No pasó del empate ante el Espanyol y tanto Cádiz como Mallorca ganaron sus partidos
22 may 2022 . Actualizado a las 22:04 h.El Granada se unió al Levante y el Alavés para completar el elenco de equipos que acabaron descendiendo de Primera División esta temporada. El equipo nazarí era de los tres implicados el que mejor lo tenía para salvarse, pues era el único que jugaba en casa y, además, dependía de sí mismo, pero fue incapaz de batir (0-0) a un Espanyol que firmó un partido serio. Pese a que gozó de ocasiones claras, como un penalti marrado por Jorge Molina y un tiro al palo de Carlos Bacca, los futbolistas rojiblancos no supieron gestionar los nervios de conocer que el Cádiz y el Mallorca iban ganando sus encuentros.
De inicio, el Cádiz en descenso
El equipo gaditano abría la tarde en puestos de descenso y, por tanto, con el mayor número de papeletas para bajar, pues necesitaba la victoria en Mendizorroza contra un Alavés ya condenado, así como un pinchazo del Mallorca en su visita al Osasuna, sin nada en juego, o del Granada en Los Cármenes contra un Espanyol también tranquilo, con todos los deberes hechos antes del epílogo liguero.
Precisamente el conjunto nazarí, metido en un lío del que parecía haber escapado con la llegada de Aitor Karanka al banquillo, era a priori el que mejor lo tenía, al amparo del empuje y el colorido de su estadio, y salió dispuesto a rubricar la supervivencia por la vía rápida. Las oportunidades del Cádiz en Vitoria, presentes también en Granada ya fuera a través de los transistores, para los más clásicos, o las pantallas de los móviles, cosas de los tiempos, no invitaban a la relajación, aunque en El Sadar se mantuviese también la igualdad inicial.
Ocasiones
En Vitoria se helaron los corazones de la numerosa afición amarilla desplazada. El gallego Jason remataba a la media vuelta y Ledesma impedía el gol local, que hubiera arrojado una losa sobre las esperanzas de salvación andaluzas. Malas sensaciones para el Cádiz. Por su parte, al Granada le sobraba impulso pero le faltaba control, mientras el Mallorca provocaba un vuelco en el corazón de los seguidores bermellones con una acción muy arriesgada de su portero, Manolo Reina.
Salva Sevilla pudo darle la tranquilidad al Mallorca con un gran lanzamiento de falta, pero Sergio Herrera no estaba por la labor. Casi al mismo tiempo, en Mendizorroza otro golpeo a balón parado del exdeportivista Lucas Pérez cerca estuvo de sacar al Cádiz de la zona roja de la tabla, pero la más clara la tuvo Rubén Sobrino, que cabeceó muy blando con todo a favor. El tercero en discordia, el Granada, también tuvo su ocasión, pero Jorge Molina se estrelló contra Diego López, otro ilustre veterano, antes de que llegasen los descansos con todo como había empezado.
Gol de Ángel para el Mallorca
Solo 45 minutos por delante y todo igual que al comienzo, con el Cádiz en Segunda, y el Granada y el Mallorca salvados. Apenas hizo falta un minuto para que cayese el tanto que se había resistido hasta entonces. Fue de Ángel, un obrero del gol cuya diana en El Sadar (0-1) salvaba al Mallorca sin depender de ningún otro resultado.
Molina falla un penalti
La cuestión parecía reducirse ya al Granada y al Cádiz. El conjunto amarillo perdonó en una doble ocasión de Alcaraz e Idrissi. Y otra vez Sobrino, de nuevo de cabeza, rozó esa ventaja. Pero fue la afición rojiblanca la que explotó de alegría con un penalti por mano de Darder detectado por el VAR, antes de lamentar el fallo de Jorge Molina desde los once metros.
El Cádiz revive con Lozano
Vida extra para el Cádiz, que no desaprovechó la ocasión para agarrarse a la máxima categoría con el gol (0-1) del Choco Lozano. Llovía intensamente en Vitoria, pero no para el cadismo. Faltaba un cuarto de hora para el final y el conjunto amarillo abandonaba la zona de descenso por primera vez en toda la tarde, trasladando la presión al Granada.
Segundo tanto del Mallorca
En Los Cármenes se consumía la esperanza, al mismo tiempo que Grenier ponía la guinda a la salvación del Mallorca (0-2). Se volcó el Granada, pero la defensa del Espanyol unió su destino al de un Cádiz que, con el final en territorio nazarí, llevó el carnaval a Vitoria.