Sin grandes alardes. Con medio partido desacertados en el control del pase, pero España no tuvo ningún reparo en solucionar el compromiso con Costa de Marfil. Tras dos jornadas de este Mundial, y todos los equipos con un encuentro jugado, ya queda claro las enormes diferencias que existen en este torneo de de 32 equipos.
Arrancó España como una moto. 12-0. Pim pam pum. Así de sencillo. Con Hernangomez, ese W.Geuer número 12, en modo estelar. Como lo había dejado hace doce meses en Berlín. Pero comenzó Scariolo con las rotaciones y con ello, las pérdidas de balón. El mayor lunar del partido frente a los africanos.
Se tuvo que pasar por los vestuarios para recordar el objetivo principal del encuentro. Mejorar las cosas y los tics que necesita esta España para intentar seguir su trayectoria de medallas. Buena defensa, control absoluto del rebote, correcta fluctuación del balón por las manos exactas y otra vez, se finiquitó la contienda. Los 30 puntos de margen fueron un abrir y cerrar de ojos en cuanto España apretó el acelerador.
Caer en el ritmo un poco caótico de Costa de Marfil no era el estilo marcado. Y el técnico italiano, mostró su enfado muchas veces. Como Scariolo controla el tempo del juego es una master class. Muy bien Víctor Claver, porque en lo que nunca falla, añadió su acierto en los triples. Supongo que el mejor dato del partido, ha sido ese número altísimo de asistencias. Síntoma de lo que podemos hacer y el único camino para lograr algo grande en el Mundial.
Ahora viene la curva más peligrosa de esta primera vuelta, Brasil. Que dio también buena cuenta de otra selección menor como es Irán. Pero fuera de su fácil victoria, sufrió un duro varapalo con la gravísima lesión de Raúl Neto. Baja importante para los sudamericanos. Mañana viene una cita importante para el futuro. Toca jugar serio 40 minutos.
Alberto Blanco es director general y deportivo del Cáceres baloncesto