Secretario técnico «gunner» durante 24 años, tuvo la oportunidad de fichar por el Dépor de Arsenio en su etapa como jugador: «Ahora lo veo claramente como un error...»
22 may 2023 . Actualizado a las 13:30 h.Francis Cagigao (Londres, 1969) no puede tomarse un respiro. Por todos sus costados se desprende fútbol. «Estoy viendo mucho», dice. De fondo, un Fulham-Leicester que termina en goleada de los cottagers. Tras dejar la selección de Chile, regresó a su Monforte de Lemos en enero. Y, después de un par de meses para reconectar con su tierra y su familia, el que fue durante 24 años director deportivo del Arsenal, ya busca nuevos retos.
—¿Ha tenido alguna oferta para regresar a la Premier League?
—Sí, aunque no tengo preferencias. Busco un proyecto bonito que se adapte a mi forma de ser. Es fundamental trabajar, ante todo, con buenas personas.
—¿Por qué cree que el nivel de la liga inglesa está tan desorbitado en los últimos años?
—Por la inversión, exclusivamente. Esta, el nivel de organización y de infraestructuras es el mejor. Hace 20 años no se podía decir que la cantera inglesa estuviera entre las mejores del mundo, y ahora sí.
—Empezó a trabajar para el Arsenal por Arsène Wenger. ¿Es tan serio como parece?
—Es un maestro en el mundo del fútbol, vive por y para ello. Es una persona muy metódica y que revolucionó el fútbol en la Premier. En lo personal, es un hombre con un gran sentido del humor, y muy cercano, aunque no de esa sensación.
—Tantos años trabajando con él le habrán dado muchas anécdotas.
—Tengo mil con él, pero hay una que recuerdo más. El año en el que llegamos a la final de la Champions (2006), jugamos la semifinal en Villarreal y, al día siguiente, viajábamos Arsène y yo a Barcelona para ver la otra semifinal. Habíamos quedado en el recibidor del hotel, pero no bajó. Yo pensaba, «qué raro, con lo puntual que es él...». Le llamé, y no contestaba. Subimos a la habitación y la cama estaba sin hacer. Y, en ese momento, ya supe qué había pasado: con la emoción de haber llegado a su primera final se subió al avión y viajó a Londres con el equipo. Le volví a llamar, y me contestó desde la ciudad deportiva. Habían llegado a las cuatro de la mañana, había dormido un par de horas y ya estaba trabajando.
—¿A cuántos jugadores de los invencibles de la liga del 2004 fichó?
—De entre los primeros 15-16 futbolistas de los invencibles fiché a Lauren, Gilberto Silva, José Antonio Reyes, Cesc Fàbregas, Almunia y Edu Gaspar.
—Descubrió a Fàbregas en un torneo en Lloret de Mar y lo tuvo claro.
—Sí. Lo vi en el mismo equipo en el que jugaban Leo Messi y Gerard Piqué, e intentamos ficharlos a los tres. En la ciudad deportiva tuvimos a los dos españoles. Hablamos con el representante del argentino, pero fue imposible porque no tenía permiso de trabajo. Y, por un tema burocrático, no llegó Gerard. Fue una pena, pero nos quedamos con uno muy bueno.
—Cesc recordará siempre su primer entrenamiento... Y Wenger.
—El primer día él iba a entrenar con el juvenil, pero Arsène tenía dudas sobre el estado físico de algunos jugadores y me preguntó si podía entrenar con nosotros. Cuando salí con Cesc del vestuario le dije que, cada vez que fuese a pedir un balón, dijese «yes». Lo recalqué tanto que, cuando salió a la cancha, fue brutal cómo empezó a gritar «¡yes, yes yes!» (ríe). Yo estaba avergonzado, pero todos le daban el balón. Le dije a Arsène, «oye, ¿estás viendo cómo le dan el balón?». Me contestó, «quédate con que estos jugadores se lo dan porque es muy bueno».
—¿Cómo descubrió a Mikel Arteta?
—Era un futbolista que conocía desde muy joven, lo había visto jugar en el Antiguoko antes de llegar al Barcelona. Había seguido su carrera, era mercado de invierno y necesitábamos a un centrocampista de su posición por varias lesiones, y le propuse. Fui yo quien le hizo el seguimiento en el Everton. Así que sí, se puede decir que fue directamente una recomendación. Después, cuando vino como entrenador, yo lógicamente propuse dos nombres, Emery y él. Y mira por dónde, los de llegaron al club.
