Viajé el pasado fin de semana a Ávila. Me encantó su muralla. El lunes, ya de vuelta, observé de manera rutinaria la nuestra, la miré con otros ojos, colosal. Soy un enamorado de las playas de Cádiz, pero qué me decís de los arenales de la Mariña lucense, espectaculares. Solo visité los fiordos noruegos postrado en mi sillón contemplando su majestuosidad en los documentales de la 2. Los cañones del Sil y del Miño en la Ribeira Sacra, no pensáis que son arrebatadores a la vista en cualquier estación del año. No soy fanático pensando que lo nuestro es lo mejor, tampoco de los que únicamente valoran lo de fuera minimizando lo propio. Estoy más por respetar y disfrutar lo más lejano y cuidar y sentirme orgulloso de lo cercano. Estos últimos días, la noticia solidaria puso al CD Lugo como protagonista. La iniciativa congregó una unanimidad en torno al club que hacía tiempo que no se veía. Aplauso general, reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras. La Palma hoy es un poco más rojiblanca. Disfrutar de otros equipos, de otros partidos no es incompatible con ayudar a crecer lo propio y a valorarlo. Con crítica, con opinión, con análisis, también con reprobación. En Butarque, en el campo del todopoderoso Leganés, no pasaron muchas cosas en el primer tiempo, el equipo salió atrevido, tuvo la oportunidad de Ramos y se fue retrasando el posicionamiento rojiblanco, pero sin pasar excesivos apuros. Se cerró este tramo con la desgraciada lesión de Barreiro. La segunda parte se inicio con un gol en contra, de esos que no se necesita ocasión para introducirlo. El equipo no solo se sobrepuso, dio un paso adelante y vivió durante bastantes minutos en suelo pepinero. El empate de Carrillo en jugada colectiva fue el justo premio al esfuerzo realizado. Hasta el final, interrupciones, tarjetas, faltas y más faltas. Siempre compitiendo, valor insuperable que el equipo demuestra partido tras partido. Es imposible no querer a este equipo, es imposible no sentir orgullo al ver el trabajo denodado que realiza. Encomiable sacrificio, elogiable solidaridad. Sentido de equipo. Camiseta amurallada. Amor por lo propio.