Con nueve etapas disputadas, la prueba se está viendo salpicada por numerosas polémicas y críticas de los corredores
05 sep 2023 . Actualizado a las 10:36 h.Pinchazos, caídas, boicots... La Vuelta está afrontando una edición de lo más polémica. Arrancó bajo unas condiciones climáticas extremas, los corredores se vieron afectados por un boicot independentista, para después sufrir continuos cambios sobre la marcha. Tras la jornada de descanso, este martes (14.15 horas, Eurosport; 14.45 horas, Teledeporte) afrontarán la décima etapa de la prueba en Valladolid.
SIN LUZ EN LA CRONO
«No somos monos de circo»
La prueba se estrenó a oscuras. La lluvia inundó las calles de Barcelona y provocó la falta de luz en la ciudad. El alumbrado artificial tampoco funcionó a tiempo. Esto suscitó las primeras críticas por parte de los corredores. El más crítico fue el belga Evenepoel, vigente campeón de la ronda española. Muy enfadado con la organización, dejó su frase más tajante: «Es ridículo, no somos monos de circo».
la lluvia
Tensión en el pelotón
Las quejas y el enfado de los ciclistas invadieron de tensión al pelotón antes de la disputa de la segunda etapa entre Mataró y el icónico final en Montjuich. La lluvia volvió a ser protagonista, lo que provocó la decisión de neutralizar los tiempos a falta de 9 kilómetros para la meta. Esto desencadenó uno de los momentos más surrealistas vividos en la carrera. Tras la neutralización, se pudo observar a un comisario de la Vuelta consultando a aficionados para medir el paso por las bonificaciones de los corredores y poder establecer así la clasificación general.
boicot independentista
Caídas y pinchazos
Las continuas caídas y el agua no fueron los únicos contratiempos a los que tuvieron que enfrentarse los participantes. Tras rodar por el circuito de Montmeló en la segunda etapa, encararon un tramo que pasaba por el parque natural de Sant Llorenç del Munt y l'Obac, marcado en este caso por el sabotaje. Muchos corredores se vieron afectados por pinchazos provocados, sobre todo, por artilugios ideados para surtir tal efecto. Todas las circunstancias negativas que rodeaban la etapa llevaron, además, a que Vingegaard decidiera liderar lo que parecía un conato de plante en plena carrera. Cuatro personas fueron detenidas, acusadas de preparar actos contra el paso por Cataluña de la Vuelta, ya que fueron sorprendidos por la Policía Nacional cuando pretendían derramar en la calzada 400 litros de un líquido similar al aceite de motor.
IMPROVISACIÓN
Final esperpéntico
El Alto de Caravaca de la Cruz, en la novena etapa, no pudo tener peor desenlace: los ciclistas que no aspiraban al triunfo terminaron los dos últimos kilómetros a ritmo dominguero. Con el director técnico de la carrera enarbolando una bandera amarilla aupado a una valla, y la jueza de cronometraje reloj en mano, se señaló el punto donde acabó la etapa para los favoritos de la general. Fue la imagen de la improvisación. El barro en los últimos metros llevó a un cambio de planes y a adelantar la toma de tiempos. En principio, se anunció que sería a 2,6 kilómetros del final, y un rato después, se difundió que sería 50 metros antes de superar el cartel de 2 kilómetros para el final. El desconcierto fue máximo.