El frío se confirma como la kryptonita de Aston Martin

David Sánchez de Castro

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Como pasó en España y Austria, en Gran Bretaña las bajas temperaturas hundieron el ritmo de carrera del monoplaza de Fernando Alonso y empiezan a llegar las preocupaciones.

10 jul 2023 . Actualizado a las 16:29 h.

Siendo estrictos, se puede considerar que el resultado de Fernando Alonso en Silverstone este domingo no fue malo. Salía noveno y acabó séptimo, lo que suponen dos posiciones de ganancia entre el sábado y el domingo. El problema viene, precisamente, de antes: ya en los libres se vio un coche más nervioso de lo deseable.

De la ingente cantidad de fotos que las agencias de noticias principales hicieron en los últimos días, hubo una especialmente crítica en la que se ve cómo Alonso tiene que contravolantear para evitar que el Aston Martin se fuese al verde, lo que no ocurría en otros circuitos. Siendo este legendario trazado una suerte de rara avis en el calendario, por lo que se convierte en fundamental e imprescindible, no es buena noticia para las aspiraciones de Alonso y de Lance Stroll que otros pilotos se cuelen en esa pelea por ser el primer perseguidor de la liebre Max Verstappen.

El ritmo no fue bueno ni en los libres, y eso es un serio problema. Las sonrisas que suele haber en el box de Alonso (y en el de Stroll en menor medida) no aparecieron en ningún momento, más allá de los actos institucionales por ser la carrera de casa. Ni en los libres ni en la clasificación se vio el AMR23 en condiciones de seguir la estela del inalcanzable líder de Red Bull, y las miradas de sospecha se pusieron más circunspectas cuando vieron que McLaren sí iba bien hasta el punto de que Lando Norris y Oscar Piastri se quedaron muy cerca de lo que se hubiera apostado en cualquier pub de fans de McLaren como los que hay en Woking. Pero hay más motivos de preocupación.

¿Ya se fía todo al 2024? No es casual que los peores resultados de Alonso en el 2023 hayan sido en Montmeló, el Red Bull Ring y Silverstone. Tres circuitos de características muy diferentes, pero con un factor común que apareció en los tres: las temperaturas más bajas de lo previsto. El AMR23 es un coche razonablemente noble, que se comporta bien en circuitos con curvas lentas y rápidas, que no carece demasiado de velocidad punta en recta y que no tiene un excesivo problema de desgaste de neumáticos como sí le ocurre, por ejemplo, a Ferrari (siendo este el menor de los quebraderos de cabeza de los de rojo).

El problema viene cuando no se consigue que el espacio de rendimiento óptimo llegue en un rango de temperatura adecuado. Parece que Alonso necesita tener un fin de semana tirando a tórrido para que su monoplaza verde esté a la altura de los Mercedes o, el último fin de semana, los McLaren. Estos parecen los dos equipos con los que se va a batir el cobre el equipo que comanda desde el muro Mike Krack, cuyas palabras sobre el futuro ya han levantado ciertas sospechas: ¿ha renunciado Aston Martin al 2023 para poner todos los huevos en la cesta del 2024? El propio Alonso lo admitía. «El foco que tenemos no es en una carrera. Es a largo plazo. Incluso ayer, el viernes, toda la FP1 fue dedicada al coche del 2024. Solo por decir un poco dónde está la cabeza ahora mismo de todo el equipo», desvelaba el asturiano tras la pobre clasificación (la peor personal del 2023) del sábado. Se puede entender que, viendo que este año va a ser imposible alcanzar a Red Bull, se renuncie a seguir en esa línea ascendente que llevaban esta temporada para intentar completar el asalto el año que viene. Una apuesta arriesgada, tanto en cuanto el resto de equipos también tienen un ojo puesto en el próximo año.

Aston Martin está ahora mismo en una diatriba que todas las escuderías tienen, excepto Red Bull. El margen de ventaja del que goza Verstappen es tan amplio que pueden olvidarse de desarrollar más que lo imprescindible el indiscutiblemente bueno Red Bull RB19 y dejar a Adrian Newey centrarse en el coche del 2024. Nadie, ni siquiera una Mercedes que parece haber recuperado el pulso, va a cazarles en lo que resta de temporada y todos son conscientes de ello. Otro asunto es que Aston Martin quiera pelear por el segundo puesto ahora o no, en cuyo caso es probable que solo los redaños de Alonso y una pizca de suerte les puedan ser favorables para el reto.

La entrada del calor puede acabar con este pequeño bache. La próxima cita, en Hungría, está colocada en el radar de Aston Martin y de los aficionados alonsistas no solo por lo romántico del asunto (que lograra la 33 en el mismo circuito donde consiguió la primera), sino porque todo el relato parece construido para que se obtenga allí. Quizá ese 23-J cambien muchas cosas, y no solo en cuestiones políticas.