El tenista murciano, de 18 años, levantó dos bolas de partido ante De Miñaur y aplastó a Carreño en la final
25 abr 2022 . Actualizado a las 08:44 h.Carlos Alcaraz es por ahora el tenista del año. Porque los 21 grand slams que alcanzó Rafa Nadal al ganar en Melbourne y el escándalo mundial por las mentiras de Novak Djokovic sobre su relación con el covid antes de ser expulsado de Australia forman parte de la gran historia del tenis que escriben desde pricipios de siglo. Lo nuevo es el jugador murciano, de 18 años, que comienza a protagonizar en este 2022 la tercera década del XXI —y con su talento está llamado a intentar mandar en la cuarta—. Con una superioridad y una seguridad que asustan. Solo 21 días después de apuntarse el Masters 1.000 de Miami sobre pista dura, consiguió una victoria de un enorme valor simbólico en tierra. Porque se impuso en Barcelona, una de las grandes plazas de la arcilla —más allá de su estatus como ATP 500, por debajo de espectáculos modernos como el de Madrid—, y lo hizo con una doble exhibición. Por la mañana remontó una semifinal complicadísima ante Alex de Miñaur, hasta levantar dos bolas de partido y vencer por 6-7(4), 7-6(4), 6-4, y menos de cuatro horas después saltó a la pista para despachar por 6-3 y 6-2 a Pablo Carreño en apenas 66 minutos. Tan dominante que no concedió en la final ni una sola bola de break.
Alcaraz ya ha roto el molde, con un tenis total capaz de ganar en cualquier superficie sin haber cumplido los 19. En esa versatilidad puso el foco, recién terminada la final de Barcelona, su entrenador, Juan Carlos Ferrero. «Ya demostró en pista rápida [en Miami] que está a un nivel altísimo, y en tierra cuando está bien, fino y ordenado es un placer verle», explicó el ex número 1 mundial.
Antes de Roland Garros, el gran espectáculo del final de la primavera del tenis, Alcaraz tiene por delante dos citas superlativas: Madrid y Roma. En la primera parada no es seguro que Nadal, aún recuperándose de su última lesión, amenace su candidatura, aunque sí se cuenta con Djokovic en el cuadro. Y ambos estarán presentes en Roma, el gran test, al nivel del mar, de cara al siguiente grand slam, en París.