John McGinn, el pilar de la selección de Escocia al que una gracia pudo costarle su carrera

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CARL RECINE | REUTERS

Durante un entrenamiento, un compañero lanzó un palo metálico que se clavó en la pierna del centrocampista y que quedó a centímetros de la arteria femoral

12 oct 2023 . Actualizado a las 08:47 h.

Autocrítico, con una personalidad contagiosa y un gran sentido del humor, John McGinn (Glasgow, 1994) es el propulsor de la selección escocesa y del Aston Villa. Todo agresividad, fortaleza y poder, según apuntan quienes le conocen. En las instantáneas de la familia McGinn siempre ha estado presente el fútbol. El abuelo, Jack, fue presidente del Celtic y de la Asociación Escocesa de Fútbol, y los hermanos mayores, Stephen y Paul, también son jugadores.

John creció idolatrando a Henrik Larsson, histórico futbolista del Celtic, pero nunca eligió al club de su infancia. En sus inicios, se formó en dos equipos escoceses, el St. Mirren y el Hibernian, con el que ganó la Copa de Escocia en el 2016 —algo que no conseguía desde hacía 114 años— y donde la afición le cantaba: «You’re better than Zidane» («Eres mejor que Zidane).

Durante ese período, una gracia pudo terminar con su carrera por completo. En un entrenamiento con el St. Mirren, un compañero lanzó un palo metálico que habían empleado para hacer ejercicios. Como si de una jabalina improvisada se tratase, se clavó en la pierna de McGinn. La herida tuvo una profundidad de siete centímetros y el palo se quedó muy cerca de perforar la arteria femoral.

Apodado meatball (albóndiga en inglés) por cómo su madre le cortaba el pelo, eligió el Aston Villa para continuar con su trayectoria. «Podría haber seguido el camino fácil de fichar por el Celtic y, probablemente, haber tenido una buena carrera ganando múltiples trofeos, pero realmente admiro a los jugadores que tienen las agallas para ponerse a prueba», dijo su excompañero Liam Fontaine sobre la decisión de McGinn. No se equivocó. Su gol en Wembley ante el Derby en la final del play off del campeonato en el 2019 le dio el ascenso al Villa a la Premier League. Desde entonces, el escocés ha ido viento en popa y se ha convertido en un pilar para el equipo. Tanto, que en el 2022 Steven Gerrard le colocó el brazalete de capitán. Aunque esas cosas no van con John. Su condición para portarlo fue no tener que dar discursos motivacionales, porque no se identifica con eso. Él es más de bromas y gracias en el vestuario. «Lo único mejor en el fútbol que ganar es demostrar que la gente está equivocada. Tienes eso en la cabeza», dijo sobre las críticas que recibió tras su elección.

Su carácter bromista

Su fuerte no solo es el fútbol, sino también su sentido del humor. En el 2020 se presentó a un entrenamiento vestido de pavo con un gorro de Papá Noel. En numerosas ocasiones también ha hecho gracias sobre su aspecto físico: «Siempre digo que si no tuviera mi trasero estaría en el Yeovil —equipo de la sexta división inglesa— o algo así». El trabajo en el gimnasio no era lo suyo, relató para The Guardian un excompañero, pero recuerda cómo en una ocasión dijo: «Una vez que esté allí, con mi envergadura, nadie más cabrá». «No soy una pintura al óleo», dijo en otra ocasión al citado medio en tono jocoso.

«Me pregunto, ¿quizás la Premier League no estaba preparada para alguien como él?»

«Si hay algo en juego y algunas personas pueden verlo como un pase de riesgo, John no tiene miedo de aceptar esos pases», analizó su excompañero del Hibs Liam Fontaine a The Guardian. «La gente se había preguntado cómo le iría en la Premier League, pero viéndolo y siguiendo su progreso, ¿quizás esta liga no estaba preparada para un jugador como él?», se cuestionó.

Más voces de jugadores que coincidieron con McGinn muestran cómo es un futbolista vencedor y con carácter. «Nada parece desconcertar a John. Cuanto más grande es el partido, mejor es él. Tiene una gran mentalidad, le gustan los desafíos. Tiene un empuje interior muy grande y, aunque se muestra muy relajado, en el campo es un demonio absoluto. Es un verdadero ganador», analizó Neil Lenno, del Hibs, para el citado medio.

Del Hibernian, recaló en el Aston Villa, previo pago de casi tres millones de euros hace cinco años. «Tenía mucho que demostrar al venir a Inglaterra. Nadie sabía quién era yo, ni siquiera algunos compañeros como Grealish», reconoció a The Sun.

El impacto de Emery

Al frente del equipo de Birmingham está Unai Emery, al que McGinn define como una «verdadera revelación». «Me ha aportado una visión totalmente nueva del fútbol. Ha sido un soplo de aire fresco. Lo estoy disfrutando muchísimo, y espero poder aprender más de él en estos años», sentenció el centrocampista.