«Es evidente que en las últimas semanas se han hecho cambios, pero ahora tenemos que dar un margen de tiempo para ver si realmente hay la intención y la voluntad de ir un poco más a lo profundo y de solucionar las cosas», analiza la gallega
13 oct 2023 . Actualizado a las 14:29 h.Para Vero Boquete todavía queda mucho camino por recorrer. Se han hecho cambios y hay que darles tiempo, pero, a pocos días de que se cumplan dos meses desde que se desatara el caso Rubiales tras el beso a Jenni Hermoso, la futbolista insiste a Efe en que «el problema está en la raíz y sigue ahí».
Boquete (Santiago de Compostela, 1987) es uno de los altavoces más importantes sobre el caso del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, en una larga charla con EFE, reflexiona sobre los cambios en la RFEF, la llegada de Montse Tomé o los casos concretos de Patri Guijarro y Mapi León.
Además, la jugadora del Fiorentina explica como está viviendo su etapa en Italia, cómo ve el fútbol italiano respecto al español y desvela sus planes para cuando termine su carrera como futbolista.
—¿Siente presión por haberse convertido en un altavoz de la selección española, por tener esa responsabilidad?
—No, presión no siento. Siempre he intentado ser muy clara y hablar siempre que he creído que era necesario por unas u otras razones. Las protagonistas son otras, yo solo me he sumado a esa causa y he hecho públicas mis opiniones sobre la situación, que tiene mucho más de fondo y sobre lo que hablar.
—¿Le parecen suficientes los cambios realizados hasta ahora?
—El problema está en la raíz y todavía esta ahí. Es evidente que en las últimas semanas se han hecho cambios que eran necesarios, y los más inmediatos sí se han dado, pero ahora tenemos que dar un margen de tiempo para ver si realmente hay la intención y la voluntad de ir un poco más a lo profundo y de solucionar las cosas para el futuro, no solo para esta situación o este conflicto, sino para que el deporte funcione mejor de aquí en adelante.
—Ya expresó en su día sus dudas con Jorge Vilda, ¿cómo valora la llegada de Montse Tomé al cargo?
—Creo que es diferente. Las dudas que surgieron con Montse fueron en base a si había meritocracia o no a la hora de esa elección o si se seguía el sistema que se había seguido siempre de poner a alguien por poner.
No se duda de su capacidad, sabemos que es una entrenadora preparada, pero quizá el verla en la asamblea aplaudiendo o el forzar a ir a ciertas jugadoras ha dañado un poco la confianza del grupo en ella y que de aquí en adelante se tendrá que ver cómo se recupera.
Veremos si la decisión de quien entra al frente de la selección femenina es mantener a Montse o cambiar de entrenador. Eso es algo que no depende de las futbolistas ni de mí.
—Patri Guijarro y Mapi León siguen fuera de la selección, ¿qué cree que pasará con ellas?
—Su situación es muy distinta a la del resto. Han perdido un Mundial, aunque para mí son campeonas del mundo. No puede ser que eso se olvide de un día para otro y que se pretenda que esas futbolistas, además de convocarlas obligatoriamente, lleguen a un acuerdo y olviden todo lo que han pasado estos meses.
Será un proceso más largo con ellas, pero son conscientes de que se están haciendo cambios y todo va en el buen camino. Tanto ellas como yo esperamos que vuelvan pronto, cuando estén preparadas y tengan confianza. Estoy segura de que darán muchas alegrías.
—¿Cuáles piensa que son los pasos a seguir ahora?
—Depurar responsabilidades, dar un cambio de imagen y de gente al frente. Poner a un director/a deportivo/a, director técnico que cree un proyecto y una estrategia, que contrate a la gente de manera profesional y que le dé el futuro que merece al fútbol femenino.
Si hablamos fuera del fútbol femenino, en general, entramos en un problema más profundo. La Ley del Deporte se debería de modificar. La problemática que hay en la RFEF también la hay en más federaciones, no solo en el deporte.
Hay un problema cultural, de raíz, de machismo, que tenemos que mirar como sociedad.
—Lleva una temporada y media en el Florencia, ¿cómo se encuentra?
—Estoy encantada, me encanta la ciudad y el club. He decidido quedarme porque el proyecto me motiva, estoy acostumbrada a luchar por títulos y quizá aquí en la 'Fiore', al menos en estos dos últimos años, nos ha costado más, pero me motiva mucho el formar parte de un proyecto ambicioso y es lo que tiene este club.
Me encuentro muy a gusto a nivel personal y deportivo.
—Ha empezado muy bien la temporada, con gol en la victoria ante el Nápoles en la última jornada, ¿qué objetivo se marca?
—Yo me marco siempre el objetivo de ayudar al equipo. Poder ayudar con goles, con minutos en el campo y ojalá sea una gran temporada
El del equipo es claro, poder entrar en plaza 'Champions', lo que nos obliga estar entre los tres mejores en Italia. Estamos concentradas en la Copa porque un título así para el club sería un éxito fantástico.
—¿Cómo ve el fútbol italiano?
—Seguramente le falta dar ese paso, pero se está trabajando desde hace años. La llegada de jugadoras extranjeras que dé nivel a la competición y un poco más de respeto fuera es importante. Cada vez somos más las que consideramos jugar aquí.
Italia es un país de fútbol, pero también tiene una cultura machista, esa mentalidad está cambiando. Cada vez el fútbol femenino tiene más espacio, más interés a nivel global e Italia no es una excepción, y quizá le falta ese pasito todavía. Está siguiendo el camino de lo que hemos vivido en España hace unos años.
—Contrato hasta junio del 2024, ¿cuáles son sus intenciones a partir de ahí?
—No lo sé, por eso renové hasta 2024. Llevo años renovando solo por temporada, es una motivación para mí el no saber qué va a pasar después. Me hace estar más alerta.
Soy consciente de que el final de mi carrera está cada vez más cerca, pero estoy disfrutando muchísimo. Mientras esté bien mental y físicamente seguiré jugando y, cuando crea que es el momento de parar, seguiré ligada al fútbol de una u otra manera.
—Se ha pasado recientemente al mundo de la narración, ¿cómo valora hasta el momento la experiencia?
—Me está gustando mucho. No me lo esperaba, no pasaba por mi cabeza hace unos años. Los partidos los iba a ver igual, pero ahora los comentarios que hacía desde el sofá de mi casa los hago hacia mucha gente. Me gusta ver el fútbol de una manera táctica y comentarlo de una manera detallada.
—¿Se ve en un futuro en el mundo de la narración o sobre el terreno de juego como entrenadora?
—Espero sea más como entrenadora. Tomé la decisión de ser entrenadora casi al mismo tiempo de ser jugadora, sabía que después de una cosa vendría la otra.
Me he ido formando y me seguiré formando. Mi intención es estar en un banquillo profesional, pero, mientras tanto, disfrutaré de la narración y de ver partidos, que es donde más se aprende.