Incógnitas y certezas de la muerte de Álvaro Prieto en la estación de Sevilla

P. V. LA VOZ

DEPORTES

El juvenil del Córdoba CF desapareció en la mañana del jueves, 12 de octubre, y fue localizado cuatro días después de forma fortuita. ¿Le ayudaron en la estación de tren? ¿Cuántas veces se intentó colar en los andenes? ¿Cómo falleció?

19 oct 2023 . Actualizado a las 19:17 h.

La muerte del juvenil del Córdoba CF Álvaro Prieto en Sevilla, después de una fatídica noche de fiesta en la que no pudo coger el tren que lo llevaría de vuelta a su casa, ha dado lugar, desde su inicio, a muchas hipótesis, certezas e incógnitas que se van despejando a medida que avanza la investigación, y una vez localizado, de forma fortuita, el cadáver. El joven desapareció en la mañana del jueves, 12 de octubre, cuando su familia dio la voz de alarma, y no fue hallado hasta cuatro días después.

¿Qué hacía en Sevilla?

El joven cordobés se desplazó el miércoles, 11 de octubre, a la capital hispalense para pasar una noche de fiesta previa al festivo por el Día de la Hispanidad, junto a su mejor amigo, la última persona de su entorno que lo vio con vida. Los chicos estuvieron en la discoteca Theatre de la zona de Sevilla Este, a unos tres kilómetros de la estación de tren de Santa Justa, hasta el momento en el que Álvaro tuvo que irse para tomar su tren de vuelta a Córdoba.

¿Llegó al tren?

Álvaro tenía que subirse al tren de las 7.35 en la estación sevillana de Santa Justa, para la que tenía un billete electrónico en su teléfono móvil. Unos minutos antes, a las 7.22, le envió un mensaje de WhatsApp a su madre. «Ya voy para la parada», escribió.

El joven, sin embargo, nunca pudo subirse al tren que le correspondía. En un primer momento se dijo que se había quedado sin batería en el móvil y que nunca pudo demostrar que poseía billete para ese tren, pero la versión de los informes de Renfe es que llegó tarde y nunca pudo pasar el control de seguridad.

¿Se le ofreció ayuda?

Las versiones han ido teniendo sensibles modificaciones a lo largo de estos días. Aunque en un primer momento no se mencionó que se le ofreciera ayuda, el delegado del Gobierno en Andalucía informó este mismo martes, un día después de la localización del cadáver, que los trabajadores de la estación le brindaron varias posibilidades a Álvaro para solucionar su problema. «Se le dio la oportunidad de cargar el móvil» para así demostrar que tenía billete y poder cambiarlo por otro, ha dicho Pedro Fernández, pero, según el relato oficial, el joven «no accede». «No sabemos por qué», añade, matizando que Álvaro «andaba un poquito perdido».

Los informes de Renfe al respecto corroboran esta versión. Aseguran que el joven fue al servicio de atención al cliente, ya sin batería en el móvil. Se le ofreció el cargador de uno de los trabajadores y el lugar donde cargarlo, pero el chico indicó que no funcionaba. Tras varios intentos, los empleados de Renfe localizaron, a través del sistema, el billete de vuelta a Córdoba, pero se le informó que al haber perdido ese Avant, la única opción que tenía era comprar uno nuevo, para un AVE que salía a las 9.30 cuyo «precio rondaba los 40 euros». El chico fue entonces a las taquillas de venta, pero no pudo adquirir el nuevo billete debido a la falta de batería en su teléfono móvil. El empleado de la taquilla le indicó dónde podía cargar el móvil si tenía cargador, pero, tras esto, el chico se fue.

¿Se coló en otro tren?

Trabajadores de Renfe manifestaron desde muy pronto que el joven, al ver que no tenía posibilidad de demostrar que tenía billete, accedió al andén de Cercanías, que no tiene control de seguridad, cruzó las vías y se subió a un AVE con destino a Barcelona que tenía parada en Córdoba, y que salía a las 8.55 de la estación de Santa Justa.

Los revisores se dan cuenta. Lo interceptan, lo identifican y, según se manifestó en un primer momento, lo expulsan de las instalaciones, aunque todo en buenos términos.

Ahora, sin embargo, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, asegura que nunca se le expulsó de la estación, sino solamente del tren y de los andenes. «Nadie lo fuerza a salir, ni muchísimo menos, de una estación pública, nadie lo coacciona o lo presiona para que salga; todo lo contrario», ha dicho.

¿Intentó volver a acceder a las vías?

Después de todo este incidente, las cámaras del párking de la estación de tren que dan a la avenida Kansas City captan, a las 9.30, a Álvaro Prieto caminando por esa calle, paralela a las vías de ferrocarril, en dirección noreste. Según los trabajadores que lo vieron en ese momento, el chico, que iba solo, se desplazaba mirando con atención hacia la zona de vías.

Solo unos minutos después, pasadas las 9 de la mañana, los trabajadores del cátering de los trenes de Renfe se encuentran a Álvaro en un túnel subterráneo, que está oculto y restringido al público, y el joven les dice que está buscando la forma de regresar a los andenes para tomar un tren.

Los empleados le piden que abandone la zona y las instalaciones ferroviarias una vez más.

¿Qué hizo después?

El joven vuelve a salir por la zona de la avenida Kansas City, después de intentar por segunda vez acceder a la zona de las vías de Santa Justa. Una mujer aseguraba haberlo visto caminando solo por esa calle en dirección al tramo de Las Huertas sobre las 10 y media de la mañana, pero este testimonio no coincide con datos recabados posteriormente.

