El Manchester United, a la desesperada, insiste en el fichaje del mediocentro brasileño, al que tienta con un contrato astronómico
18 ago 2022 . Actualizado a las 17:15 h.En un mercado veraniego que ha sido una auténtica balsa de aceite para el Real Madrid, un dolor de cabeza de última hora ha llegado para alterar la tranquilidad hasta ahora reinante en los despachos de Concha Espina. El efecto dominó provocado por el catastrófico inicio de temporada del Manchester United, colista en la Premier League e inmerso en una auténtica tempestad a cuenta del caso Cristiano Ronaldo, ha acabado por salpicar al Madrid ante la necesidad imperiosa en los red devils por encontrar refuerzos que refloten el proyecto de Erik ten Hag en Old Trafford.
El United busca fichajes de relumbrón a la desesperada y ha centrado sus ojos en Casemiro, un pilar de esta generación dorada del Madrid que ha conquistado cinco Ligas de Campeones en ocho años. Tanto es el interés que la oferta ha llegado a tentar al jugador, un indiscutible para Ancelotti que ahora, con el fichaje de Tchouaméni, tiene al fin un recambio específico. Ni mucho menos garantiza el francés el rigor táctico y la jerarquía del brasileño, al menos no por el momento, pero los 80 millones de euros fijos más otros 20 en variables que el Madrid acordó con el Mónaco por su traspaso podrían invitar a darle vuelo rápidamente en forma de minutos.
En este contexto encajaría un rol más discreto de Casemiro en el Madrid 2022-23, lo que unido al suculento contrato ofrecido al futbolista por el club inglés podría llegar a convencer en Chamartín de lo adecuado de aceptar una propuesta en caso de que el protagonista principal así lo pidiese. No en vano, en los despachos blancos se valora la trayectoria del brasileño con la camiseta madridista y su total identificación con los valores del club desde que llegase en enero del 2013, procedente del Sao Paulo. Costó apenas seis millones de euros, pasó por el Castilla, terminó de foguearse en el Oporto y finalmente se hizo un hueco en el primer equipo.
Pese a sus 30 años, una edad aún más que asumible en el fútbol actual pero más conflictiva para un mediocentro defensivo, los números de la pasada temporada siguieron siendo los de un jugador indiscutible en el Madrid. Disputó 48 de los 56 partidos oficiales, 46 de ellos como titular, y su ausencia solo se produjo por lesión, dolencia física o sanción. Bien es verdad que ahora ha llegado Tchouaméni, pero la impecable actuación de Casemiro en la Supercopa de Europa tampoco invita a prescindir de los servicios de un futbolista cuya ascendencia y jerarquía en el vestuario blanco son muy destacables.
Un club a la deriva
El jugador ya ha hablado con Florentino Pérez, que a su vez le transmitió que el club no tiene necesidad alguna de un traspaso ni lo pretende, pero que lo aceptaría en caso de que la decisión del jugador fuese la de hacer las maletas. Así las cosas, y a falta de concretar las cifras definitivas de un contrato que sería muy alto y de larga duración -hasta el 2027, dos años más de lo que ahora mismo tiene firmado en Chamartín-, el United plantea una oferta inicial de 60 millones de euros, con el Madrid pidiendo de partida 80, por lo que ambas pretensiones podrían encontrarse en un punto intermedio.
Más allá de lo económico, arroja muchas más dudas la situación deportiva de un club que navega a la deriva desde su último título de la Premier League inglesa, allá por el lejano 2013. En Old Trafford nunca se repusieron de la ausencia de Alex Ferguson, el cerebro creador de aquel conjunto que dominó con puño de hierro en Inglaterra durante dos décadas y que año tras año también imponía en el Viejo Continente. Para empezar, los diablos rojos tendrán que conformarse esta temporada con la Europa League, lejos del glamur de la Liga de Campeones, pero es que además nada parece indicar que puedan mejorar el sexto puesto en la competición doméstica del último curso. El Manchester City, el Liverpoool, el Chelsea, el Arsenal o el Tottenham presentan ahora mismo proyectos mucho más sólidos. En este sentido, el United está tocando todas las puertas a contrarreloj. Ofreció 130 millones por Joao Félix, con respuesta negativa del Atlético, preguntó al Chelsea por Pulisic y pretende echar el resto por Casemiro.