Pese a no ganar el relevo mixto 4x400, la estadounidense tuvo un adiós a la altura de su leyenda
16 jul 2022 . Actualizado a las 17:15 h.Todo estaba preparado para una gran fiesta de despedida, pero Allyson Felix se quedó a medias. Anoche se retiró una leyenda del atletismo, un icono del feminismo que no dudó en enfrentarse a la todopoderosa Nike, y el estadio de Eugene se entregó a su última vuelta a la pista dentro de la final del 4x400 mixto, pero las cosas no salieron como se había soñado. No hubo un último oro porque su compañera que cerraba el relevo mixto, Kennedy Simon, se hundió para ser adelantada por la dominicana Fiordaliza Cofil (oro) y por la neerlandesa Femke Bol (plata), que mandó un aviso a la plusmarquista mundial Sydney McLaughlin de cara a los 400 metros vallas.
De todos modos Felix, de 36 años, pudo cerrar su enorme trayectoria deportiva desde el podio de Eugene. Se marcha una de las mejores velocistas de la historia, la más laureada, con 11 medallas en Juegos Olímpicos y 19 en Mundiales, 13 de ellas de oro. Un ejemplo de perseverancia y longevidad que queda reflejado en que desde su primer medalla mundial a la última hay 17 años, lo que mejora el récord que tenía Jesús Ángel García Bragado (1993-2009). Además ha sumado medallas en ocho campeonatos mundiales, lo que desde ayer le permite dejar atrás al keniano Ezekiel Kemboi, especialista de obstáculos que estuvo en el podio desde desde Paris 2003 a Pekín 2015.
«Fue realmente especial. Sentí mucho amor ahí fuera. No sabía exactamente lo que esperar por correr en casa pero cumplió con todas las expectativas. Esta es una noche que aprecio mucho», declaró la estadounidense. Antes de la competición reconoció: «Para mí terminar en casa significa completar un círculo. Es muy, muy especial. Durante mi carrera siempre tuve un poco de envidia de los deportistas que competían en casa».
Después de la final de 4x400, Felix se envolvió en la bandera de su país para agradecer el apoyo recibido durante tantos años en primera fila del atletismo. «Espero que se me recuerde como una feroz competidora pero lo más importante para mí es tratar de dejar este deporte mejor de lo que lo encontré. Fue un viaje increíble. He disfrutado mucho durante estos años», reconoció.
Apodada «piernas de pollo» en el instituto por su delgadez, Felix ha sido una estrella del atletismo desde sus inicios y así se ha mantenido hasta hoy, respetada y admirada por aficionados y rivales gracias a su talento en las pistas y a sus logros personales. Dado que su cosecha de medallas en Juegos comienza en Atenas 2004 y en los Mundiales de Helsinki 2005, su trayectoria deportiva al más alto nivel alcanza casi las dos décadas. Y para lograr ser la atleta más laureada de la historia de los Juegos tuvo que esperar un año más por culpa de la pandemia, pero en Tokio lo consiguió. Primero logró la décima medalla al ser tercera en los 400 metros, lo que la igualaba con Carl Lewis. Y después se convirtió en única, gracias al triunfo en el relevo largo del equipo estadounidense.
Icono feminista
Pero Felix también es un ejemplo fuera de las pistas. Firme defensora de los derechos de las mujeres, para el recuerdo ha quedado su enfrentamiento con la firma Nike tras el nacimiento de su hija Camryn en el 2018 después de un embarazo de riesgo. En una renovación de contrato posterior al embarazo, Nike pretendió rebajarle los emolumentos hasta en un 70 %, según denunció Felix. Tuvo tal repercusión su lucha que Nike, empresa que tuvo su origen precisamente donde ayer se despidió, se vio obligada a comprometerse a no penalizar económicamente a las atletas que decidan ser madres.
La velocista rompió con la firma y creó su propia marca de ropa y calzado dirigida a las mujeres llamada Saysh. «Esta línea es para esa mujer que ha sido pasada por alto, o siente que su voz no ha sido escuchada. Eso fue lo más importante: escuchar a otras mujeres de todas las industrias», dijo la velocista. Ahora, tras cumplir con todos los sueños deportivos, Felix se despide para dedicarse a su hija. «Camryn es realmente lo más importante ahora», dijo. Con ella se despidió en la pista del Hayward Field, con el público y el resto de atletas participantes entregados a su leyenda.