Manu Taibo, el oleirense que arrasa en Europa en patinaje de velocidad sobre hielo

Nuria Guillermo
Nuria Guillermo A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Manu Taibo en una imagen de archivo.
Manu Taibo en una imagen de archivo.

El deportista, de 17 años, regresa de la concentración de la selección española con una medalla de plata en el Mundial júnior

16 feb 2022 . Actualizado a las 10:27 h.

La selección española de patinaje de velocidad sobre hielo consiguió el pasado mes de enero su primera medalla de plata en la prueba de Team Sprint del Campeonato del Mundo júnior. Manu Taibo (Oleiros, 2004) formó parte del grupo de deportistas que consiguieron el segundo puesto en la competición, proclamándose subcampeones del mundo.

Taibo comenzó en el patinaje, inicialmente sobre rueda de forma exclusiva, con cuatro años, en el club oleirense A Rabadeira. «Se apuntó a patinaje porque no dormía nunca. Era incansable, y se inscribió para quemar energía. Fue probando distintos deportes: fútbol, tenis, pádel… Los compaginó durante toda la niñez, pero cuando tuvo que empezar a entrenar más en serio, decidió dejar los otros deportes y se inclinó por el patinaje», recuerda su madre y presidenta del club, María González.

El joven patinador participó en diferentes campeonatos regionales y nacionales, y en su año de llegada a la categoría juvenil fue escogido por la Federación Española de Patinaje para participar en el Campeonato de Europa del año 2019, en el que alcanzó el oro. Al año siguiente, la pandemia obligó a cancelar las pruebas, y en el 2021 volvió a participar en el Europeo, con tres medallas: oro, plata y bronce.

Sus inicios en el patinaje sobre hielo

Fue precisamente en el 2020, a raíz del parón en las competiciones por el covid, cuando se le presentó la oportunidad de empezar a entrenarse también en patinaje de velocidad sobre hielo. «Me lo ofreció la entrenadora de hielo, a la que conocía porque también está en un club de rueda. Fui a tres o cuatro campeonatos y saqué mínimas para la Copa del Mundo», explica Manu Taibo.

Sus excelentes resultados también le abrieron las puertas para formar parte de la concentración de la selección española en Inzell (Alemania). «Se trata de una apuesta de la Federación Española en la que viven concentrados en una ciudad europea en la que haya una pista de hielo para entrenarse desde septiembre hasta el mundial», indica María González. «Además de ser un buen sitio para los entrenamientos, convivimos con deportistas de otros países en los que no hay pistas de hielo. Aprendes a buscarte la vida en inglés», reflexiona el deportista sobre la experiencia, en la que participó desde septiembre hasta el pasado mes de enero.

Su próximo reto: participar en el Mundial sobre ruedas

Taibo compagina los entrenamientos y competiciones en ambas disciplinas (hielo y ruedas) con segundo de bachillerato, que estudia a través de la modalidad online. «En Inzell, me resultaba un poco más difícil. Los horarios eran un poquito más apretados. Teníamos entrenamientos por la mañana y por la tarde, y cuando volvía estaba cansado y me costaba ponerme, pero lo fui haciendo. Supongo que ahora que estoy de vuelta en casa tendré más tiempo», indica el deportista, que aunque no tiene «una vocación específica», muestra interés en el campo de la ingeniería.

Nuevos objetivos

En cuanto a su próximo reto, el joven patinador y su entrenador de patinaje sobre ruedas en el club A Rabadeira, David Garrido, lo tienen claro. «Cada año nos fuimos posicionando en un reto diferente. Ahora, sería ir a los Mundiales», explica el técnico. «Es mi último año antes de categoría absoluta, y quería aprovecharlo al máximo para ir a las competiciones de máximo nivel y hacerlo lo mejor posible», añade Taibo, bromeando con que terminar el curso «no estaría mal».

«Es un chaval muy centrado, con los propósitos muy claros. Es muy fácil trabajar con él porque cumple todo lo que le pides. Sabe que supone un sacrificio, pero no es un sufrimiento. Llega una edad en que o lo tomas muy en serio o lo tomas como una afición. Si quieres estar a un cierto nivel, tienes que tomarlo en serio», afirma Garrido sobre el oleirense.

María González sostiene que es «un referente para los niños que vienen detrás». «Cuando tienen un referente cerca, para ellos es más fácil trabajar. Es una motivación extra», concluye la presidenta del A Rabadeira.