El club milita en la Tercera División inglesa, pero hace diez años comenzó una profunda transformación reconocida por la FIFA
27 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.No es conocido por levantar títulos. Ni por haber logrado grandes hazañas futbolísticas. El Forest Green Rovers consiguió el ascenso a la League One (tercera división inglesa) la pasada temporada, por primera vez desde que se creó en 1889. Pero su particularidad es que es uno de los clubes más curiosos del mundo.
En un pueblo llamado Nailsworth, en el condado de Glocestershire, habita el primer club 100% vegano y ecologista del mundo. Apenas 7.000 habitantes residen en esta localidad del sudoeste de Inglaterra, donde la aldea de Forest Green da nombre al equipo más sostenible del planeta.
Su revolucionario cambio comenzó hace diez años con la llegada de Dale Vince a la presidencia. Multimillonario y amante de la naturaleza, es dueño de Ecotricity, una exitosa sociedad de electricidad, que se distingue por tener como objetivo generar y distribuir cada día un mayor porcentaje de energía eléctrica verde. Con 58 años, Vince dejó la escuela con 15 años para vivir de forma itinerante en una camioneta eólica.
Años después, en el 2010, cuando el Forest Green descendió a liga regional y a una auténtica ruina financiera, Vince, que ya por entonces era millonario, adquirió un club con el que haría una auténtica revolución. Una cambio radical que comenzó muy poco a poco. Lo primero que modificó fueron los hábitos alimenticios de los jugadores. Algo que no solo involucró a los futbolistas, sino también a las cafeterías del estadio. Ensaladas, hamburguesas de quinoa o bebidas con leches vegetales como soja o avellana, son los menús que se ofrecen en sus instalaciones.
El primer estadio de madera
En paralelo, y cinco años después de su llegada, Vince inauguró esta temporada el Ecopark, el primer estadio de madera del mundo. El césped del campo no emplea pesticidas ni productos químicos, y su siega se lleva a cabo a través de un robot guiado con GPS y alimentado por energía solar. Además, acumula el agua de la lluvia en cisternas que reutiliza después para regar y todo el estadio se suministra de energía solar.
La reforma sostenible de Vince también afectó a la indumentaria de los jugadores. Durante los primeros años de presidencia diseñó una equipación realizada a base de residuos de café y plástico reciclado. Ya en el 2017, cuando la entidad fue reconocida por Naciones Unidas como climatológicamente neutro, las camisetas estaban confeccionadas a base de bambú.
Toda la revolución llevada a cabo en trece años llamó la atención de muchos aficionados, y de futbolistas. Dale Vince, en su idea de extender su proyecto a más clubes, creó una asociación de desarrollo sustentable del fútbol, junto al exfutbolista Gary Neville. Pero no fue el único. Héctor Bellerín se enamoró de su idea durante un partido amistoso que el Arsenal disputó ante el Forest Green. Tanto fue así que, tras una reunión con el presidente, se convirtió en el segundo máximo accionista del club. El futbolista, ya había demostrado su compromiso con la conservación de la naturaleza y con el cambio climático. El Forest Green no cuenta con una vitrina poblada, pero puede presumir ante todo el mundo de poner su granito de arena en la conservación del planeta, acción que le fue reconocida por la FIFA, como el club más ecológico del mundo.
Heura, el negocio saludable que une a futbolistas
Con carreras deportivas que oscilan entre los 10 y los 15 años, los futbolistas de élite logran acumular un patrimonio importante en un período corto de tiempo. La mayoría invierte sus ahorros para intentar de sacar rentabilidad a sus ingresos más allá de su vida activa en el campo.
El negocio inmobiliario es el que se lleva la palma entre los jugadores. Sin embargo, otros también optan por invertir su dinero en proyectos que encajan en su forma de vida. Es el caso de Heura, una empresa de carne 100 % vegetal. En el 2021, el gallego Borja Iglesias, Cesc Fábregas, Saúl Ñíguez, Sergi Roberto y el jugador del Roma, Chris Smalling, entraron a formar parte de la empresa que elabora productos a base de proteína vegetal y aceite de oliva, aliados para un estilo de vida saludable.
Los futbolistas se apuntan al furor internacional que existe este tipo de alimentación y todas las alternativas al consumo de carne, un fenómeno que ya no está únicamente vinculado a los consumidores veganos, sino a un segmento de ciudadanos cada vez más amplio que prefieren reducir el consumo de carne en su dieta por razones de salud o para reducir el impacto medioambiental de la industria mundial de la carne. Ese fue el caso del excéltico Denis Suárez. Comenzó con el veganismo por «culpa» del que fue compañero en el Ársenal, Héctor Bellerín. «He visto como se trata a los animales antes de su muerte y por eso decidí ser vegano», admitió a La Voz nada más volver al Celta. Su cambio en la pauta de alimentación también le hizo invertir su dinero entrando a formar parte de la empresa Tabalú. La firma, que cuenta en su cartera de clientes con futbolistas de primera división y varios clubes, entre ellos el vigués, se encarga de la alimentación en exclusiva de ellos.
Una vida más sana y sostenible
En esa idea de invertir, son muchos los futbolistas que no solo adquieren el veganismo como método para alimentarse, sino que se convierten en miembros activos para expandir su creencia en forma de negocio.
Uno de esos casos es el futbolista del Atlético de Madrid, Marcos Llorente. El jugador basa su alimentación en la dieta Paleo desde hace años. Esta se basa en alimentos que se podrían haber consumido durante la era paleolítica e incluye frutas, verduras, carnes sin grasas, pescado, huevos, frutos secos y semillas. Estos son alimentos que en el pasado las personas podían encontrar mediante la caza y la recolección. Bajo esta idea fundó un restaurante en Madrid llamado Naked and Sated junto al exdeportivista Ibai Gómez. El mismo camino eligió el exportero Miguel Ángel Moya, con su restaurante Carpo, basado en hábitos saludables.