El lateral cabeceó un saque de esquina de Toni Kroos en el último suspiro del partido ante el Alavés
22 dic 2023 . Actualizado a las 00:01 h.Lucas Vázquez adelantó la Navidad para el Real Madrid y regaló al equipo blanco una agónica victoria ante el Alavés en Mendizorroza (0-1). El cabezazo del gallego en el descuento resolvió un duelo espeso, de esos que cuesta digerir y que la expulsión de Nacho al inicio de la segunda parte complicó definitivamente. Todo apuntaba a la igualada cuando el más pequeño se elevó por encima de todos en el área, tras el enésimo gran servicio de Kroos desde la esquina, y puso al conjunto de Chamartín líder de la Liga para cerrar el año 2023 por todo lo alto.
Motivado por el empate del Girona ante el Betis que le permitía alcanzar el primer puesto en caso de victoria en Vitoria, el Madrid saltó al terreno de juego babazorro sin escatimar un gramo de la energía que suele reclamar Ancelotti a los suyos. Valverde testó pronto los reflejos de Sivera para tapar un disparo del uruguayo, aunque el Alavés se repuso del arreón blanco y tuvo un remate de Luis Rioja bloqueado por Fran García.
Lo cierto es que no estaba cómodo el equipo de Ancelotti, poco fluido en la sala de máquinas. Y es que el dibujo táctico de Carletto, con Modric, Kroos y Valverde en la medular, dejaba a Bellingham y Brahim liberados por delante pero en un limbo que no dio resultados. Así, la primera parte fue avanzando sin demasiadas noticias en las áreas. Apenas un remate de cabeza de Samu, a las manos de Kepa, después de un mal despeje de Lucas Vázquez. Y es que ante el evidente atasco del Madrid en la elaboración de las jugadas, el despliegue del Alavés a la contra, en pocos pases, fue más efectivo.
Pobre bagaje blanco antes de la pausa, con otro disparo muy lejano de Valverde atajado por Sivera como mejor opción. El peligroso golpeo del charrúa fue el recurso de emergencia ante la falta de ideas, que invitaba a replantear el duelo aprovechando el paso por los vestuarios.
El Madrid pareció entonarse tras la pausa, con una buena acción y posterior remate de Brahim, desviado al tocar en un zaguero local, pero el guion blanco se torció peligrosamente con la roja directa a Nacho, decretada a instancias del VAR después de un fuerte pisotón del central madrileño sobre el tendón de Aquiles de Samu. Serio contratiempo para un equipo sin alternativas en el eje de la zaga, con Militão y Alaba fuera de juego por sus roturas de cruzado y con la solución improvisada de Tchouaméni, en un rol que solo ejerció contra Osasuna en el Bernabéu.
Un héroe inesperado
Pese a la inferioridad numérica y los cambios valientes de Luis García, el Madrid no renunció a la iniciativa. Persistía sin embargo el efecto embudo en las proximidades del área babazorra, donde al equipo de Ancelotti se le agotaban las ideas. Así las cosas, la llave del duelo pudo estar en un contraataque, sustentado en el guante de Kroos en la pierna diestra. Con ella la puso el alemán para la carrera por la izquierda de Rodrygo, que encaró y remató desviado, muy pegado a la cruceta del marco babazorro.
El atacante brasileño fue el más activo en el tramo final, con el Madrid volcado en pos de ese gol que le permitiese alcanzar al Girona en lo más alto del campeonato. Pese al evidente dominio territorial blanco, el Alavés ya vislumbraba las luces del puerto con un valioso empate en su haber cuando apareció un héroe inesperado para el Real Madrid.
Kroos, siempre garantía en el golpeo, sirvió un saque de esquina desde la derecha con la precisión que le caracteriza y Lucas Vázquez, tan poco dotado para el juego aéreo, aprovechó la confusión alavesista en el marcaje para cabecear a la red. El Madrid cierra el año líder, aunque también con la enfermería llena y la amenaza de que Rodrygo también entre en ella después de concluir el duelo entre gestos de dolor.