Miguel Fernández Vasco, bronce en el Mundial de clase Finn: «Los de más de 85 kilos nos quedamos sin clase olímpica»

DEPORTES

Con el tercer puesto y el Europeo en la mano, se marca como objetivo el Campeonato del Mundo de J80 en Baiona

14 feb 2023 . Actualizado a las 20:31 h.

Apenas durmió en los días posteriores a su última medalla. La emoción de la medalla conseguida en el Mundial de clase Finn celebrado en Miami, unido a las horas de viaje se lo impidieron. Miguel Fernández Vasco (A Coruña, 1984) culminó así una temporada repleta de éxito. Al tercer escalón del podio del campeonato del mundo con su barco Belita, se suma el título en el Europeo, los últimos cuatro autonómicos, cuatro nacionales absolutos, y la Copa de España, donde fue el mejor en once ediciones.

—¿Qué balance hace de lo logrado en el Mundial?

—Estoy muy contento. Ganar una medalla en un campeonato del mundo es satisfactorio. Me quedó la espina clavada porque podía haber aspirado a más, pero fui cometiendo errores que me acabaron penalizando un poco. Haciendo balance, no me puedo quejar. En septiembre fui campeón de Europa, ahora medalla de bronce en el Mundial, cuando en la edición del año pasado quedé sexto. He dado un paso hacia adelante importante, aprendiendo de los errores y con la vista puesta en la prueba del año que viene.

—La anulación de las dos últimas mangas por la falta de viento le quitaron la posibilidad de lograr el segundo puesto que tenía a tiro.

—Sí. Desde luego. Aún así, me alegré de no navegar el último día porque podía perder más que ganar. Tenía un retirado en la manga siete porque los jueces, si haces ciertas acciones en el barco, te penalizan. En la primera que cometes, te libran haciendo dos giros de 360 grados, pero la segunda vez te tienes que retirar de la manga. Eso para mí fue un problema, porque me penalizaron cuando ya había terminado la regata. Fui a hablar con el jurado y les dije que no había obtenido beneficio ninguno, y me reconocieron que lo sabían, pero que había infringido la regla. El sistema de puntuación te permite eliminar el peor resultado, entonces si hubiera llegado al último día con un buen descarte, como era mi caso, tenía posibilidades de atacar y, si fallaba, no perdía nada, pero teniendo 59 puntos, podía perder mucho. Así que cuando dijeron que no había regata, me alegré. Hay una frase en el mundo del deporte que es «el primero gana, el segundo pierde y el resto participa», así que mejor participar que perder.

—¿Cuáles son sus siguientes retos?

—Tengo la Copa de España en mayo y el Nacional en septiembre. Luego haré el campeonato del mundo de J80 en Baiona. Esta regata es más mi objetivo que los anteriores porque es un Mundial y me apetece porque voy con mi tripulación del Náutico de A Coruña. Hacer dos buenos resultados en dos categorías diferentes te refuerza como regatista.

—Tiene una agenda apretada.

—Sí, pero necesito unos meses de descanso. Quiero levantar un poco el pie. El Mundial este año ha coincidido muy pronto y se me juntó casi con el Europeo, y no hubo descanso. Además, me han medio obligado porque el barco no llegará aquí hasta mediados de marzo.

—La clase Finn se elimina de los Juegos de París 2024.

—Es una faena. Han limitado a los regatistas que pesan más de 85 kilos, ya que no tenemos ninguna disciplina olímpica en la que navegar. En mi caso, con 100 kilos, si quiero meterme en otra clase no puedo porque soy demasiado grande. La federación internacional se ha equivocado. A los que navegamos en Finn nos ha parecido una decisión mala.