El triunfo ante Tsitsipas en Nueva York confirma su enorme potencial
04 sep 2021 . Actualizado a las 22:17 h.El público que se arremolinaba en los aledaños de la Arthur Ashe se sorprendía ante el estruendo que emanaba de la pista central del US Open. Los espectadores que se encontraban en ella, pasaban de aplaudir frenéticamente a frotarse los ojos incrédulos ante el inesperado espectáculo que estaban presenciando: un chaval español de 18 años, desconocido para la mayoría de ellos, estaba dominando al cabeza de serie número 3, al jugador que más partidos ha ganado este año, y claro aspirante a comandar el tenis mundial en los próximos años, el griego Tsitsipas.
Y lo estaba haciendo, no porque el heleno tuviese un mal día, sino porque el murciano con un ritmo de juego trepidante, al estilo del Agassi de las mejores épocas, alternando con dejadas que sorprendían una y otra vez a su rival, ofrecía un potencial de juego que dejaba atónitos a los espectadores de la monumental pista neoyorquina.
Cuatro horas de un partido excepcional que tuvo de todo: dominio inicial del español y reacción del griego que ganó el segundo set y llegó a dominar el tercero por 5-2 y 40-15. A partir de ahí se vio la mejor versión del Alcaraz, que con un tenis fantástico logró una remontada increíble ante la sorpresa de un público entregado a un chaval que les estaba ofreciendo un recital de tenis.
La dureza de ese tercer set pasó factura al español, poco experimentado en partidos a cinco sets, y que tuvo luego que ser atendido por unas molestias musculares tras la versión arrolladora de Tsitsipas en el cuarto set. La sensación de que Alcaraz se encontraba tocado y no podía desplazarse como lo había hecho hasta entonces, hizo temer que el partido estaba decidido, pero para regocijo del público, en el quinto volvió la mejor versión de Carlos, que con una confianza en si mismo extraordinaria, iba defendiendo sus saques, mientras Tsitsipas, cada vez más tenso y crispado, dominaba solo con sus primeros servicios. El tie-break , extraordinario, puso un adecuado colofón a un partido excepcional. Alcaraz hubo de dar la vuelta a la pista para complacer a los aficionados que querían hacerse una foto con él.
De promesa a realidad
El camino tenístico de Carlos Alcaraz se ha caracterizado siempre por una progresión constante. Hijo de exjugador y posteriormente director de la escuela del Club de Campo de Murcia, Carlos creció desde pequeño en las pistas de tenis y siempre mostrando una gran afición y pasión por el deporte de la raqueta. Esa pasión la ha demostrado siempre en toda su trayectoria, tanto en los entrenamientos como en la competición, y va unida a un excelente entorno. Enseñado por su padre y entrenadores de su club hasta los 14 años, su encuentro con Juan Carlos Ferrero es de suma importancia en su progresión.
Arropado en Equelite, donde también se entrena Carreño, el murciano crece junto a una persona sencilla, exigente y conocedor de cómo dar los pasos para llegar a la cima, que lo lleva sin prisa ni pausa, evitando que sea presionado con comparaciones con Rafa Nadal. El mallorquín es un referente para Carlos, que admira su mentalidad, sin embargo, a la hora de tomar referentes, identifica más su juego al de Federer. «Yo quiero tener mi estilo pero siempre busco atacar», y realmente tiene unas condiciones excepcionales para hacerlo.
Ritmo
Con un muy buen revés, y una derecha demoledora, su juego es de constante ataque, sin bolas de transición.
Físico
Fuerte y muy rápido, esta característica le permite llegar bien posicionado para atacar.
Toque
No es fácil, que un jugador de ataque, pegador, tenga facilidad en el juego de toque. Carlos tiene una mano privilegiada que le permite hacer extraordinarias y sorpresivas dejadas, como las que sufrió Tsitsipas.
El saque
Lo ha mejorado, pero es el golpe menos efectivo de su repertorio y el que sin duda tiene que mejorar más, para no jugar con handicap con los mejores.
Desparpajo
Siempre sale a ganar, juegue contra quien juegue. Disfruta jugando y se le nota. Es una de los principales consejos que siempre le da Ferrero.
Personalidad
Como se comportó en la Arthur Ashe, tanto durante el partido como en la celebración del triunfo, muestra una naturalidad y una soltura que son un tesoro en un deporte de tanta presión como el tenis.
Gojowczyk, próximo rival
El próximo rival parece asequible. Con 32 años y salido de la previa, el alemán en teoría es un rival mucho más fácil que Tsitsipas. Si Carlos logra la victoria, igualaría el record de Chang y Sampras en 1989, en ser el más joven en alcanzar los octavos de final, y confirmar las declaraciones de diversas personalidades del mundo del tenis que le vaticinan un extraordinario futuro.
El relevo para una generación
En un momento en el que el tenis español veía con preocupación el relevo de una gran generación, con Rafa Nadal en sus últimos años competitivos, la aparición de Carlos Alcaraz hace concebir fundadas esperanzas de que España siga teniendo protagonismo en las grandes citas.