Joselu, Tchouaméni y Bellingham firman una contundente victoria visitante en Montilivi que devuelve la alegría a los blancos
30 sep 2023 . Actualizado a las 21:05 h.En una tarde más plácida de lo previsto salvo el bronco final, el Real Madrid olvidó la pesadilla que vivió el pasado curso en Girona con aquel repóker del Taty Castellanos que dio la vuelta al mundo y recuperó el liderato de la Liga que al término de la jornada anterior había atrapado el sorprendente cuadro de Míchel. Los goles de Joselu y Tchouaméni, en la primera parte, y de Bellingham, en la segunda mitad, le dieron tres merecidos puntos al conjunto de Chamartín, que equilibró su balance con un rival que al que solo había derrotado en dos de sus seis enfrentamientos previos en el campeonato y permitió a Carlo Ancelotti ajustar la única cuenta que tenía pendiente en los duelos con los 27 equipos a los que se ha medido el italiano en el torneo como timonel de los blancos.
El Girona volvió a pulsar la tardía subida de revoluciones con la que el Real Madrid aborda muchos partidos, disposición que ya le ha costado unos cuantos disgustos en lo que va de campaña a la soldadesca de Ancelotti. Pero los locales desaprovecharon esos cinco minutos iniciales de siesta visitante y recibieron enseguida un severo castigo. Al Real Madrid, que necesitó realizar 18 remates el miércoles ante Las Palmas para desnivelar la balanza, le bastaron los dos primeros en Montilivi para sellar otras tantas dianas. El fútbol, como sentencia Jorge Valdano, es un estado de ánimo.
Y el cuadro de Chamartín, que regresó el pasado domingo con la cabeza gacha del Metropolitano, vuelve una semana después de tierras gerundenses con un espíritu muy distinto tras rendir un recinto, hasta ahora, inexpugnable. El once de Ancelotti dejó claro que el preparador sigue considerando a Camavinga como un valioso activo para el lateral izquierdo, donde ni Mendy ni Fran García son tan completos.
El ex del Olympique de Lyon pincha en ataque y el canterano de «La Fábrica» hace aguas en defensa. El centrocampista de Cabinda ofrece una mejor combinación de argumentos, pese a que dicha posición no es de su gusto y provoca que la directiva del Real Madrid frunza el ceño. En Montilivi le dio la razón a su técnico con una actuación impecable. Por lo demás, regresó Carvajal y volvieron a formar de inicio Kroos, Bellingham y Vinicius.
Unas variantes que no alteraron la actitud perezosa con la que el Real Madrid salta demasiadas veces al campo. Yangel Herrera y Tsygankov disfrutaron de dos ocasiones pintiparadas para castigar la indolencia visitante a la hora de defender los centros laterales. El venezolano, asistido por Yan Couto desde la derecha, remató alto.
El ucraniano, habilitado por Miguel Gutiérrez desde la izquierda, estrelló su testarazo contra el palo. Cuatro de los seis goles que había encajado el Real Madrid antes de irrumpir en el césped de Montilivi llegaron por vía aérea, datos de hablan de un preocupante déficit estructural de los blancos.
El Real Madrid sobrevivió a duras penas al eléctrico descorche del Girona pero, una vez rebajado el ímpetu inicial del cuadro de Míchel, fue tomándole el pulso al pleito y, esta vez sí, hizo alarde de eficacia. Bellingham se vistió de Modric para dejar, con un pase con el exterior, a Joselu mano a mano con Gazzaniga. El de Silleda, errático ante Las Palmas con la bota, no falló con la diestra. Ha visto puerta en sus cuatro partidos como titular en el Real Madrid. Resulta difícil negarle la condición de killer con semejantes guarismos.
Nada pudo hacer tampoco Gazzaniga para atajar el cabezazo de Tchouaméni tras un córner botado por Kroos. El de Ruan remato solo. Esta vez la indolencia atrapó a la defensa del Girona, con Blind como gran señalado. Bellingham suma y sigue El de Murphy, eso sí, logró redimirse sacándole un disparo a Bellingham que estaba destinado a convertirse en el tercero de la tarde.
A esas alturas de partido, Ancelotti ya había efectuado los ajustes necesarios para reforzar los carriles en fase defensiva con Bellingham auxiliando a Camavinga en la izquierda y Valverde ayudando a Carvajal a la hora de meter en vereda a Savinho en la derecha y el Madrid sufrió poco, tocó con criterio y pudo sentenciar al filo del descanso con una volea desde la frontal de Kroos que Gazzaniga palmeó con esfuerzo.
Tocó a rebato tras el intermedio Míchel, que retiró a Tsygankov y desplazó a Savinho a la derecha para buscarle las cosquillas a un Camavinga inabordable, y el Girona intentó acortar distancias. Pudo conseguirlo David López, ganador en otro duelo aéreo con la zaga del Real Madrid, mas Kepa sacó una mano prodigiosa.
Pero con el Girona volcado en ataque, el Real Madrid tenía pista despejada para buscar la sentencia. Bellingham, recogiendo un rechace de Gazzaniga a disparo de Joselu tras un contragolpe, puso la puntilla y Ancelotti tuvo manos libres para pensar ya en la visita a Nápoles del próximo martes con un liderato en el bolsillo ganado a pulso en un partido que terminó con jaleo final por una feísima entrada de Nacho a Portu que le costó la roja al central alcalaíno y puede que una lesión grave al futbolista murciano.