El español logra en California su tercer título del año en el PGA Tour, el más rápido en conseguirlo en 48 años, y asciende al número 1
20 feb 2023 . Actualizado a las 11:06 h.«Ponla donde quieras Jon». Eso debieron pensar Max Homa y Keith Mitchell, los compañeros de partida de Rahm en las dos últimas jornadas, al ver al español triturar cada recorrido con una solvencia inusitada. Golpeos de más de 300 metros desde el tee para situar la bola, casi siempre, en el lugar adecuado de la calle; approachs medidos hacia el green y un putt que, cuando era efectivo, le permitía acumular birdies con suma facilidad. Así ganó Jon Rahm el The Genesis Invitational Open. Por aplastamiento. 65 golpes el jueves, 68 el viernes, 65 el sábado y 69 ayer. -17 en total. Su tercer título del PGA Tour en lo que va de año (tras el The American Express y el Sentry Tournament of Champions) y el décimo de su carrera (incluido un grande, el US Open 2021). El más rápido en conseguir tres títulos en un año en casi medio siglo (el último, Johnny Miller, en 1975).
El golfista español es un martillo pilón. De ahí que, además de este éxito, también se erija en el nuevo número 1 del mundo. En los últimos doce meses ha sumado seis victorias y nueve top-5. Solo otro hombre en el mundo puede presumir de réditos parecidos: Scottie Scheffler (4 triunfos y 10 top-5). El estadounidense, que también estaba en el Riviera Country Club, no estuvo a la altura de hace una semana. Quizás pagó en exceso la celebración de Phoenix y ya desde la primera jornada se le vio muy atrás. El ya exnúmero 1 acabó duodécimo, con -8. Tampoco Rory McIllroy estuvo a su nivel: 29.º, con -4.
Más retrasado aún finalizó un irregular Tiger Woods. Su larga inactividad tras el grave accidente de coche del 2021, que casi le cuesta la vida (y que provocó que le insertaran una barra en la tibia, amén de multitud de tornillos en el pie), hacía improbable pensar en verlo competir por el triunfo ya. Y menos en un campo que nunca se le ha dado bien. Ofreció luces y sombras. Buena primera ronda (69), pinchazo en la segunda (74), brillante tercera (67) y pobre colofón (73). Acabó 45.º, con -1, por delante, eso sí, de Jordan Spieth. Justin Rose y Adam Scott, entre otros.
Rahm empezó la última jornada con -15 tras la exhibición del sábado (seis birdies y doce pares); y salió arrollador, a pesar de tener tres golpes de ventaja sobre Homa. Sin contemporizar. Su portentoso drive le llevó ya en el primer hoyo a salvar casi las 500 yardas (450 metros) en apenas dos golpes. Birdie para empezar. Un inicio que, sin embargo, no amilanó a Homa. El estadounidense respondió inmediatamente con birdies y aprovechó un bogey del español al paso por la tercera bandera para situarse a solo un impacto (-15 por -14 del americano). Rahm empezó ahí a pelearse con el putt, que le volvería a jugar una mala pasada en el 4, cuando perdonó un birdie que parecía cantado tras un gran drive inicial.
Un approach descomunal de 187 metros, desde fuera de la calle del 8, para dejar la bola al lado de la bandera, fue el punto de inflexión. Homa cedió justo a su lado un bogey y la distancia volvió a los tres golpes (-17 por -14).
El americano, considerado el rey de California por su idilio con este estado, y este campo en particular, no se dio por vencido. Sus birdies en el 9 y en el 10, acompañados de un bogey de Rahm, volvieron a igualar el duelo a -16, con ocho hoyos por jugarse.
El español volvió a fallar con el putt en el green del 12 y, cuando tenía la oportunidad de hacer un birdie, cedió un bogey que completó la remontada de Homa (-16 por -15). El estadounidense erró en el hoyo 13 y ayudó a que Patrick Cantlay se sumara a la fiesta, situándose con -14, a un golpe de la cabeza, con cinco recorridos por disputarse. ¿El final de Rahm? Para nada. Ilusos.
Llegó la fase decisiva. Ese momento que tanto le gusta a Jon. Y dio un recital. Recuperó el liderato en el 14 con un putt desde 15 metros y encarriló la faena en el 16 con un drive que se quedó a un metro de ser un hoyo en uno. En el l7, Homa se enredó en los búnkers y Rahm alcanzó el 18 con dos golpes de ventaja, Jon remató la faena con el par del campo. Suficiente para regresar a la cima.