Támara Echegoyen: «El tiempo pone todo en su lugar y hemos decidido preparar los Juegos de París 2024»

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

Lavandeira Jr

Irá a por sus cuartos Juegos: «Tenía que pasar la rabia de lo de Tokio»

16 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Siete meses después de sus lágrimas en Tokio, maldiciendo el hecho de haberse quedado otra vez a las puertas del podio olímpico en la clase 49er FX, Támara Echegoyen (Ourense, 1984) ya tiene claro que no se rinde. Que lo van a volver a intentar. La regatista pontevedresa adelanta en La Voz que se apunta a una nueva campaña olímpica junto a Paula Barceló y que luchará por una segunda medalla olímpica, tras el oro de Londres en match race.

—¿Ya deshojó la margarita? ¿Apostará por otra campaña olímpica?

—Sí, podría decirse así. Antes de tomar una decisión tenía que tener claro muchas cosas. Hay que ser conscientes de que no es mi primera campaña olímpica, llevaba tres y tenía que descansar y desconectar. Pero los gallegos pueden estar contentos porque tienen una amiga en Palma de Mallorca que es bastante insistente, que se llama Paula Barceló, y al final hablándolo vimos que era una buena oportunidad, París 2024 son unos Juegos que están muy cerca de todo el mundo y puede ser una experiencia única. Al final el tiempo pone todo en su lugar y Paula y yo hemos decidido preparar París. Es un largo camino en el que hay que ir superando una serie de etapas, pero nos apetece trabajar juntas y prepararlo. En eso estamos.

—¿Qué fue lo que le dijo Paula para acabar de convencerla?

—No, no fue nada en concreto. Ella es una persona que te demuestra que su ilusión es formar un equipo contigo. Durante mi carrera deportiva he tenido mucha suerte porque todas mis compañeras han sido excepcionales y disfruté muchísimo con todas. Ángela Pumariega y Sofía Toro, al principio, luego Berta Betanzos y ahora Paula Barceló. Y por eso mis equipos llegan al éxito. La confianza, el trabajo y la unión que tenemos es la base de todo. Paula sabía lo que tenía que hacer. Proponerme un buen plan, darme tiempo para que me lo pensase y estar ahí para el momento en que tomara la decisión. Ella dijo que respetaría mi deseo, no me he sentido en ningún momento presionada, y eso es lo que hizo que me decantara. Vi que tenía a una compañera que me ofrecía una oportunidad valiosa.

—¿Cuántas veces pensó en dejarlo durante estos meses?

—No era un tema de sí o no. Al final yo tengo una experiencia y lo que pasa es que vas teniendo otro tipo de inquietudes en la vida a nivel profesional. Yo soy una persona de retos, de buscar lo imposible, y después de Tokio sentía la necesidad, como hice en Río, de meterme en la locura de aprender y hacer otro tipo de cosas como fue la Volvo Ocean Rase. Lo de Tokio fue un resultado duro y al final se junta todo. Primero tenía que desconectar, pasar la rabia de haber perdido la oportunidad de tener una medalla olímpica; luego debía descansar, llevaba 14 años sin hacerlo; y por último hablar con gente de mi alrededor, pedirles opinión, cómo lo veían... Fue escuchar y dejarme aconsejar. Las emociones, para que salgan fuera, necesitan tiempo y en vez de escucharme solo a mí, tuve conversaciones muy importantes con profesionales de la vela que me guiaron hasta donde estoy ahora. Iniciando hacia una campaña con Paula hacia París y seguramente con más proyectos. Así que no es que no quisiera volver. Solo que las campañas olímpicas son mi zona de confort y para seguir creciendo a veces tienes que salirte un poquito de ahí. Ahora las ganas han vuelto y sobre todo ganas de hacer algo con Paula, que es lo más importante.

—Serían sus cuartos Juegos.

—Pufff [suspira y se ríe]. La verdad es que sí. Primero tenemos que clasificar al país y luego ser seleccionadas, pero sí, si logramos todos los objetivos serían los cuartos Juegos ya.

—Los seis de Teresa Portela los tendría cerca.

—Qué va, qué va.... Teresa es una superheroína. Las campañas olímpicas son muy complicadas para todos los deportistas y, empezando de cero, como fueron mis otros tres proyectos, es muy muy agotador.

—Precisamente, lo bueno es que en esta ocasión el barco será el mismo, con algún ligero cambio, y la compañera también. Ya tiene algo de trabajo avanzado.

—Sí. Y para mí eso es una novedad. Por primera vez iniciaré una campaña al mismo nivel que mis adversarias. El 49er y el 49er FX tienen un pequeño cambio de material, en el palo y en las velas, pero es una ligera adaptación que creo que será fácil. El gran trabajo que hicimos Paula y yo el año pasado para llegar a un buen nivel a los Juegos Olímpicos para luchar por una medalla está hecho, está interiorizado, ahora hay que dedicarle horas para que vuelva a salir reflejado. Y esa es precisamente una de mis ilusiones. Poder consolidar un equipo sin empezar de cero. El trabajo duro ya se hizo y ahora solo queda seguir esforzándose para mejorar. No empezamos de cero y esa es la fortaleza que tenemos, además de las ganas de poder volver a competir juntas.

—En el Princesa Sofía no estará. ¿Sabe cuándo será su debut?

—Sí, en Palma no estaremos. Acabamos de tomar la decisión ahora y tenemos que aprovechar para trabajar. Nuestra primera competición será el Europeo [del 5 al 10 de julio en Aarthus, Dinamarca] y también prepararemos el Mundial que será en Canadá [Nova Scotia, del 31 de agosto al 5 de septiembre]. Ahora mismo estamos centradas en volver a coger el nivel técnico para poder recuperar las habilidades que teníamos para encarar una competición. De momento nos toca trabajo en base, somos conscientes de que es lo que necesitamos, y seguramente, aunque el calendario todavía está abierto, la primera competición en la que nos puedan ver juntas será el Europeo.

—¿Le dio tiempo a mirar las novedades en la categoría? Bajas, altas, cambios de parejas...

—Sí, sí, ya lo tengo estudiado [se ríe]. Y resulta curioso porque hay un gran movimiento. Somos muy pocos los equipos que permanecemos juntos desde Tokio. Hay nuevas embarcaciones, otras se separaron formaron nuevas... La clase está volviendo a reestructurarse. Después de cada edición de los Juegos hay un pequeño parón para tomar aire, pero la gente nueva sigue trabajando porque al final tiene que apostar para estar también arriba. Yo creo que la clase va a tener más nivel porque vienen figuras importantes de otras categorías. Tendremos a los mismos países peleando por las medallas, aunque me sorprende que algunos se hayan reinventado.