Mikel me parece un gran técnico. En su momento tuvimos una charla en el club, mientras era jugador y capitán. Tenía la oportunidad de quedarse como entrenador del fútbol base o irse para ser ayudante de Pep Guardiola. Yo tenía claro que tenía que irse con Pep, y acabó haciendo un máster con él que le ha servido mucho. Es un entrenador muy talentoso y, en una temporada como esta en la que los clubes en cualquier momento de tensión echan a los entrenadores... Antes los directivos eran ingleses, pero ahora son latinos, americanos, etc. La mayoría son extranjeros, y podríamos decir que tienen menos paciencia. Mikel pasó por una temporada muy mala, en su segundo curso el equipo quedó fuera de Europa, fue octavo. La peor clasificación del equipo en los últimos 35 años. La directiva pudo haber optado por otra cosa. No solo es mérito de Mikel, si no también de la directiva por haber tenido paciencia. El equipo ha invertido muchísimo dinero. Ha invertido más en dos temporadas que en las 10 de Wenger.
—Hay varios jóvenes gallegos en varios equipos de la Premier: Carreras, Bueno, Bajcetic, Patiño… ¿Les sigue?
—Patiño es el que más conozco, ya estaba en el club cuando trabajaba ahí. Es técnicamente muy bueno, entiende bien el juego. Hacerse un hueco en su posición es muy difícil, porque hay futbolistas top por delante de él: Xhaka, Partey, Jorginho, Odegaard, Vieira… También conozco a Bajcetic, lo estaba siguiendo muy de cerca y hablamos de pujar por él. Los demás me parecen muy buenos, pero tienen mucho recorrido por delante.
—¿Qué es lo primero en lo que se fija para fichar a un jugador?
—Su inteligencia. Para mí, lo más importante es intentar descubrir, lo antes posible, aunque no siempre es posible hacerlo rápido, su capacidad de aprendizaje e inteligencia, sobre todo cuando hablamos de un jugador joven. Buscas su capacidad para tomar decisiones correctas. A la velocidad y el nivel al que se juega hoy en día, es muy importante.
—Pero antes de todo eso, usted también fue futbolista. Lo llevaba en la sangre.
—Mi padre jugó en el Fabril y estuvo muchas temporadas como portero en el Viveiro. También militó en el Victoria y en otros equipos modestos. Fue una persona importante en los inicios del fútbol de gallegos inmigrantes en Londres (era entrenador).
—Usted tuvo incluso la oportunidad de fichar por el Deportivo de Arsenio. ¿Qué pasó?
—Es curioso. Estaba en el Barcelona B y tenía la posibilidad de irme cedido. Tuve dos pretendientes, el Racing de Santander y el Deportivo. Enfadé a mucha gente de mi familia por tomar la decisión de irme a Cantabria. Había hablado conmigo tanto Roberto Veira (exconsejero del club) como Arsenio Iglesias. Opté por otros factores y ahora, mirando para atrás, veo claramente un error no haber fichado por el Dépor. El club estaba en crecimiento… Arsenio me llamó y me dijo que me iba a apretar mucho, pero que iba a tener mis opciones. Fue una conversación corta pero entrañable.
En corto
Aunque los viajes y el fútbol siempre han ocupado gran parte de su vida, Cagigao se declara un gran cinéfilo.
—Ha viajado muchísimo por su trabajo. ¿Cuántos países ha podido ver en un año?
—Uf, en total son cientos… Una vez me puse a comprobarlo, y superaba los cien. Miro más las ciudades y los estadios que los países en sí.
—Creo que un viaje a Nigeria para ver el mundial sub-17 fue algo movidito, ¿no? Tuvo que ir con chófer, escolta...
—Sí, por esos tiempos había ciertas zonas peligrosas. No quiero adentrarme mucho en eso. Algún día lo contaré, y quizá lo ponga en papel.
—¿Cocina?
—Sí. Lo que mejor se me da hacer es, quizá, el pollo asado.
—¿Y su comida preferida?
—El pulpo á feira.
—Me han chivado que tiene debilidad por los cocidos de un sitio en concreto.
—(Ríe) Cantina de Purita, el mejor sitio del mundo para comer cocido.
— ¿Cuál ha sido la última tarea del hogar que ha realizado?
—Por la mañana limpié mi oficina.
—¿Una película?
—El Padrino, pero no sabría decir si la uno o la dos.
—¿Un libro?
—Me quedo con las tres primeras obras de Paulo Coelho.
—¿Qué tipo de música escucha?
—De todo un poco, si bien Soul, Rhythm and Blues, Pop… Si estoy en el gimnasio escuchó Hip Hop. Muy variado, dependiendo del estado y de la situación.
—¿Con qué famoso se iría a tomar unas cervezas?
—John Lennon.