Javier Rodríguez, presidente de la Liga Galega de Traiñeiras: «El vínculo entre patrocinio, deportista y público es clave»

DEPORTES

CESAR QUIAN

Recién reelegido, propone incrementar el reconocimiento social y el número de regatas, captar más recursos y fomentar el espectáculo

12 dic 2023 . Actualizado a las 10:04 h.

Francisco Javier Rodríguez Barros (Perillo, Oleiros, 1961) cumplirá su quinto año al frente de la Liga Galega de Traiñeiras (LGT), una entidad con una notable expansión en los últimos años.

—¿Como se encuentra?

—Muy motivado. Si no, no me volvería a presentar. Los que estamos en el remo sabemos que es duro para los remeros, pero también desde la dedicación directiva. Si no te gusta esto, vas mal. Engancha. La mayoría llevamos mucho tiempo.

—¿Qué objetivo se plantean?

—Uno de ellos, crecer en regatas, conseguir alguna más allá donde no las hay e incluso donde no hay clubes, como desde A Coruña a Muros, una costa con gran tradición marinera, que es su vida. O la parte norte de Galicia.

—Ardua tarea para un deporte tradicional.

—Absolutamente. Y que solo se practica en el norte de España. Conseguimos un crecimiento enorme y rápido del femenino, pero queremos ir a más. Observamos una dificultad general en la sociedad para el relevo generacional. Y este es un deporte duro, aunque, a cambio, es longevo.

—¿Hay manera de plantar esa semilla donde no hay clubes?

—La hay, pero son ayuntamientos pequeños, de unos seis mil habitantes y una regata tiene coste. Se necesita un impulso financiero privado. Buscamos no solo el patrocinio puro y duro, sino la implicación organizativa. Un vínculo real de mantenimiento de una tradición por parte del patrocinador organizador. Podemos llegar a zonas que históricamente no tenían esta modalidad, y el montaje moviliza mucha gente.

—Hay ejemplos de ello.

—El Teresa Herrera es el más claro. Hace tiempo que no hay un club en A Coruña y la repercusión de la regata es enorme, gracias a la gente que mueve y al entorno.

—Entonces es posible.

—Claro, aunque sin financiación privada... Debemos generar interés en el propio deportista y no solo pecuniario, sino en clave de reconocimiento social, como sucede en cada acción en la Concha, donde el público se vuelca. Hemos crecido y mejorado en eso. La vinculación entre el deportista y el público es la clave. Eso desembocaría en una mejora en los recursos.

—Que la gente perciba que acude a un espectáculo.

—Efectivamente, y trabajamos en ello. Generaremos en las propias regatas una competición en formato promoción, al margen de las que existen, más laxa, para aquellos que no están en disposición de afrontar muchas regatas con elevada exigencia y distancia, sino que se juntarían para cuatro en verano. Se ampliaría también el público objetivo, que los turistas vean en una regata algo entretenido, distinto. Conjugar tradición y competición es dificultoso, pero ese es el reto.

«En Galicia presumimos de la competición más igualitaria en esta modalidad deportiva»

Galicia es una de las canteras del remo a todos los niveles, aunque ha vivido años oscuros.

—¿En qué punto se encuentra?

—Hace dos décadas era una potencia, con cuatro traineras entre las diez mejores. En el 2002 se crean las ligas, como la ACT, pero no nos consideramos su segunda división. Alguna tiene un marcado componente económico, como la cántabra. El País Vasco camina más por la tradición, cuida el deporte de forma excepcional, con el apoyo de las instituciones, la ciudadanía y las empresas, que además gozan de una fiscalidad favorable. Remeros gallegos recibieron ofertas que los situaban en el semiprofesionalismo. Aquí no llegamos.

—Y, sin embargo, la LGT crece.

—Hace dos años batimos el récord de participantes. La femenina se mantiene y la masculina, fluctúa pero intentaremos recuperar los niveles más altos.

—¿Cómo es la predisposición de los clubes y remeros?

—En aumento. Hace años era complicado llevar una asociación en la que además no somos muchos. Cada uno iba a lo suyo, pero desde la pandemia, en la que conseguimos sacar adelante la liga, se reforzó mucho el contacto entre nosotros y estamos más unidos, trabajamos como equipo. Ese fue el gran salto. La gente está comprometida para sacar esto adelante. No quiero dejar de resaltar que os protagonistas son los deportistas. Tiene mucho valor también el trabajo arduo de todos los directivos de los clubes y el gran valor que suponen todos aquellos patrocinios que, en mayor o en menor medida, ayudan a los clubes. Muchas de esas empresas que seguramente no busquen tanto un retorno publicitario, sino un reconocimiento al esfuerzo y exigencia de este deporte y modalidad. Y unidos a éstos y, ya como Liga, la contribución de estos colaboradores y patrocinadores que se unieron a la LGT en el 2022 y repitieron en el 2023 (Be'Energy, Toldos Gómez, Salgado Congelados y Sputnik); y como facilitador de todo lo avanzado, la Xunta de Galicia que supo ver la importancia de una LGT.

—¿Hay margen de crecimiento?

—Siempre que los que aportan los recursos sean conscientes de que se vinculan al mantenimiento y progresión de un deporte y una tradición. La organización del deporte en Galicia a este nivel es voluntariado puro. Claro que se necesita ayuda.

—¿Hay potencial deportivo?

—Sin duda. En Galicia hay un montón de traineras. Presumimos de la competición más igualitaria que existe en esta modalidad deportiva., por normativa, premios... ahí están nuestros valores. El mar y el barco son los mismos para todos.