El Madrid domestica un partido vertiginoso

Iván Díaz Rolle
Iván D. Rolle PATROCINIO-SANTANDER

DEPORTES

PETER CZIBORRA | REUTERS

07 abr 2022 . Actualizado a las 00:15 h.

La historia pesa, al Madrid le ponen las grandes noches de Champions y Ancelotti dio aire a un equipo frágil en las últimas semanas con la titularidad de Fede Valverde. El Chelsea, quizá, tampoco está en su momento más dócil. Verdades a medias que no explican la renta de dos goles que el trece veces campeón de Europa sacó del feudo del vigente rey del continente. El partido de Stamford Bridge se presentaba vertiginoso y lo domesticó Karim Benzema.

Hace tiempo que sus cifras lo elevan al altar donde siempre lo mantuvo su talento futbolístico. Esta temporada lleva 37 goles en 36 partidos, a los que hay que sumar 13 asistencias. Su momento es brillante. Marcó tres para eliminar al París Saint-Germain en los octavos, sostuvo al Real Madrid con dos penaltis en Balaídos y frente al Chelsea anotó otros tres.

Y además, tiene la cualidad de estar en el inicio y en el final de la jugada. Una virtud que a veces eclipsa otras no menos importantes: es un fenomenal rematador de cabeza. Los dos primeros tantos supusieron un duro golpe para el Chelsea porque llegaron en apenas tres minutos y tuvieron un guion similar. Karim, que poco antes lanzó con un taconazo la contra que Vinicius acabó en el larguero, ayudó a elaborar y culminó con dos cabezazos. En el primero ajustició sin piedad a Mendy y en el segundo lo batió tras rectificar su posición para llegar forzado al centro de Modric.

Courtois también sacó una mano brillante a Azpilicueta después de que el 9 provocase la pifia del portero senegalés, igual que con Ulreich, Karius y Donnarumma. Errores groseros que algo tendrán que ver con la capacidad del francés para leer el fútbol antes de que pase.