El gallego, campeón del mundo de MXGP, realiza un balance positivo tras dos semanas rodando en las pistas de KTM en California con vistas al año 2025
30 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El gallego Jorge Prado, el campeón del mundo más joven de la máxima categoría del motocrós, no se detiene en su progresión en la élite del deporte internacional. El título de MXGP, lejos de ser una meta, se ha convertido en un punto de partida para que el lucense pueda continuar haciendo historia del deporte español.
Por eso, recién terminada la temporada de motocrós, Prado voló a California para pasarse los últimos días probando en el supercrós. Y las conclusiones son positivas. «Me encontré muy bien. Una vez que completé el plan previsto, que era rodar dos semanas en Estados Unidos, tengo que decir que me he quedado con muy buenas sensaciones», avanza Prado. «Ha sido una experiencia muy buena para mí. Rodé, nueve días en una pista de supercrós, a la que me he adaptado mejor de lo que esperaba y, sobre todo, que es a lo que venía, es comprobar si me divierte hacer supercrós. Y por ahora, la verdad es que disfruté muchísimo. También ha ayudado que yo veía que evolucionaba cada día que pisaba el circuito. Eso daba una motivación extra», añade.
«Me atrae mucho también que, al haberme adaptado de esta manera, podré plantearme en el futuro correr en Estados Unidos algún día. Ha sido una muy buena experiencia, estoy muy contento», concluye el deportista gallego, que concluye el año que viene su contrato con GasGas (del grupo KTM). Precisamente, Prado elogia la infraestructura de la que dispone el fabricante austríaco en Estados Unidos. «Es increíble, con la parte técnica justo al lado de las pistas privadas. Eso hace que el trabajo sea mucho más sencillo y más profesional. Teníamos tres pistas privadas de supercrós, que podía ir alternando durante la semana. Fue una experiencia muy chula», resume.
Ahora, al mismo tiempo que se toma unos días de asueto, permanece en contacto con KTM para diseñar la pretemporada y decidir sobre su futuro en un momento fundamental no solo del 2023, sino de su trayectoria profesional deportiva.
Diez años después, la oportunidad americana vuelve a llamar a su puerta
No es la primera vez que Jorge Prado rueda sobre pistas de supercrós en Estados Unidos con vistas a reconducir su futuro sobre una moto de competición. En uno de los momentos clave de su carrera deportiva, el lucense se pasó dos meses a finales del año 2015 experimentando las sensaciones que le ofrecía la modalidad estrella del motociclismo sobre tierra en Norteamérica.
En aquel momento, el ahora campeón del mundo de la máxima división del motocrós, MXGP, acababa de levantar el título europeo de la categoría de 125 c. c. Su KTM de 250 c. c. de supercrós no acabó de seducirle lo suficiente como para emigrar de la competición del Viejo Continente para asentarse en el circuito estadounidense. Jorge Prado prefirió entonces madurar su carrera dentro del motocrós, con el objetivo de proclamarse campeón del mundo absoluto antes de volver a sopesar la opción de cruzar el Atlántico, algo que finalmente acabó sucediendo casi una década después de los primeros contactos.
Con el paso del tiempo, los pilotos europeos de alto nivel se han convertido en un reclamo para la competición en el supercrós estadounidense, en el que el nivel de las superestrellas nunca se había visto discutido hasta este momento.
Respecto al motocrós, el supercrós es una disciplina más explosiva y técnica (factores que invitan a pensar que Jorge Prado podría encajar y rendir a un excelente nivel en América), pero sobre todo maneja un concepto de deporte negocio que está a años luz del europeo.