Los deportistas deberán cumplir un manual de medidas anticontagios que incluye un detallado protocolo y cuyo incumplimiento podría castigarse con sanciones como la descalificación o incluso la expulsión del país
20 jun 2021 . Actualizado a las 16:31 h.Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han decidido romper con una tradición habitual desde Seúl 88. Tras afirmar que distribuirían preservativos a los atletas participantes, como es habitual en estos eventos, aunque con la recomendación de no usarlos durante la competición, la organización ha cambiado de parecer según apunta el diario Kyodonews y, en línea con las medidas anticovid, finalmente han decidido que los repartirán pero no durante la estadía de los deportistas en la Villa Olímpica, sino una vez que vuelvan a sus países. «La distribución de condones tiene como objetivo concienciar sobre enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el VIH, que son una amenaza para los jóvenes en muchos países», señaló el director general de la Villa Olímpica, Takashi Kitajima, en una rueda de prensa. «El objetivo no es que los usen en la Villa Olímpica, sino que pediremos a los atletas que se los lleven de vuelta a sus países de origen para cooperar en concienciación de las ETS y de su erradicación», explicó Kitajima durante un acto en el que se mostraron a la prensa los alojamientos para los atletas.
El reparto de condones entre deportistas es una medida habitua por iniciativa del Comité Olímpico Internacional, señaló el responsable del comité organizador, quien añadió que durante Tokio 2020 «se ha querido continuar con esta medida de concienciación» pese a la situación de la pandemia. Los organizadores tienen previsto repartir unos 150.000 preservativos entre los más de 11.000 atletas que participarán en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de la capital nipona, según cifras recogidas por medios locales.
Los deportistas participantes en los Juegos deben cumplir un manual de medidas anticontagios que incluye un detallado protocolo de distanciamiento social y un amplio elenco de comportamientos prohibidos, entre ellos los abrazos, estrecharse las manos u otras formas de contacto físico, aunque el sexo no aparece mencionado en el documento. El incumplimiento de estas medidas podría castigarse con sanciones como la descalificación de los Juegos o incluso la expulsión del país, en función de la gravedad de la infracción, según los organizadores.
Los anfitriones también anunciaron hoy que se permitirá beber alcohol dentro de la Villa Olímpica, aunque señalaron que solo se podrá hacer «en espacios privados e interiores, pero no en parques o en exteriores», según dijo Kitajima. Además, en línea con las medidas de distanciamiento social, «se pedirá a los atletas comer y beber solos, y esto también incluye el alcohol», señaló el responsable de la Villa Olímpica.
Así será la Villa Olímpica
Ubicadas en una isla artificial de la bahía de Tokio con vistas a la metrópolis, estas instalaciones de 44 hectáreas contarán con 18.000 camas para los deportistas olímpicos y otras 8.000 para los paralímpicos, según explicaron los organizadores al mostrarlas a los medios.
Los atletas se alojarán en bloques de viviendas construidos especialmente para la ocasión y similares a otros complejos residenciales de alto perfil que han proliferado en los últimos años en esta zona nueva de Tokio. Se repartirán en unas 3.800 unidades individuales o dobles, equipadas especialmente con «accesibilidad universal» (aptas para personas con discapacidad o movilidad reducida), y en el caso de equipos olímpicos de gran tamaño, podrían ocupar plantas o incluso edificios enteros.
Protocolo covid
Además de una clínica para atender las necesidades médicas generales de los deportistas, la Villa Olímpica cuenta con un centro especial adonde deberán dirigirse los atletas que den positivo por covid-19 en las obligatorias pruebas diarias de saliva.
En ese centro se realizarán test nasofaríngeos PCR para confirmar los contagios de atletas, que deberán aguardar a los resultados en unas habitaciones de aislamiento habilitadas para ello. Si el PCR arroja un nuevo positivo, el paciente será enviado a unas de las instalaciones de cuarentena (principalmente hoteles) designadas con este fin fuera de la Villa Olímpica, o trasladado a un hospital en caso de tener síntomas moderados o graves.
El centro de la Villa contará también con un equipo especializado en localizar a personas que hayan tenido contacto estrecho con los infectados, a quienes también se testará y pondrá en aislamiento temporal. Uno de los responsables de los servicios médicos de Tokio 2020, Tetsuya Miyamoto, señaló que entre los mayores desafíos que afrontan estas instalaciones es «ser capaces de lidiar con situaciones en las que pueda haber muchos contagios debido al elevado movimiento de personas» en la Villa, en declaraciones a los medios.
Ocio limitado
Los residentes de la Villa también dispondrán de un enorme gimnasio equipado con más de 600 máquinas de entrenamiento, dentro del cual se deberá llevar también mascarilla y donde se instalarán pantallas separatorias entre cada aparato.
En su tiempo libre, podrán salir a varias zonas verdes integradas en la Villa, acudir a espacio de recreo con videoconsolas, tenis de mesa o aparatos de realidad virtual; o visitar una plaza donde contarán con diversas tiendas y servicios, pero en ningún caso podrán abandonar las instalaciones olímpicas por su cuenta.
A la hora de desplazarse a instalaciones de entrenamiento o a las sedes de competición, los participantes en los Juegos dispondrán de un sistema especializado de taxis y autobuses, ya que no se les permite tomar el transporte público. Además de someterse a test diarios de coronavirus, los atletas deberán cumplir con un amplio y detallado elenco de medidas para prevenir posibles contagios durante su estancia en Japón, y en caso de incumplimiento se exponen a sanciones que podrían incluir su descalificación de los Juegos para las infracciones más graves.