Cuando uno habla de una moto de competición nueva siempre da por hecho que las especificaciones técnicas serán muy diferentes, pero no siempre sucede esto. En el caso de la nueva GasGas de Jorge Prado no hay nada muy concreto que decir en este sentido, porque se trata de un prototipo y la tecnología no varía realmente. Las evoluciones llegarán bajo las directrices de KTM, con los mismos recursos. Después, cada mecánico puede intentar obtener mejoras puntuales en base a lo que le viene predeterminado. Sin embargo, el chasis y la carrocería exterior son diferentes a los de la KTM que venía utilizando el gallego. Ambas están adaptadas a Jorge, sabemos que cambian el subchasis y la caída, pero no de qué manera, no está a la vista. Por ejemplo, la tercera marca del grupo, Husqvarna, monta chasis de plástico. Y no creo que le modifique su pilotaje. A los ritmos que compite Prado, notará mejoría en carrera, pero no en el momento en el que la agarre del manillar, aunque es verdad que es más ligera. Podría apreciar ligereza al mover la moto, en los cambios de dirección y en la inercia de la frenada, pero en los saltos y en la aceleración no es probable que aprecie diferencias. Digamos que este cambio llega porque es el objetivo cíclico del equipo de ingenieros, que siempre parten de la base de querer ser punteros. Jorge Prado se va a notar como si estuviese encima de una KTM mejorada. Esa es la clave, que no sea rupturista para el piloto.
Los ingenieros suelen trabajar en base a problemas del pasado, actuando sobre la geometría del chasis. Por ejemplo, Prado se quejaba reiteradamente de las pocas sensaciones que le transmitía la rueda delantera, que se le iba y barría mucho. Es probable que hayan trabajado esa situación.
Pero, por encima de todo, el cambio de Prado de KTM a GasGas responde a una estrategia de marca, manteniendo a Herlings como cabeza de KTM Factory y a Prado como líder de GasGas. Hace unas semanas se rumoreó que al gallego lo querían fichar Yamaha y Honda, pero donde mejor puede estar a nivel de fabricante es en KTM. Por eso, a mí me parece bien el cambio, es una buena idea. No es lo mismo para la mentalidad ganadora de Jorge Prado estar pendiente de Herlings para evolucionar la moto que tener la independencia que le dará estar en GasGas.
Y simbólicamente, sigue siendo un piloto español en un equipo español puntero en el Mundial. Es una apuesta bonita, que da continuidad al trabajo de los últimos años. El material está probadísimo y va bien. Ese es el punto de partida. Estoy contentísimo por él.
Román Pérez González es piloto internacional, entrenador y asesora a Jorge Prado desde los inicios.