tienen una calidad tremenda. Eso ayuda.

—¿Cuándo se dio cuenta de que valía?

—Cuando firmé por el Athletic fue un cambio tremendo en mi vida. Me fui de casa con 15 años. Había perdido tres años porque con 12 estaba a una hora de mi casa y solo volvía los fines de semana. Tomé la decisión de irme fuera de Francia con 15 años sin acompañantes. Mi mentalidad ha sido siempre la de afrontar todos los desafíos que tenía.

—¿Y hubo malos momentos en esa época?

—Sí, sí. Incluso en los primeros meses, antes de llegar al año. Me preguntaba cómo se podía vivir todo aquello solo. Muy duro. Llamaba a mis padres todos los días. Lloraba muchísimo y lo pasaba mal. Si al final no hubiese servido para nada, me habría arrepentido muchísimo de aquella decisión. Por suerte, o por lo que sea, estoy hoy aquí y he cumplido mi sueño, uno de ellos. Todavía hay muchos por delante, pero estoy muy contento de lo que he logrado hasta ahora.

—De Piqué y Ramos a Laporte y Pau Torres.

—Sí, aquí estamos los dos. Y espero que para mucho tiempo en la selección.

«Mis ídolos desde pequeño eran Pauleta y Wiltord, porque marcaban goles»

Laporte es un defensa atípico, que de pequeño miraba más hacia el área rival que hacia la propia. De ahí su concepción del fútbol.

—¿Cuándo era pequeño en quién se fijaba?

—No tenía referentes en defensa, solo en la delantera. Me gustaban los que metían goles. Como Pauleta, que jugaba en el Girondins de Burdeos, y Sylvain Wiltord. Eran mis dos ídolos. Me encantaba el Girondins, era mi equipo de pequeño. Ahora lo está pasando muy mal. También me fijaba en Laslandes, en Dugarry.

—Quería meter goles.

—Sí. ¡Empecé de delantero! Luego me pusieron de mediocentro y acabé atrás.

—¿Contra Suecia, salieron reforzados por las sensaciones o fastidiados por el resultado?

—Salimos con la sensación de haber jugado bien, un buen fútbol con muchas ocasiones, pero sin marcar ni ganar. Fue un poco frustrante. Sabemos lo importante que es sacar los tres puntos en el primer partido, una liberación. No la hemos tenido y es lo que ha faltado. Estamos con mucha confianza porque tenemos grandes futbolistas, buen juego y podemos hacer mucho daño a los rivales.

—Llega Polonia. Un nombre: Lewandowski

—Uno de los delanteros más importantes de Europa y del mundo. Hay que estar atentos y no cometer ningún fallo porque él los aprovecha muy bien.

—¿Qué le queda por soñar en el fútbol?

—Ganar esta Eurocopa.

—¿Lo ve factible?

—-Bueno, pues yo sí sueño con ganar esta Eurocopa y lo que nos viene por delante.