Adel Mechaal tumba el récord de Andrés Díaz después de 24 años vigente

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez Cundíns

DEPORTES

Rebajó en solo cuatro centésimas la marca de los 1.500 bajo techo que el coruñés había establecido en Grecia y que llegó a ser mejor marca europea

26 feb 2023 . Actualizado a las 21:18 h.

«Mira si soy despistado que el viernes, mi pareja me trajo una tarta con velas con el número 24. Era por el aniversario del récord de España de 1.500 en pista cubierta y ni me acordaba», cuenta Andrés Díaz (A Coruña, 1969). Apenas cuarenta y ocho horas después, Adel Mechaal rebajaba en Birmingham (Inglaterra) el 3.33.32 del gallego para dejarlo en cuatro centésimas menos (cuarta mejor marca mundial del año). El miércoles, en otro asalto en el que le ayudaron cuatro liebres, se quedó a un segundo. El año pasado había acaparado el europeo de 3.000.

«Estos últimos años se están batiendo muchos récords. Cuando yo conseguí el mío europeo, se lo arrebaté a una persona que era mi referente, el inglés Peter Elliott. No contaba con que durase tanto tiempo. Me acabé acostumbrando: ‘Bueno, un año más’. Una vez retirado, era una manera de seguir compitiendo, de estar atento», relata. «No voy a ser hipócrita. Sé que cuanto más dure, más valor tiene, pero no me da rabia que lo haya batido Mechaal», añade.

El registro del coruñés había sido también en su momento récord de Europa. Jakob Ingebrigtsen le sucedió en el 2021 con 3:31.80 (ahora tiene el récord del mundo, 3:30.60).

«Cuando me quitaron el de Europa no vi la carrera. Me enteré por WhatsApp. Me quedé frío. ‘Ya soy exrecordman, ya no tengo el récord’, me repetía. Pero pronto, aunque parezca mentira, mi mentalidad cambió porque hacer deporte te educa con unas herramientas que duran para toda la vida. Esas cosas te quedan en la educación y me pregunté: ‘¿Por qué me quedo frío? No es una pena. Fue una alegría haber tenido veintidós años el récord europeo. Yo, que me entrenaba corriendo dando vueltas a la manzana en la ronda de Outeiro. Y cumplí mi sueño de ser olímpico. Cuando te baten la marca, vienen todos los recuerdos. ¿De qué me quejo?», argumenta.

Desde su retirada de la competición, Andrés Díaz se dedica al entrenamiento personal, no necesariamente para deportistas profesionales. «Yo no les cuento a mis alumnos mis récords. Del de Europa se enteraron cuando me lo batieron. Y ahora, otra vez, vuelvo a recibir muchos mensajes. Siento el cariño. Me quedo con eso», afirma.

Tan viejo como el correr es la polémica por el mérito de la marca obtenida gracias al avance de la práctica deportiva. Andrés Díaz es diplomático. «El deporte evoluciona con el resto de la sociedad. Lo mismo dirían de mí las generaciones anteriores. Al final, tienes que desplazarte en esa distancia a esa velocidad. Las zapatillas serán mejores, hay más conocimiento científico, antes nos pasábamos más tiempo lesionados... pero ganas por un lado y pierdes por el otro. Para mí, tiene mucho mérito lo de Mechaal. Ver lo que hizo me sirve para creerme lo que hice yo», zanja.

El nuevo récord de España dedicó su éxito a Ángel Basas, responsable de fisioterapia de la federación española fallecido esta semana, junto a su hijo Carlos, en un accidente de tráfico en Nueva Zelanda. «Ángel era la guía en los campeonatos: qué visitar, dónde comer, dónde correr… En el Europeo de Estambul (mi ciudad) me hubiese gustado que por una vez ser yo quien le guiase a los mejores lugares», escribió.

 

Desde la Federación Gallega de Atletismo, su presidente, Iván Sanmartín (que coincidió con Andrés Díaz en el INEF), afirmó: «Para analizar la marca de Mechaal hay que poner en valor el récord de Andrés Díaz, por su escasa diferencia, y con todo lo que han evolucionado los sistemas de entrenamiento y recuperación, las instalaciones atléticas y, especialmente, la tecnología en el calzado deportivo. Andrés tiene que estar tremendamente orgulloso de su carrera, como lo estamos los gallegos de él. Mi enhorabuena para ambos».