La mediofondista etíope reconvertida y con unas zapatillas voladoras de un solo uso, rebaja en dos minutos el récord de maratón
24 sep 2023 . Actualizado a las 23:06 h.Nada anunciaba que Tigist Assefa (Etiopía, 1996) iba a tener un lugar en la historia de los libros de atletismo. Era una mediofondista sin apenas recorrido internacional hasta que una lesión en el Aquiles le llevó al maratón, territorio que no le recibió con los brazos abiertos y que desde ayer la venera.
La diferencia está en la marca y en la evolución: Tigist debutó en la mítica distancia en Arabia con una nada relevante marca (2:34:01), pero el año pasado ya avisó de su potencial en las calles de Berlín firmando un triunfo con la tercera mejor marca de la historia y, en la mañana de ayer, no solo repitió triunfo en el asfalto de la ciudad alemana, sino que rebajó el récord del mundo de Brigid Kosgei (Chicago 2019) en más de dos minutos, firmando unos estratosféricos 2:11:52. Una marca que lleva a otra dimensión el maratón femenino y que quizás ella misma pueda pulverizar en un futuro. «No esperaba correr tan rápido, pero es el resultado de tanto trabajo duro», dijo la nueva plusmarquista mundial a la conclusión de la carrera.
Tigist Assefa anunció que el récord del mundo venía en camino desde el principio de la carrera. Con una liebre que le acompañó de principio a fin e hizo su trabajo a la perfección. Primero limpió la carrera, porque hasta el kilómetro 15 tuvo compañía femenina, y al paso del medio maratón activó todas las alarmas: 1.06:20. La proyección de ese tiempo apuntaba un récord mundial salvo pájara descomunal en la segunda parte de la carrera, pero la etíope ya demostró al mundo en su día que era capaz de correr la segunda más rápido que la primera y voló hacia la puerta de Brandemburgo en busca de un éxito sin precedentes. Poco antes de cruzar el mítico enclave, su liebre le invitó a pasar y se paró literalmente para verla entrar en la línea de meta en un día histórico para el atletismo femenino.
Las zapatillas de un solo uso
Assefa le dio un cambio radical a su vida de mediofondista en su día. Rebajó su peso en ocho kilos, comenzó a entrenar con el grupo del medallista olímpico Tamirat Tola, que dirige Gemedu Dedefo, y se convirtió en imagen de marca de Adidas, que le facilitó para la ocasión unas zapatillas voladoras, las más ligeras del mercado, que solo pesan 138 gramos, cuentan con una media suela, aporta mayor tracción y son de un solo uso pese a costar 500 euros. «Me han dado el impulso extra que necesitaba para conseguir este récord», dijo la campeona sobre las Adizero Adios Pro Evo 1. Un complemento perfecto para quien demostró ser la mejor del mundo.