Una vez encontrado su cuerpo, entre dos vagones en los talleres ferroviarios y a más de kilómetro y medio de los andenes de la estación, la revisión de las cámaras de esa zona ha arrojado luz sobre sus posibles siguientes pasos.

¿Cómo accedió al tren en el que se le localizó?

La cámara de una gasolinera próxima a los talleres ferroviarios de Santa Justa grabó al joven cordobés caminando, entre las 9.30 y las 9.45 de la mañana, sobre el techo del tren en el que fue encontrado sin vida.

Los investigadores intentan ver cómo entró Álvaro Prieto en esa parte de las instalaciones, cerrada al público. Algunas hipótesis creen que el chico pudo acceder por un descampado próximo al puente de la carretera de Carmona y subirse al vagón a través de los talleres. En efecto, unas huellas digitales del joven en sentido ascendente por un lateral del tren, encontradas por la policía, parecen confirmar esta opción.

Otra teoría apuntaba la posibilidad de que el chico se hubiera descolgado desde el puente que pasa por encima de las vías sobre el techo del convoy, para así acceder de nuevo a los andenes por otro lugar. Sin embargo, varios datos que se van conociendo le llevan la contraria a esta opción. En primer lugar, según apuntan fuentes policiales citadas por varios medios de comunicación, porque el tren en cuestión no estaba, en esos momentos, debajo del puente, por lo que el chico no podría haber accedido nunca de ese modo. Y, además, por las huellas ascendentes encontradas en el lateral del vagón donde apareció su cuerpo.

¿Qué pretendía hacer accediendo a ese tren?

Esta es la mayor incógnita del caso, que tiene difícil resolución, al no haber testigos al respecto. Queda clara, por la progresión de los acontecimientos, que el joven Álvaro Prieto estaba buscando, del modo que fuese, la forma de volver a su casa, tras haber perdido el tren de vuelta para el que tenía billete. Todos sus movimientos dejaron claro que tenía intención de tomar algún convoy que lo llevase de vuelta a Córdoba. Sin embargo, el ascenso al techo del convoy en el que se le encontró con vida sigue siendo una de las mayores incógnitas del caso.

¿Cómo se electrocutó?

El joven, caminando por encima del convoy, se habría acercado con el abdomen al pantógrafo, el brazo articulado que hay sobre los vagones que toma la energía de la línea de alta tensión de la catenaria, recibiendo una potente descarga eléctrica, que podría ser de hasta 3.500 voltios. Aseguran también los expertos que no hace falta tocar la catenaria para sufrir una descarga, sino que a menos de medio metro ya puede electrocutar.

Según la autopsia, la entrada de la descarga se produce por el abdomen y sale por sus manos, que presentan quemaduras y falta de cuero cabelludo.

¿Cuándo falleció?

Según el análisis forense, el joven habría fallecido en ese mismo momento por electrocución, basándose en las quemaduras de los brazos y en el avanzado estado de descomposición en el que se encontró su cuerpo cuatro días después.

¿Cómo acaba el cuerpo en el hueco entre vagones?

Álvaro Prieto se habría desplomado como consecuencia de la potente descarga. Según la Policía Nacional, el joven cayó fulminado «instantáneamente» al hueco entre los vagones, donde quedó «completamente oculto» tanto a los ojos de los investigadores como a las cámaras de los drones. Y así permaneció hasta que se produjo el movimiento del convoy en la mañana del 16 de octubre.

¿Hubo otras personas implicadas?

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó en una entrevista a Canal Sur que «la investigación pone de manifiesto que no participaron terceras personas» y que, además, tampoco hay signos de muerte violenta en el cuerpo de Álvaro.

¿Por qué la Policía no miró en esos trenes ni en las cámaras de la zona?

Al joven se le pierde la pista en la avenida Kansas City, en dirección a la salida de la ciudad hacia Córdoba, y cerca de la estación de tren. De este modo, en un primer momento, los agentes comprueban las cámaras de seguridad cercanas a la autopista de salida de Sevilla, suponiendo que el joven había intentado hacer autoestop para volver a su casa, en Córdoba. Pero ninguna cámara arrojó información al respecto. 

Y es que la zona en la que falleció el chico se encuentra en el lado contrario de las vías del tren, y a casi dos kilómetros de distancia de los andenes de la estación, por lo que se dejó esta zona para una fase posterior de la búsqueda.

Los investigadores contactaron, en primer lugar, con centros hospitalarios y asistenciales y comprobaron la notificación de cualquier incidente. Buscaron testigos que estuvieran por la zona y cámaras de seguridad de establecimientos próximos para analizar posteriormente. Entre ellas, el domingo reciben también la grabación de la gasolinera que muestra a Álvaro sobre el tren. Pero no tendrían tiempo a revisarla antes del hallazgo del cuerpo.

Los agentes concluyen que el joven no había abandonado la zona de la estación. Por ello, a las ocho de la tarde del domingo 15, más de tres días después de su desaparición, y aprovechando una hora sin circulación de trenes, la Policía y la Unidad Militar de Emergencias (UME) desarrollaron una búsqueda, ayudados con la unidad canina, por las vías, que llegó hasta los talleres ferroviarios, a escasos 200 metros de donde apareció finalmente el cuerpo.

La idea de los agentes era reanudar la búsqueda al día siguiente, el lunes 16, por la zona donde estaba el cuerpo, aunque un reportero y un cámara de TVE se adelantaron en el hallazgo durante una conexión en directo para el programa Mañaneros.