Sean McDonnell, el ala-pívot al que Kobe Bryant guio hasta la cancha

DEPORTES

Marcos Miguez

El jugador estadounidense, que logró su segundo MVP con el ante el Lleida, quiso dedicarse al baloncesto cuando descubrió a Mamba

07 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Nació en un pequeño pueblo costero al sur de California, donde los niños sueñan con coger las olas del Pacífico. Pero Sean McDonnell (California, 1995) prefirió la cancha. Su amor por el baloncesto llegó gracias a su padre. Él había sido jugador e hincha de los Lakers. Se sentaban juntos para ver a Shaquille O'Neal y a Kobe Bryant. Mamba Negra le conquistó. Quería ser como él. Tenía cuatro años cuando comenzó a jugar, y en honor al Kobe, se propuso que, cuando lo consiguiese, lo haría con el 24 a la espalda. Para no olvidar cómo había comenzando su pasión.

McDonnell fue el primer fichaje del Leyma esta temporada. Dentro del proyecto continuista del club naranja, el ala-pívot llegó tras militar en el Alicante la pasada temporada y lucirse como mejor tirador de triples la campaña anterior en el Oviedo. Pero nadie le ha regalado nada. En el instituto era un gran anotador; aún así, no recibió la oferta de ninguna universidad. Optó entonces por la escuela de la NAIA Westmont College, donde su único propósito era demostrar que aquellos que no consideraron que tenía talento estaban equivocados. Y tanto que fue así. En apenas seis jornadas de campaña en el Leyma Básquet Coruña, Sean McDonnell se ha convertido en MVP en dos de los encuentros. El último, ante el Lleida, donde con 16 puntos, dos rebotes, tres asistencias y 26 de valoración, demostró su importancia en la plantilla de Diego Epifanio.

En el equipo coruñés ha tenido que acostumbrarse a un rol diferente. Con 203 centímetros, tiene capacidad de jugar tanto lejos como cerca de la canasta. En su último curso en el Alicante cosechó unos discretos números, sin embargo, en A Coruña se ha convertido en un pilar fundamental en el rebote ofensivo del equipo. «Corre, hace esfuerzos y va al rebote como pocos en la liga. Ha llegado a un grupo en el que tiene que dar su mejor versión, aunque a veces toque el balón menos que otras temporadas. Ha asumido muy bien eso», afirmó Epi después de que McDonnell fuese elegido, por primera vez, el mejor del partido con la camiseta naranja.

En el Leyma se siente cómodo. Su estrecha relación con su compañero Olle Lundqvist, con quien coincidió en el Ponferrada en la Liga EBA, en el Palma y en el Oviedo en LEB Oro le facilitó la integración. Su sonrisa, como lo era la de Kobe, lo pone más fácil.

El 24 del Leyma todavía tiene mucho que decir. «Este equipo tiene mucha calidad y es, sin duda, el mejor equipo en el que estado», afirmó McDonnell en su presentación. «Hay que atreverse a ser grande», dijo su ídolo. A Sean le sobra mentalidad de Mamba.