«Está complicado seguir, necesito pensar qué voy a hacer», aseguró el campeón del Mundo tras derrotar a Brasil en Maracaná
22 nov 2023 . Actualizado a las 17:48 h.Tenía que ser uno de los días más felices para los aficionados de la selección argentina, pero Lionel Scaloni (Pujato, Santa Fe, 1978) lo tiñó de preocupación. Después del 0-1 infligido a Brasil en Maracaná, el hombre que condujo a todo un país al sueño de volver a ser campeón del mundo soltó una bomba en la rueda de prensa: «Quiero un tiempo para pensar, porque esta selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles». Así, sin más, sembró la duda sobre su futuro al frente del combinado nacional, cuyo contrato había ampliado en febrero de este año hasta después del Mundial del 2026.
La preocupación por parte de la hinchada fue aún mayor porque esta fue la última respuesta que dio Scaloni en su intervención, sin querer precisar más detalles al respecto: «Ahora toca parar la pelota y ponerse a pensar. Tengo mucho que pensar en este tiempo. Estos jugadores nos han dado un montón y necesito pensar», confesó en relación al período que se abre ahora hasta los próximos encuentros oficiales, que serán en septiembre del próximo año.
Scaloni solo dejó un halo a la esperanza, cuando dijo que aquello no era una despedida, sino una advertencia de que quería reflexionar: «No es un adiós. Necesito pensar porque la vara es muy alta», sentenció con una frase que muchos entendieron como una respuesta a la enorme exigencia que tiene la selección y que le pudo pasar algo de factura cuando la semana anterior cayó, contra pronóstico, frente a Uruguay.
El caso es que, de momento, especulaciones al margen, solo el ídolo de la afición del Deportivo sabe lo que pasa por su cabeza. ¿Un reseteo? ¿Una importante oferta de algún club de primer nivel? ¿Convicción de que es imposible superar lo hecho y prefiere marcharse por la puerta grande ahora y no por la pequeña más tarde? ¿Estrategia en la negociación de un nuevo contrato? Muchas conjeturas y poca información por parte de un técnico que llegó a la albiceleste como un simple ayudante y se convirtió en héroe. Y no por accidente.
El paso de Scaloni por la selección ha estado tocado por la fortuna. Aterrizó en la albiceleste de la mano de Jorge Sampaoli, después de abandonar todo el cuerpo técnico el Sevilla al auxilio de Argentina. En el Mundial de Rusia 2018, el combinado pasó a duras penas la liguilla, con solo 4 puntos, después de empatar a uno con Islandia y caer 0-3 frente a Croacia. Ser segundo de grupo le llevó a verse las caras en octavos con Francia, la campeona. Cayó Argentina por 4-3 y ahí se destaparon una serie de problemas entre el cuerpo técnico y los jugadores.
La división era total y Scaloni supo alinearse con los futbolistas. El resultado fue la destitución de Sampaoli y la interinidad del exfutbolista del Deportivo. Sin la seguridad en el cargo, acudió a Alcudia a disputar el Mundial sub-20, en el que se proclamó campeón y eso le sirvió para tener una oportunidad con la absoluta.
En este período de transitoriedad, apenas contó con apoyos. Todo lo contrario. Fue centro de críticas, entre ellas, por parte de Maradona. Pero Scaloni aguantó el tipo, supo manejar el vestuario, principalmente, a Lionel Messi y acabó campeonando en la Copa América del 2021, dieciocho años después del último título. El Mundial conquistado fue toda una lección magistral de cómo llevar una selección tanto desde el punto de vista deportivo como extradeportivo. Ahora, medita sobre su futuro. Los éxitos lo avalan.