El Mundial refrendó la figura de Jorge Vilda, cuya cabeza pidieron en septiembre un grupo de jugadoras, de las cuales sólo tres han vuelto a vestir la camiseta roja de España
21 ago 2023 . Actualizado a las 12:37 h.Quince jugadoras en primera línea de batalla. Tres por detrás que las apoyan. Un entrenador en el punto de mira. Un presidente que lo respalda. Son los protagonistas de la rebelión que hace casi un año se vivió en la selección española femenina de fútbol. Once meses después, aquella trama se puede interpretar como un pulso con doce derrotadas, las que no acudieron al Mundial y, por lo tanto, no se proclamaron campeonas.
¿Cuándo y qué sucedió?
Tras la disputa del Europeo, en el que España cayó en el primer cruce, quince futbolistas enviaron otros tantos mails al presidente de la federación española en los que se quejaban de lo que entendían como unos métodos de trabajo inadecuados por parte del seleccionador nacional, Jorge Vilda, y pedían, además, mejores condiciones, tanto deportivas como extradeportivas. Exigían una entrevista con Luis Rubiales para tratar el tema. La respuesta de este fue ignorar el conflicto y respaldar a su entrenador. Estas quince futbolistas eran, principalmente, integrantes de la plantilla del Barcelona y cercanas a ellas. Estaban, además, arropadas por otras tres con enorme peso (Putellas, Bonmatí y Caldentey) que, por diferentes motivos, no enviaron el correo electrónico, pero se posicionaron, con mayor o menor ímpetu, a su lado.
¿Qué pedían?
Nunca quedó muy claro, pero principalmente querían la cabeza de Vilda. Apenas se hizo público que pedían mayor ambición por parte del seleccionador y mejoras a nivel de condiciones de trabajo. Entendían que había mayor potencial del que se veía en los campeonatos oficiales y que había que realizar cambios en la preparación y el planteamiento de los partidos.
«Queremos una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos», reflejaba un comunicado de las quince emitido días después de que la federación hiciera públicas las cartas, de una forma que ellas calificaron como «parcial y tendenciosa».
Más allá de eso que fue público, algunos medios señalaron que las jugadoras también se quejaban del paternalismo con el que las trataba, obligándolas a tener abiertas las puertas de las habitaciones hasta las once o a informarlo de con quién hablaban por teléfono o con quién estaban en sus días libres.
Desde la federación siempre se negaron estas acusaciones.
¿Por qué algunas regresaron?
Aunque Rubiales siempre se mostró contrario a mantener una reunión conjunta con el grupo de rebeldes, sí las hubo de forma individualizada. Al final, algunas entendieron que había habido cambios significativos y suficientes. Para doce, apenas varió la situación y no se mostraron seleccionables. Las primeras en dar el paso al frente fueron las tres que no enviaron los correos. Posteriormente, antes de la prelista de junio, se unieron Caldentey, Bonmatí y Batlle.
¿Cómo es la relación actual entre unas y otras?
Salvo alguna excepción, es inexistente. Ni las todavía rebeldes han mostrado su felicidad por la hazaña de sus excompañeras, ni estas últimas su recuerdo a las ausentes. La herida sigue abierta.
Estas son las díscolas
El 22 de septiembre del pasado año, quince futbolistas lanzaron un órdago a la federación. Querían la destitución de Jorge Vilda. A ellas, en su mayoría del Barcelona, se unieron otras tres, que no enviaron misiva alguna a la entidad que preside Luis Rubiales, pero sí apoyaron a sus compañeras. Estas son las dieciocho protagonistas.
Lola Gallardo
Llevaba más de una década en la selección, habiendo participado en sendos Europeos y Mundiales. La portera sevillana era una de las fijas.
Sandra Paños
Aunque compartía selección con Lola Gallardo, la alicantina era la titular.
Mapi León
La central del Barcelona era una de las indiscutibles para Jorge Vilda.
Aitana Bonmatí
Campeona de Europa sub-17 y sub-19, está llamada a ser el próximo balón de oro. De hecho, algunas fuentes apuntan a que su vuelta a la selección se debe, entre otros factores publicitarios, a que sin disputar el Mundial, no sería posible este reconocimiento.
Leila Ouahabi
Venía siendo titular en el lateral izquierdo de la selección hasta que en el pasado Europeo le arrebató el puesto Olga Carmona. Milita en el City.
Andrea Pereira
La defensa del América de México (puede actuar como central o lateral derecha), aun siendo otra de las fijas, no era titular.
Patri Guijarro
Su trayectoria va paralela a la de Aitana Bonmatí, pero a esos logros añade el balón de oro y la bota de oro del Mundial sub-20. Era la jugadora que tapaba la progresión de Tere Abelleira en la selección.
Lucía García
La goleadora vasca es otra de las integrantes de la generación de oro del fútbol femenino español.
Mariona Caldentey
También del grupo que fue campeón de Europa en categorías inferiores, es una de las indultadas por Vilda. Aunque no empezó jugando el Mundial, se hizo con un puesto en el extremo diestro.
Claudia Pina
La atacante del Barcelona era una de las jugadoras llamadas a cobrar protagonismo. Bota de oro y balón de plata en el Mundial sub-17 de Uruguay, en el 2018, la barcelonista estuvo en el Europeo con sólo 21 años de edad.
Laia Aleixandri
Sin ser una de las más afianzadas en la selección, la defensa del City empezaba a ser una de las fijas para Vilda.
Amaiur Sarriegi
La delantera de la Real Sociedad, lejos de ser indiscutible en la selección, combinaba presencias con ausencias en las listas del técnico.
Nerea Eizagirre
Aunque lleva tiempo haciendo buenas temporadas en la Real, ya no estuvo en la pasada Eurocopa.
Ainhoa Vicente
Veterana defensa vasca, Vilda solo la llamaba por lesión de compañeras.
Ona Batlle
Como Aithana Bonmatí y Mariona Caldentey la lateral derecha es la tercera indultada del grupo de quince que enviaron los mails a la federación en contra de Vilda. Dejó el Barcelona para firmar por el Manchester United.
Irene Paredes
Aunque en este Mundial Vilda haya decidido que no porte el brazalete, hasta el conflicto era la gran capitana de la selección. La central apoyó la rebeldía, aunque no envió el correo electrónico. En su regreso, sigue siendo indiscutible.
Jennifer Hermoso
Otra incuestionable para Vilda, no mandó el mail, pero emitió un comunicado de apoyo a sus compañeras. Pese a todo, enseguida se puso a las órdenes del seleccionador.
Alexia Putellas
Dos años consecutivos balón de oro, estaba de baja cuando estalló el conflicto y se limitó a apoyar a sus compañeras. En cuanto se repuso de su lesión, regresó a la selección.