Doce detenidos, armas, drogas y dinero: los ultras del FC Porto, comprados para mantener el poder del club

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El gerente del club y el líder de Super Dragões habrían comprado votos para asegurarse el apoyo durante la asamblea
01 feb 2024 . Actualizado a las 17:53 h.Una de las mayores operaciones policiales contra los ultras de un equipo de fútbol portugués dio ayer un vuelco inesperado al escalar desde la implicación de la peña Super Dragões hasta la actual directiva del FC Porto, que lleva 46 años al mando de la institución.
El pasado miércoles ya se había confirmado la detención de doce personas, incluyendo al líder del grupo de animación, Fernando Madureira, al speaker del estadio, Fernando Saúl, y dos trabajadores del club. Además, en una operación que implicó más de una decena de registros domiciliarios, se incautó un arma, drogas y miles de euros en metálico.
La investigación de la Policía de Seguridad Pública se remite a una Asamblea General Extraordinaria celebrada el pasado 13 de noviembre para definir los nuevos estatutos del club, como el voto electrónico o los requisitos de acceso a la presidencia, más exigentes.
Cánticos contra Vilas-Boas
En el evento, que estaba reservado a socios, se encontraban hinchas sin derecho a acceso y, finalmente, tuvo que ser aplazado a causa de enfrentamientos verbales y físicos entre distintos miembros.
La Policía lusa y la Fiscalía sospechan que estos asistentes habrían sido introducidos por uno de los gerentes actuales, Adelino Caldeira. Les habría hecho pasar con carnés de otros socios, para asegurarse apoyo durante la asamblea, y para crear un clima de intimidación y miedo ante las voces disidentes. Entre otras pruebas, la Justicia dispone de conversaciones mantenidas a través wasap y redes sociales entre Caldeira, Madureira y Saúl.
En el evento se escucharon cánticos como: «el FC Porto es nuestro; quien no esté con Pinto da Costa morirá» o «Vilas-Boas, desaparece de aquí o llevarás más». Aludían directamente al histórico entrenador portista, André Vilas-Boas, cuya candidatura a presidir el club se esperaba que fuera anunciada en el evento, pero fue aplazada.
Entonces, Vilas-Boas criticó la falta de organización y se refirió a la peña de Super Dragões como la «guardia pretoriana» de Pinto da Costa, que preside la institución desde 1982. Sin saberlo, bautizó el nombre del caso, «Operación Pretoriano», que busca desentramar las relaciones entre directiva y ultras.
Hasta el momento, según revela el diario local Jornal de Notícias, la investigación entiende que Adelino Caldeira, a través del responsable de la hinchada, Fernando Saúl, definió una estrategia para garantizar el cambio de estatutos, favorable a Pinto da Costa, y silenciar a quien se opusiera.