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La diáspora ferrolana con el Racing: «Mi novia y yo volamos desde Polonia; no podía perderme un día así y estaré en A Malata»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

DEPORTES

Iago Blanco y su novia Ewelina posan con la camiseta del Racing en la taberna Morriña que el ferrolano regenta en Polonia.
Iago Blanco y su novia Ewelina posan con la camiseta del Racing en la taberna Morriña que el ferrolano regenta en Polonia. Cedida

Iago Blanco, al frente de una taberna gallega en Polonia, lleva casi una década viviendo lejos de casa y mantiene intactos los vínculos con el club de su vida

25 may 2023 . Actualizado a las 10:01 h.

Hay tardes y tardes de fútbol, pero la del sábado en A Malata será una de esas que escribirán un nuevo capítulo en la historia del club y el ferrolano Iago Blanco Liaño, afincado desde hace casi una década en Polonia, no ha dudado ni un segundo en liarse la manta a la cabeza para poder regresar a su ciudad natal y vivir este momento en directo desde el estadio.

«Compré los vuelos de madrugada y el viernes viajamos desde Poznan, que está entre Berlín y Varsovia; desde allí cogeremos un tren a Varsovia donde haremos noche y después volaremos a Mallorca y de ahí a Santiago», relata el aficionado que regenta una taberna gallega en la ciudad de Poznan.

«El sábado estaremos todo el día ahí para ver el partido y disfrutar de la previa y el domingo nos volvemos a través de Londres. Todo en dos días», ahonda el ferrolano sobre el atracón de kilómetros que le aguardan para ver al club de su vida. Una aventura que, relata, no vivirá solo. Su novia, Ewelina Sobczak, también disfrutará del rugir de A Malata. Iago ha conseguido meterle el gusanillo por el Racing de Ferrol y ahora, aprecia, sufre más que él.

De Fondo Sur de toda la vida

Y es que Iago lleva los colores muy dentro porque jugó hasta la categoría cadete en las filas del Racing de Ferrol y era un habitual en la grada de Fondo Sur. De hecho, relata, en la taberna que regenta en Polonia no faltan los colores del equipo. «Aquí tengo la camiseta que me mandaron este año firmada y todo porque vinieron aquí al Morriña unos representantes de jugadores y se dio la casualidad que son de muchos del Racing. Estaba en la barra y vieron la camiseta del Racing y ya nos pusimos a hablar y me enviaron el detalle hace unos meses. El mundo es un pañuelo», confiesa emocionado.

Una vez tomada la decisión de venirse a Ferrol, a pesar de que ya tenía previstas unas vacaciones en Galicia para dentro de unas semanas, Iago se dispuso a asegurarse de que dispondría de una entrada para acceder al estadio. «Mi hermana hizo cola desde las 7.30 de la mañana y a las 9.00 le hizo el relevo mi madre. También fue mi padre, que tiene ochenta años. Tuve a toda mi familia movilizada por el partido. Fue una pasada», expone.

Una vez conseguida la codiciada localidad el ferrolano afincado en Polonia solo piensa en disfrutar de un ambiente memorable. «Si llego a quedarme aquí iba a estar mordiéndome las uñas y muriendo de envidia, yo quiero vivirlo porque no me recuerdo la ciudad así, hay un montón de niños volcados. Mis sobrinos que tienen 13, 14 y 15 años, todos van al Racing. Es de locos, mola», valora el racinguista que disfrutará del partido en la zona en lo que hacía habitualmente.

«Irán también mis hermanas, mi hermano y sus parejas y mis padres también. Seremos unas diez personas», concluye orgulloso de la decisión que tomó y que difícilmente olvidará .