Héroe y villano del Real Madrid, el brasileño estuvo presente en los dos primeros goles del partido condicionando el juego marcado por Ancelotti
20 mar 2023 . Actualizado a las 00:13 h.De blanco y en el templo más grande de Europa, Vinicius dio el sí quiero. Y Ancelotti tiene claro que es su único amor. En la salud y en la enfermedad. Porque todo lo que le da en ataque, le penaliza luego en defensa. Capaz de forzar el error en el autogol de Araujo, pero también de desentenderse de la defensa para permitir que Sergi Roberto empatara el duelo. El hombre que lo excita e impulsa hacia adelante, pero también el que lo lleva a la precipitación y al desasosiego. Gloria y perdición del Madrid.
novedad táctica
La variante que sacó a Vinicius de las garras de Araujo
En los últimos clásicos, Vinicius se estrelló una y otra vez contra un muro llamado Ronald Araujo. Esta vez, Ancelotti reaccionó tras verse superado en la Copa, sabedor de que solo le tiene a él tras el bajón de los veteranos. Así que ordenó un 1-4-4-2 en defensa, en el que Kroos ayudaba a Nacho en la banda izquierda, para que el brasileño quedara más suelto y liberado para las contras. Con más autonomía, pudo disfrutar más que en otros duelos.
el lastre
El vacío de la banda izquierda
Precisamente ese invento de Ancelotti por acondicionar a su crac, provocó muchos desajustes que el Barcelona supo leer. La pobre ayuda de un desubicado Kroos y la inhibición de Vinicius a echar una mano provocó que Nacho se quedara solo ante el peligro. El pundonoroso zaguero vio además una amarilla demasiado pronto y sufrió para sostener a Raphinha y las caídas de Sergi Roberto hacia ese costado, que servían para generar superioridades.
la corrección
El reajuste para castigar el riesgo desmedido de Xavi
Xavi apostó en la segunda mitad por adelantar muchísimo la defensa hasta la medular, dejando a sus zagueros con duelos de uno para uno. Ancelotti lo vio y varió su esquema al 1-4-2-3-1, con la entrada de Rodrygo por Kroos. Vinicius recuperó la banda para correr y tuvo el 1-2 en una contra. El encuentro pasó a ser una ruleta rusa sin balas. Tras el gol anulado, Xavi se dio cuenta de su error, retrasó a Kessié al doble pivote y el Barcelona se acabó llevando el encuentro.