Juanito Amigo: «Nunca pensé en la idea de jugar con mis hijos, ellos me picaron para volver»

DEPORTES

Dos años después de su retirada, con 52, se enfunda de nuevo las botas con el Maniños, donde comparte vestuario con sus vástagos
16 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La pandemia del coronavirus obligó a Juan Amigo Juanito (Sigüeiro, 1969) a colgar las botas de un día para otro y de forma prematura, paradójicamente, con 50 años. «Lo había dejado de una manera un tanto rara con lo del covid. No sabía que iba a ser mi último partido. Y al año siguiente el Sigüeiro renunció a competir», recuerda. Lo que no intuía era las vueltas que da la vida. Dos años después del que creía su adiós al mundo del fútbol, Juanito ha acabado firmando por un club de al lado de su casa en Neda. Vuelve a sonreír en la Cultural de Maniños, que compite en Primera Galicia, compartiendo vestuario con sus hijos.
«Me empezaron a picar con que por qué no iba a jugar. También me llamaron la directiva y el entrenador. Y yo no estaba contento con la forma de dejarlo. Así que...», indica Juanito. Su mujer es la más contenta de que estén los tres juntos. «Nos agradece el ir a un partido, vernos a los tres y no tener que andar de campo en campo», bromea. Su hijo mayor, Óscar, tiene 21 años y es mediocentro. El menor, Ipi, de 19, sigue los pasos de su padre como delantero. «Procuro tratarlos como si fueran un compañero más. Aunque está claro que conozco sus gestos, su manera de jugar y quizás con ellos me entienda mejor que con nadie», valora. Óscar está «contentísimo» con tener a su padre en el equipo. «La verdad es que a mí me hace mucha ilusión jugar con él», reconoce.
Juanito compagina su regreso al fútbol con su trabajo en una empresa de jardinería. ¿Cuál es el secreto para competir con chavales habiendo superando los cincuenta? «Mis compañeros son todos más jóvenes que yo, así que hay que intentar poner en valor otras cosas aparte del físico. Lo más importante es que durante los últimos años, aunque no jugué al fútbol, no estuve parado. Seguí en forma», explica.
Se enroló en la Sociedad Compostela de Atletismo, su otra pasión. «Estos dos últimos años estuve haciendo carreras de montaña, asfalto e incluso probé la pista con el Compostela en algún campeonato. Los trails me gustan mucho y sé que voy a echar de menos ese ambiente», señala.
Reconoce que tiene dudas sobre cómo va a responder su cuerpo a aspectos propios del fútbol como «la velocidad» o «los cambios de ritmo». «Creo que es lo que más me va a costar. De fondo voy bien por los entrenamientos que hacía. Poco a poco espero ponerme, no al nivel de mis compañeros pero, por lo menos, poder echarles una mano», valora. El físico es un pilar importante, pero la veteranía lo es tanto o más. «Aunque hoy en día sin el físico no haces nada, al final hay que compensar. Empecé en Sigüeiro con 15 años, es mucho tiempo jugando. Conozco mi cuerpo y la competición, y eso vale mucho», destaca.
Volver a competir tras dos años sin jugar no es un camino fácil. «Llevamos cuatro entrenamientos y dos amistosos, y me estoy encontrando incluso un poquito mejor de lo que me esperaba, porque nunca había estado tanto tiempo sin jugar al fútbol. Aunque sí que noto que, a día de hoy, no puedo ponerme al cien por cien en un esprint. Espero estar mejor de aquí a que empiece la temporada», desea el veterano. Y, si la cosa no sale bien, no duda en que lo dejaría ya definitivamente. «Dejado ya estaba. Si más adelante me encuentro mal o tengo muchas lesiones lo dejo y punto. Dejado ya estaba», incide.
En el club están «encantadísimos». «Es uno más, humildad total... Da gusto. Y 52 años, sí, pero físicamente está a tope», ensalza el secretario Alfredo Fernández.
Su trayectoria
Casi cuatro décadas en equipos desde Segunda a regional
Sigüeiro, Compos, Dépor, Betis, Mérida, Levante, Toledo, Racing de Ferrol o Narón son algunos de los clubes por los que ha pasado Juanito Amigo a lo largo de sus casi cuarenta años de carrera deportiva. Empezó con 15 en el club de su casa y ha compartido vestuarios con figuras de la talla de Fran, Fabiano, Cuéllar, Casquero o Luis García.